CURSO DE LA REGLA


CURSO DE LA REGLA DE LA OFS
En 30 lecciones
  1. Introducción
  2. LA FAMILIA FRANCISCANA
  3. LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR OFS
  4. LA REGLA DE LA OFS
  5. LA REGLA Y VIDA ES VIVIR EL EVANGELIO
  6. LA BÚSQUEDA DE JESUCRISTO
  7. TESTIGOS E INSTRUMENTOS
  8. MIEMBROS VIVOS DE LA IGLESIA
  9. PENITENCIA=PROCESO DE CONVERSION.
  10. LA ORACIÓN. CAMINO DE ADORACIÓN.
  11. MARIA: MODELO, MADRE Y MEDIADORA.
  12. OBEDIENCIA A DIOS. ASOCIADOS A LA OBRA REDENTORA DE CRISTO
  13. ASOCIADOS A LA OBEDIENCIA LIBERADORA DE CRISTO
  14. LA JUSTA RELACIÓN CON LOS BIENES
  15. OBEDIENTES A DIOS Y SALVADOS POR CRISTO: LIBRES PARA EL REINO
  16. SER HERMANOS Y HERMANAS
  17. LA DIGNIDAD DE LOS HIJOS E HIJAS DE DIOS
  18. EL REINO DE DIOS
  19. FE Y JUSTICIA
  20. EL TRABAJO: COLABORANDO CON DIOS EN LA CREACIÓN
  21.  LA VIDA EN FAMILIA
  22. LA FRATERNIDAD UNIVERSAL
  23. PORTADORES DE PAZ
  24. LA VIDA EN FRATERNIDAD
  25. EL CONSEJO Y EL MINISTRO/A
  26. LA ERECCIÓN DE LA FRATERNIDAD
  27. LA PERTENENCIA A LA OFS
  28. REUNIONES Y COMUNIÓN FRATERNA
  29. CORRESPONSABILIDAD Y PERTENENCIA
  30. LA ASISTENCIA ESPIRITUAL
  31. PREPARANDO EL ENCUENTRO CON EL PADRE
  32. Materiales diversos


INDICE

 

INTRODUCCIÓN


El presente material está concebido como elemento de apoyo a los otros materiales que se manejan en las Fraternidades.
Queremos hacer mayor fuerza en la lectura de los documentos que son citados en la Regla y de no fácil acceso a la mayoría de hermanos y hermanas.

Metodología
En un primer momento buscar una oración que centre el número concreto que vamos a estudiar. No se olviden que el Espíritu de Oración era lo que san Francisco buscaba proteger a cualquier precio. Este no viene por recitar fórmulas oracionales.
Después, leer el artículo de la Regla junto con los de las Constituciones, pausadamente. Tiempo de Reflexión. Luego leer y repasar los otros documentos de apoyo que se citan.
Finalmente se puede pasar a las lecciones en forma de preguntas (se pueden cambiar), lo importante es ir desvelando el fondo que tiene ese número concreto que estamos estudiando.

Las respuestas aquí expuestas no son las únicas ni las mejores. La Regla no es un tratado científico que busque verdades y seguridades. Simplemente es  el instrumento que nos ayuda a realizar un boceto con el que podamos dar unos pasitos en nuestra vida. Nuestro objetivo es doble y dinámico: Pasar de la vida al Evangelio y del Evangelio a la vida.
La Regla OFS es una regla de vida. Es el instrumento privilegiado (con el reconocimiento de Iglesia, en su Santa Sede y de tantos santos y santas franciscanas) que nos ayuda a encontrar la manera de vivir franciscanamente el Evangelio de Cristo.
Junto con eso, es nuestro espejo en el que comparamos -contrastamos- nuestra vida real e introducimos las correcciones necesarias, en íntima comunión con el Espíritu Santo y el discernimiento fraterno.

Con la esperanza que nos ayuden a afinar nuestra vida franciscana pongo estos materiales en la red.
Paz y Bien
Fray Fernando S. ofm.
Asistente regional en RD.
 Nota: Sugiero descargar, desde "otros materiales" para poder verlo con comodidad.

LECCIÓN 1ª: LA FAMILIA FRANCISCANA. (REGLA, 1)


(R.1)


Dice san Francisco: “.  Y dondequiera que estén y se encuentren unos con otros los hermanos, condúzcanse mutuamente con familiaridad entre sí. Y exponga confiadamente el uno al otro su necesidad, porque si la madre nutre y quiere a su hijo carnal (cf. 1Tes 2,7), ¿cuánto más amorosamente debe cada uno querer y nutrir a su hermano espiritual?” 2R 6

  1. ¿Qué son las Familias Espirituales o Religiosas en la Iglesia?

Son los diferentes Institutos, Congregaciones y Órdenes religiosas que Dios, a través del Espíritu Santo (Lumen Gentium 40) promueve en la Iglesia como respuesta a las necesidades que se van presentando en la Historia y la completan con su actividad y su vida. Los miembros, intentan vivir profundizando en el carisma que comenzó su fundador.
Estos carismas son confiables ya que “La autoridad de la Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo, se preocupó de interpretar esos consejos, de regular su práctica y de determinar también las formas estables de vivirlos. De ahí ha resultado que han ido creciendo, a la manera de un árbol que se ramifica espléndido y pujante en el campo del Señor a partir de una semilla puesta por Dios” (LG 41)

  1. ¿Qué es el “carisma” y cual es el propio de la familia franciscana?

Lo que entendemos por “carisma”: es el conjunto de dones permanentes o transitorios, que el Espíritu Santo concede a una persona para la propia santificación y, sobre todo, para la construcción de la Iglesia, según la capacidad de la persona y de las necesidades de la comunidad.
Francisco vio asi su carisma. “Hermanos míos, hermanos míos: Dios me ha llamado por el camino de sencillez y de humildad y me ha manifestado que éste es el verdadero camino para mí y para cuantos quieren creer en mi palabra e imitarme. Por eso, no quiero que me mentéis regla alguna, ni de San Benito, ni de San Agustín, ni de San Bernardo, ni otro camino o forma de vida fuera de aquella que el Señor misericordiosamente me mostró y me dio.” E.P.68 Es el conjunto de gracias, virtudes y espíritu que vivió san Francisco durante su vida en el servicio de la Iglesia.

  1. ¿Qué decir cuando nos dicen que con la participación en los grupos de la parroquia ya basta?

Ser miembro de la Orden Franciscana Seglar no es lo mismo que participar de un grupo en la parroquia, porque un grupo parroquial sigue un aspecto: La Virgen, oración, catequesis, carismáticos… Mientras que en la OFS buscamos una forma de vivir a la que somos llamados por la Gracia de Dios y que alcanza todos esos otros aspectos. La OFS tiene ochocientos (800) años. La mayoría de los grupos desaparecen con la muerte de su animador principal, algunos duran algo más.
La OFS tiene una vocación para hombres y mujeres maduros y adultos, que se comprometen totalmente.
El Código de Derecho Canónico dice: “ Los fieles tienen la facultad de fundar y dirigir libremente asociaciones para fines de caridad o piedad o para fomentar la vocación cristiana en el mundo; y también a reunirse para conseguir en común esos mismos fines C215




LECCIÓN 2:                                                                                                                     (REGLA 2)

CC.GG 1 y 39
LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR
1. ¿Qué significa Orden?
            Cuando Francisco comenzó, significaba un “status”, una posición, un lugar reconocido en la escala eclesial. A pesar de la aparente confusión que la palabra tiene cuando se compara con las “ordenes religiosas”, tenemos que decir que se ha mantenido a través de los tiempos, tanto el papa Nicolás IV, como el papa León XIII, como el papa Benedicto XV, como el papa Pablo VI, han mantenido la denominación de orden, para referirse a la Fraternidad Franciscana Seglar, lo que nos hace pensar en su importancia. En general, es toda aquella asociación que se acoge, dentro de la Iglesia, al cumplimiento de una REGLA.

2. ¿Qué podemos entender que significa orden para nosotros según la Regla (R2)?
            La definición de orden es, según la Regla: “una unión orgánica (no puede haber fraternidades aisladas, como no se puede vivir la fe para uno mismo, privadamente) de todas las fraternidades católicas, esparcidas por el mundo entero y abiertas a todo grupo de fieles”. En el aspecto legal significa que es una organización eclesial, con normas establecidas y aprobadas por la Iglesia. En el aspecto social significa que cada fraternidad forma parte del conjunto de fraternidades. Este conjunto no es una simple suma de fraternidades, sino que se convierte, por la fuerza del Espíritu Santo, en una Fraternidad de orden superior.

3¿Cuáles son las características más importantes de esta forma de organización?
Según la Regla son:
·        La catolicidad de los miembros (bautizados y manteniéndose dentro de la Iglesia Católica).
·        La universalidad. No es algo que pertenezca a un pueblo, a un país, a una raza, o a un continente, sino que abarca el universo entero.
·        Abiertas a todo grupo de fieles (que practican la fidelidad), (dentro de las normas de la Iglesia) y, siguiendo a Francisco, a toda criatura humana.
·        Impulsadas por el Espíritu Santo  Es decir, que no estamos juntos, porque nos gusta o porque nos sentimos bien, sino porque somos llamados y enviados.
·        Comprometidos por la profesión(leer la fórmula)a vivir el Evangelio, a la manera de san Francisco.
·        Se apoyan en la Regla para conseguirlo.

4. ¿Qué entendemos por “vivir el Evangelio”?
            Vivir el Evangelio significa que, entregados a la  práctica de la caridad cristiana, buscamos ser iluminados por el Evangelio y nos esforzamos cada día en hacerla más perfecta (más parecida a la de Jesucristo)

5. ¿Significa que vamos a ser perfectos y mejores que los demás?
            No. Simplemente que nos comprometemos delante de Dios y de los hermanos y hermanas a mejorar cada día nuestra práctica de la caridad. Esta santidad se consigue con la obediencia a la Voluntad de Dios.

6. ¿Cuáles son los medios que tenemos para ello?
            La escucha de la Palabra en la Fraternidad, los sacramentos, la fidelidad en los compromisos, el examen de conciencia frecuente, las virtudes cristianas (humildad, sencillez, obediencia, generosidad…etc), la participación activa en la fraternidad y en los compromisos eclesiales y la formación permanente.


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LECCIÓN 3:                                                                                                                         (REGLA 3)

LA  REGLA DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR

1.      ¿Qué es el “Memoriale propósiti”?
            “Memoriale propositi” significa: Memorial de Propósitos. Son las reglas e intenciones que tenían los que deseaban vivir la vida del Evangelio como Francisco, en la vida seglar. (ver en otros materiales)

2.      ¿Por qué está colocada la Exhortación a los hermanos y hermanas de la penitencia (Carta a Todos los Fieles) antes de la Regla?
            Aunque los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre los puntos concretos, todos coinciden en que apareció en el mismo año que el Memoriale y que podía ser lo más parecido a una Regla que Francisco dejó para los que quisieran seguirle en el mundo secular. (Francisco se resistía a hacer una regla porque para él la regla era el mismo Evangelio)

3.      ¿Cuántas reglas ha tenido la ORDEN FRANCISCANA SEGLAR?
            Solamente una. Las reglas que aprobaron los papas Inocencio III, Nicolás IV, León XII y Pablo VI son, solamente poner al día la Regla de san Francisco, teniendo en cuenta las circunstancias del momento en el que vivían. No podemos olvidar que la interpretación última y verdadera de la Regla corresponde a la Iglesia, en la Santa Sede.

4.      ¿En qué consiste la Regla?¿Porqué debemos tener una Regla?
            En primer lugar es la forma de concretar nuestro compromiso. Ante Dios, ante la Fraternidad y ante la Iglesia toda. Pero sobre todo ante nosotros mismos: es el espejo donde podemos mirarnos cada mañana para disponernos a la jornada que viene y cada  noche para corregirnos y agradecer los dones recibidos.
            La Regla es:
el libro de la vida, esperanza de salvación, médula del Evangelio, camino de perfección, llave del paraíso, pacto de alianza eterna. Quería que la tuvieran todos, que la supieran todos y que en todas partes la confirieran con el hombre interior para razonamiento ante el tedio y recordatorio del juramento prestado. Enseñó que había que tenerla presente a todas horas, como despertador de la conducta que se ha de observar, y - lo que es más - que se debería morir con ella”.(2Cel 208)

5.      ¿Podemos conocer la Regla sin conocer a san Francisco de Asís?
            Muy deficientemente, porque Francisco, al igual que Jesús en el Evangelio, predicó más con el ejemplo que con las palabras.
Cuando algún hermano venía a decirle que debía ocuparse más de los asuntos de la Religión, le contestaba: "Los hermanos y hermanas tienen su Regla; incluso se comprometieron a ella. Y para que ellos no tengan excusa, volví a prometerla ante ellos cuando plugo al Señor hacerme su superior, y quiero continuar en su observancia hasta el fin de mi vida. Por eso, desde que los hermanos y hermanas saben lo que han de hacer y han de evitar, no me queda sino predicarles con el ejemplo, ya que para esto les he sido dado durante mi vida y después de mi muerte.(LP 112)

6.      ¿Cuál es la manera en la que se aplica la Regla de la Orden Franciscana Seglar?

            La manera por la que se aplica es con las CONSTITUCIONES GENERALES (CC.GG.) y los ESTATUTOS GENERALES y particulares


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LECCIÓN 4:                                                                                                                     (REGLA 4)

LA REGLA Y VIDA ES VIVIR EL EVANGELIO
1.      ¿Porqué decimos “Regla y Vida”? ¿Qué queremos decir?

·        Porque a partir de nuestra profesión, tienen que ir unidas. Nuestra profesión significa que nos comprometemos a VIVIR según la Regla. Es decir que no nos vale para nada decir Regla, si nuestra vida va por otro camino.
           
2.      ¿Qué pasa si no vivimos según la Regla?

·        Primeramente, que no estamos cumpliendo nuestro compromiso, pero en segundo lugar que no estamos consiguiendo nuestro objetivo: VIVIR EL EVANGELIO.

3.      Algunas dicen: “ Pero yo ya cumplo el evangelio si hago esto o aquello y voy a misa”

·        Nuestro compromiso, nuestra profesión no es solamente cumplir los mandamientos, sino que, además, nos comprometemos a vivir el Evangelio según la manera de Francisco de Asís (y de todos los franciscanos y franciscanas seglares que han vivido en estos últimos 800 años).
           
4.      ¿Qué es la Regla y las Constituciones Generales?

·        Es la manera explicada de cómo vivir el Evangelio al estilo de Francisco de Asís. Que tiene que ser adaptada al momento histórico en el que vivimos.

5.      Entonces, ¿No se puede vivir el Evangelio si no soy franciscana?

·        Hay muchos caminos para vivir el Evangelio. Muchos santos han seguido formas diferentes: san Francisco, santa Isabel de Hungría, san Agustín, san Bernardo, san Vicente de Paúl, santa Teresa de Lisieux, santa Clara… Lo que la Iglesia nos dice al aprobar nuestra Regla es: que si seguimos este camino fielmente, vamos a vivir el Evangelio. Que no nos vamos a extraviar ni a confundirnos.

6.      ¿Quién puede ser franciscano o franciscana?

·        Aquel o aquella, que siente el llamado de Dios (vocación) para seguir a Cristo (vivir el Evangelio) según la manera de san Francisco de Asís. Este llamado, tiene que ser discernido en el tiempo de Postulantado, para ver si es verdadero o no (si es de Dios o únicamente de mí misma).

7.      ¿Qué significa “guardar el Evangelio”?

·        La palabra guardar tiene tres significados importantes:
o       Vigilar, defender y cuidar (ejemplo:los guardas son los guachimanes y los guardias)
o       poner algo donde esta seguro (ejemplo: en la caja fuerte) y
o       cumplir ( ejemplo: cumplir los mandamientos es guardarlos)

            Solo se puede conseguir cuando hacemos que el Evangelio forme parte de nuestra vida, de nosotros mismos.



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LECCIÓN 5:                                                                                                                     (REGLA 5)

 

LA BÚSQUEDA DE JESUCRISTO


1.      ¿Cuál es la principal actitud que nos recuerda la Regla en el número 5?

·        La actitud de búsqueda. Salir de nosotros mismos, escudriñar la Palabra, la Buena Noticia, el Evangelio. Y buscar con todos los sentidos

HÁGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, TAMBIÉN EN LA TIERRA: para que te amemos con todo el corazón (cf. Lc 10,27), pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, empleando todas nuestras energías y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio, no de otra cosa, sino del amor a ti; y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos, según podamos, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos como de los nuestros y compadeciéndolos en los males y no ofendiendo a nadie (cf. 2 Cor 6,3). (Par)

2.      ¿Cómo es el Cristo al que debemos buscar?

·        El Cristo VIVIENTE. Es decir nada que este “muerto” –como los ídolos-puede conducirnos a Cristo, ni Cristo se encuentra en ellos. Y hoy tenemos muchos ídolos: El dinero, el poder, la buena imagen, la juventud, la salud, el prestigio, la cosas… ¡tantas cosas por las que nos afanamos! Y no tenemos que ir muy lejos, ni fuera de nuestra iglesia para verlo.

3.      Entonces, ¿dónde debemos buscar a Cristo?

Sorprendentemente la Regla no nos dice que está en el sagrario en la iglesia, ni… sino, primeramente:
o       en los hermanos y hermanas,
o       en la Sagrada Escritura,
o       en la Iglesia
o       y en las acciones litúrgicas.(LOS SACRAMENTOS)

4.      ¿Porqué hablamos de imitar a Jesucristo?

·        La imitación fue una de las formas de entender la espiritualidad en el pasado. Ha producido una serie de dificultades y, en las constituciones ya no se  habla de imitar sino de SEGUIR A CRISTO. Que es una mejor manera de decir y entender lo que significa nuestro compromiso (R 9,2). Por eso es tan importante la cita de Jn 14, 6: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Algo así como que caminando con Cristo, encontramos nuestra verdad y nuestra vida en Él[1].

Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: « ¿Qué buscáis? » Ellos le respondieron: « Rabbí - que quiere decir, "Maestro" - ¿dónde vives? »
Les respondió: « Venid y lo veréis. » Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. (Jn 1,38-39)
·        La palabra nos recuerda en este tiempo de pascua que, nosotros, los hombres “preferimos las tinieblas a la luz” (Jn 3,19)
¡Cuantas veces escogemos no saber y quedarnos en nuestra casita, con lo que conocemos tan bien- o creemos que lo conocemos-!
           
5.      ¿Por qué Clara de Asís nos habla del espejo?

·        En la época en la que vivieron san Francisco y santa Clara, era una manera clara de referirse a la contemplación. Puede entender lo que Clara le indica a Inés: “si es capaz de, al mirar el rostro de Cristo, verse a sí misma reflejada en él”.
·        Cuando Clara habla del espejo en su Testamento lo hace uniéndolo a la palabra ejemplo: para ser ejemplo y espejo. Donde aprender y donde verse. (discernimiento)

¿Hacemos de la Regla un método para discernir lo que hacemos con nuestra vida?

6.      ¿Cómo se consigue esa actitud tan valiosa para Francisco y Clara?

·        Con mucha humildad, reconociendo, como Cristo nos conoce, lo que somos y lo que vivimos.
·        Con verdad, saliendo de nuestras apariencias y fingimientos.
·        Desde la obediencia del Cristo pobre y entregado, por amor (¿se han dado cuenta la de veces que obedecemos solo para nos vean (los demás, el párroco, la ministra…) como buenos o para que no nos den un boche?
·        Entregándonos totalmente. No sólo a chines (Ay!, es que yo tengo tan poco que dar!) No se olviden de la parábola de los talentos…

Amemos TODOS con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con toda la fuerza (cf. Mc 12,30) y poder, con todo el entendimiento, con todas las energías, con todo el empeño, con todo el afecto, con todas las entrañas, con todos los deseos y quereres, al Señor Dios (Mc 12,30- 33; Lc 10,27), que nos dio y nos da a todos nosotros todo el cuerpo, toda el alma y toda la vida, que nos creó, nos redimió y por sola su misericordia nos salvará
(Tob 13,5); que nos ha hecho y hace todo bien a nosotros, miserables y míseros, pútridos y hediondos, ingratos y malos. 1R 23. 

NOTA: No hay que explicar que esto no se consigue de una vez sino que a través de toda la vida, algunos –solamente algunos y algunas- alcanzan a ello, pero debe ser nuestra referencia (la de todos y todas) más importante.

 

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LECCIÓN 6:                                                                                                                     (REGLA 6)

TESTIGOS E INSTRUMENTOS

1.      ¿Cuál es la misión querida por la Iglesia para los Franciscanos y Franciscanas seglares?

La misión de los franciscanos y franciscanas seglares es ser testigos e instrumentos de la misión de la Iglesia entre los hombres en unión con Cristo y con la Iglesia entera.

2.      ¿En el nombre de quién llevaremos esa misión?

·        En el nombre de Cristo y dando gracias a Dios Padre.

Es preciso que los seglares avancen en la santidad decididos y animosos por este camino, esforzándose en superar las dificultades con prudencia y paciencia. Nada en su vida debe ser ajeno a la orientación espiritual, ni las preocupaciones familiares, ni otros negocios temporales, según las palabras del Apóstol: "Todo cuanto hacéis de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por El" (Col., 3,17).
Pero una vida así exige un ejercicio continuo de fe, esperanza y caridad. A.A 4

3.      ¿Qué esperaremos a cambio de nuestro servicio?

Que Dios sea alabado y bendecido por nuestras obras


4.      ¿Qué necesitamos para poder llevar a buen término semejante misión?

            Ser sepultados y resucitar con Cristo. Lo que el Evangelio llama “Volver a nacer”: (« En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios. ») Jn 3,3

           
5.      ¿Cómo realizaremos nuestra misión en la Iglesia?

            En comunión con la Iglesia y todos los creyentes, en diálogo creativo, buscando convertirnos cada día, formándonos y profundizando en nuestra fe y nuestra vocación y atentos a los retos que nos llegan de la sociedad, “pasando de la vida al Evangelio y del Evangelio a la vida”



LECCIÓN 6a:                                                                                                                     (REGLA 6)

CC.GG 17,19, 99

 

MIEMBROS VIVOS DE LA IGLESIA


  1. ¿Cómo es la pertenencia del franciscano seglar a la Iglesia?

La pertenencia, como la de cualquier cristiano es por el Bautismo, que lo renovamos y afirmamos en la Profesión –consciente y responsablemente- para participar con Cristo en la esperanza de su Salvación y que nos hace vivir con alegría esa VIDA NUEVA, que Cristo nos ofrece.

  1. ¿Qué significa ser testigos e instrumentos?

Que la preocupación principal es la propia salvación, unidos a Cristo y a la de todos los creyentes. Por lo que primero tenemos que vivir  la vida de fe, esperanza y caridad (ser testigos)y, además, tenemos que convertirnos en instrumentos (que Dios utiliza) para que otros puedan salvarse.

  1.  ¿Dónde se da la misión de los franciscanos y franciscanas en la Iglesia?

Los franciscanos y franciscanas son miembros vivos en la Iglesia, siendo testigos, con sus propias vidas de fe, esperanza y caridad. Primero en su familia, luego en la Fraternidad, luego en la Iglesia y finalmente en el medio social en el que viven (barrio, pueblo, nación…)

  1. ¿Cúales son las imágenes que utiliza san Francisco para nuestro apostolado?
Todos aquellos que aman al Señor con todo el corazón con toda el alma y la mente y con todas sus fuerzas, y a sus prójimos como a sí mismos; y aborrecen sus cuerpos con sus vicios y pecados; y reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo; y hacen frutos dignos de penitencia; ¡oh, cuán dichosos y benditos son los hombres y mujeres que practican estas cosas y perseveran en ellas! Porque se posará sobre ellos el espíritu del Señor y hará en ellos habitación y morada (cf. Jn 14,23); y son hijos del Padre celestial, cuyas obras realizan; y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor Jesucristo.  Somos esposos cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a nuestro Señor Jesucristo. Le somos hermanos cuando cumplimos la voluntad del Padre, que está en los cielos. Madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo por el amor divino y por una conciencia pura y sincera, y lo damos a luz por las obras santas, que deben ser luz para el ejemplo de otros. 1CtaF 1.

  1. ¿Qué fue lo que pidió el Papa Pablo VI a toda la Orden, poco antes de aprobar la Regla?
·        Un amor  con “apasionamiento”(como san Francisco con sus llagas) por el Cristo sufriente.
·        Un testimonio de pobreza y de opción por los que son marginados por el sistema social de los poderosos.
·        Poner nuestras espaldas – con servicio tranquilo y generoso- allí donde la Iglesia se derrumba.

  1. ¿Cuál es la forma principal para ser “instrumentos” en la Orden?
Participando en las SECCIONES, de forma activa, responsable y y debidamente organizada, por los diferentes consejos, de la Fraternidad, Regional...



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LECCIÓN 7:                                                                                                                     (REGLA 7)


PENITENCIA = PROCESO DE CONVERSIÓN

1. ¿Qué significa conversión?

La Regla en su número 7 nos dice que es “un cambio radical interior”

2. ¿Qué significa radical?

Que tiene que llegar a los más profundo de nuestro ser (raíz). No es cambiar unas formas exteriores, ni siquiera los comportamientos: es cambiar nuestro corazón hasta poder decir que deseamos y gustamos (y rechazamos) las mismas cosas que Cristo y que Francisco que le seguía.

El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día Jn 12,48
« Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza  a mí, rechaza al que me ha enviado. »Lc 10,16

3. ¿Porqué hablamos de camino y de proceso de conversión?
Porque debido a nuestra humana fragilidad tenemos que convertirnos cada día.

"Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hemos adelantado". 1Cel 103

4.¿Qué necesitamos para poder llevar a buen término semejante proceso-camino?

            Vivir y experimentar la misericordia de Dios. Sentir cómo Dios nos ama.

5. ¿Cuál es el instrumento privilegiado para vivir la misericordia de Dios?

            El sacramento de la reconciliación. Y Francisco aconsejaba que no esperemos a la confesión sacramental, por no dejar espacio al diablo, y confesáramos nuestras faltas a los  hermanos y hermanas.
Pero, si entonces no pudieren tener a mano un sacerdote, confiésenlos a un hermano suyo, como dice el apóstol Santiago: Confesaos los pecados unos a otros (Sant 5,16).  Sin que dejen por eso de acudir al sacerdote, porque sólo a los sacerdotes se les ha concedido el poder de atar y desatar.  Y, contritos y confesados de este modo, reciban con gran humildad y veneración el cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo, recordando lo que el Señor dice: Quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna (Jn 6,54); y: Haced esto en memoria mía (Lc 22,19). 1R 20. 

6. ¿Quiénes son verdaderos hermanos y hermanas de la penitencia?

Los que de palabra y con su vida se proponen buscar su conversión y la de los  hermanos y hermanas, como primer objetivo de sus vidas en un camino común de fraternidad. Buscan lo que favorece su conversión y rechazan todo lo que la impide o demora, a la escucha del Evangelio.    



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 LECCIÓN 8:                                                                                                                     (REGLA 8)

CC.GG 12 y 14

LA ORACIÓN. CAMINO DE ADORACIÓN


  1. ¿Qué entendemos por Oración?

Normalmente entendemos por orar cuando “hacemos o decimos oraciones”. Es decir cuando nos dirigimos a Dios con nuestras peticiones, nuestras súplicas y algunas veces nuestra alabanza.

  1. ¿Por qué dice la Regla “y adoración”?

Una oración que no nos lleva a la adoración, -es decir a ponernos a los pies de Dios reconociendo nuestra condición y la suya-, no es oración verdadera. Siendo conscientes y viendo lo que nos separa y viendo el amor que Dios ha puesto para acercarse. Con todo lo que soy, pero a solas con Dios: sólo El y yo.

  1.  ¿Qué se produce en nosotros cuando hacemos esta oración y adoración?

La primera cosa es la obediencia a Él. Es desear que su Reino venga a nosotros y a nuestras vidas. Dios reina solo cuando hacemos su voluntad, cuando nos llevamos de El. La segunda es que tenemos que dar testimonio de Él.
Porque, si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.  Pues con el corazón se cree para conseguir la justicia, y con la boca se confiesa para conseguir la salvación.Rm 10, 9-10

  1. ¿Qué quiere decir la Regla  con que hagamos de la oración “el alma de nuestro ser y nuestro obrar”?

Pues que tiene que ser el centro de nuestra vida, de nuestro obrar, de nuestro pensamiento, de nuestros deseos, de nuestras iniciativas. San Francisco insistía sin cesar:

“Afirmaba con fuerza que el franciscano debe desear, por encima de todas las cosas, la gracia de la oración; y, convencido de que sin la oración nadie puede progresar en el servicio al Reino”. LM   10.1 

  1. ¿Qué quiere decir que “traten de descubrir la presencia del Padre”?

Significa que Dios esta presente ahí: en los sacramentos, en nuestra vida de oración, en cada uno de los esfuerzos que hacemos por conseguir la comunión y la paz con los demas hombres y mujeres, cada vez que buscamos hacer su Voluntad, cada vez que decimos “¡presente!” en las necesidades de nuestros hermanos y hermanas…y ¡debemos hacer el esfuerzo por encontrarnos con El, porque no estamos solos y solas! Y como nos dicen las constituciones es lo que nos dará fuerza y motivación para continuar con El!

  1. ¿Cómo podremos hacerlo y dónde  lo aprenderemos?

Las Encíclicas nos hablan de la Virgen María como el “ejemplo perfecto”. Para los franciscanos y franciscanas el cumplimiento completo de la Regla y Constituciones, es la garantía de conseguirlo. No olvidemos que san Francisco llamaba a la Regla “el libro de la vida”, donde aprendemos a vivir.


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LECCIÓN 9:                                                                                                                     (REGLA 9)

MARIA: MODELO, MADRE Y MEDIADORA

1.      ¿Quién es María para los franciscanos y franciscanas seglares?

La Virgen María es un modelo a seguir, un ejemplo de vida, una madre comprensiva, fiel y atenta a nuestras necesidades y una mediadora permanente, con su Hijo, delante del Padre.

2.      ¿Porqué decimos que es un MODELO?
Primeramente en sus actitudes y cualidades: “HUMILDE sierva del Señor,  SIEMPRE ATENTA, a su Palabra y a todas sus mociones[2]

3.      ¿Qué dicen las CC.GG. de cómo es MODELO?
Es el modelo para escuchar la Palabra y ser fieles a la vocación.

4.      ¿Escuchar la Palabra es lo mismo que ir a Misa?
            Escuchar la Palabra es dejarse afectar en la propia carne (el propio ser y la propia vida) de la Voluntad de Dios. Es escuchar con los oídos externos y con el oído del corazón.

“Hágase en mí según tu Palabra” Lc 1,38

5.      ¿En qué más cosas nos dice la Regla que es modelo la Virgen María?
            En su disponibilidad incondicional, y en la efusión[3] de una confiada y consciente oración.

6.      ¿Cómo nos enseña la Virgen que tenemos que orar?
Con fe -confiando- y de una forma consciente: no repitiendo como las cotorras o los periquitos sin darse cuenta de lo que están diciendo, sino de forma responsable, hablando en verdad desde lo profundo del corazón,  buscando siempre cuál es la Voluntad de Dios.
           
7.      ¿Porqué la Virgen María es modelo para Francisco de Asís?

Porque ve en ella todas las virtudes a las que estamos llamados todos los hijos e hijas de Dios.

¡Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, virgen convertida en templo, y elegida por el santísimo Padre del cielo, consagrada por El con su santísimo Hijo amado y el Espíritu Santo Paráclito; que tuvo y tiene toda la plenitud de la gracia y todo bien! ¡Salve, palacio de Dios! Salve, tabernáculo de Dios! ¡Salve, casa de Dios!
¡Salve, vestidura de Dios! ¡Salve, esclava de Dios! ¡Salve, Madre de Dios! ¡Salve también todas vosotras, santas virtudes, que, por la gracia e iluminación del Espíritu Santo sois infundidas en los corazones de los fieles para hacerlos, de infieles, fieles a Dios! SalVM


LECCIÓN 10:                                                                                         Materiales

OBEDIENCIA A DIOS: ASOCIADOS A LA OBRA REDENTORA DE CRISTO

(REGLA, 10 y 11)



  1. ¿Qué significa asociarse a la obra redentora de Jesús?

Significa hacer su misma obra, colaborar con él:

Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
 « ¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro? » Jesús les respondió: « Id y contad a Juan lo que oís y veis:  los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí! » Mt 11,4

            Y no olvidemos que si no  lo hacemos con El, con Cristo, no estamos en nada. (¡Discernimiento!)

  1. ¿Qué es lo que mueve a Jesús a hacer esas obras y no otras?

- La obediencia al Padre, que nace de su Amor.

Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: « En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Jn 5,19

  1. ¿Porqué dice la Regla que tenemos que ASOCIARNOS?

- Porque la obediencia de amor es ENTREGA VOLUNTARIA. Y solo hay dos maneras de entregarse totalmente: como esclavos o como amantes. El esclavo no puede asociarse, no tiene derechos, ni quien se los reconozca.

  1. ¿Porqué nos recuerda la Regla que el Cristo que seguimos es POBRE Y CRUCIFICADO?

- Porque recordar a “"Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir. En El descubren el valor de las contradicciones por causa de la justicia y el sentido de las dificultades y de las cruces de la vida de cada día. Con El pueden aceptar la voluntad del Padre en las circunstancias más difíciles y vivir el espíritu franciscano de paz, rechazando toda doctrina contraria a la dignidad del hombre”. CC.GG 10

  1. Si la forma que Cristo escogió para salvarnos –en obediencia al Padre- fue la pobreza, ¿Cómo viviremos con nuestros bienes (corporales, espirituales, materiales, sociales, ecológicos…)?

-         Sabiendo que solo somos ADMINISTRADORES Y NO DUEÑOS de ellos, no dándoles nuestro corazón y sabiendo que tendremos que responder ante Dios de ellos.


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LECCIÓN 10a:                                                                                                                                                                                             (REGLA 11)

CC.GG 10 y 12

ASOCIADOS A LA OBEDIENCIA LIBERADORA DE CRISTO


  1. ¿Por qué la obediencia de Cristo al Padre es liberadora?
Cristo ha sido enviado por el Padre para darnos vida y abundante (Jn 3), estando nosotros muertos por el pecado(Rm 6).

  1. ¿Por qué estamos llamados a obedecer?
Porque esclavos como somos del pecado, solo nos puede librar la obediencia a Dios. No así Cristo que no cometió pecado y se sometió a la obediencia del Padre por amor.

  1. ¿Por qué nos recuerda la Regla que tenemos que asociarnos a la obediencia de Cristo?
Porque solo la obediencia al Padre nos hace ser hermanos de Cristo y permite que lo que nosotros hagamos, unidos a Cristo, sea, de verdad, tarea liberadora.

  1. ¿Cuáles son las tareas más importantes que nos recuerda la Regla?
ASOCIARNOS (unirnos y mantenernos unidos) a Cristo, SOMETERNOS a la Voluntad de Dios, CUMPLIR (llenar, completar) todas nuestras obligaciones, SEGUIR a Cristo, pobre y crucificado y CONFESARLO en toda ocasión (también en las dificultades, como enfermedad o persecución)

  1. ¿Cuáles son las respuestas que descubrimos siguiendo a Cristo pobre y crucificado y resucitado?
·        Porqué vivo y cómo vivo
·        Porqué muero y cómo muero
·        Porqué amo y cómo amo
·        Porqué sufro y cómo sufro
·        Porqué gozo y cómo gozo

  1. ¿Cómo nos dice las Constituciones que tenemos que conocer y cumplir (no sirve de nada conocer sino vivimos lo que sabemos) la Voluntad de Dios?
Ø      Con Cristo
Ø      Siendo agradecidos por los dones recibidos de parte de Dios
Ø      Con la ayuda de la Iglesia
Ø      Con la ayuda de los hermanos

  1. ¿Cuáles son las herramientas que tenemos para conocer la Voluntad de Dios?
ü      La oración
ü      La lectura de la Palabra de Dios
ü      Los exámenes frecuentes y las revisiones (personales y en fraternidad)
ü      Viviendo en actitud de búsqueda, como Francisco.

  1. ¿Por qué es muy importante que la Regla nos recuerde que la acción de Cristo es liberadora?

Porque tiene que ser también el criterio que nos guie en nuestra acción pastoral y también cívica. Si lo que hacemos no es liberador para la persona no es cristiano. También para recordarnos que nuestra tarea no termina hasta que no hayamos conseguido las “condiciones de una persona liberada por Cristo” R13


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LECCIÓN 11:                                                                                                            (REGLA, 11 y 12)


OBEDIENTES A DIOS y SALVADOS POR CRISTO =

 LIBRES PARA EL REINO

El artículo 12 de la Regla esta muy unido a los dos anteriores: La obediencia al Padre, renunciando a la propia voluntad, para comprometernos en la tarea de Reino. Pues bien, este artículo lo que nos dice es que, quien sigue este camino se hace libre: LA VERDADERA LIBERTAD. Y esta libertad nos lleva a ser testigos del amor de Dios para con todos los seres humanos. Testigos son los que cuentan lo que han visto y oído, pero también son los que se comprometen personalmente con su vida, apoyando con sus actos lo que están diciendo sus labios. Los mártires son los que llevan hasta la muerte su testimonio por Cristo y el amor de Dios.
No tenemos que olvidar que la Regla es el LIBRO DE LA VIDA, donde aprendemos a vivir el Evangelio.

  1. ¿Qué entiende la Regla por ser libres?

La libertad es el don final que Dios da a los/las que siendo obedientes a su Amor, salvados por la Cruz de Cristo, se entregan fieles y confiadas a los hermanos y hermanas.

Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. El que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados. Ap.  1,5

  1. ¿Todos y todas tenemos que ser mártires?  (Mártir= testigo)

- El martirio es el grado máximo con la entrega de la propia sangre y la propia vida. Pero no tenemos que olvidar que hay otros “martirios” que no llevan al derramamiento de sangre pero que no son ni más fáciles ni menos valiosos a los ojos de Dios. Poner ejemplo que conocemos.
…por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros .Mt 10, 18-20

Asuman, con serena firmeza, EL RIESGO de opciones valientes en la vida social.  CC.GG 12,2

  1. ¿Cómo podemos aprender a ser testigos?

- Inspirándose en el ejemplo y en los escritos de San Francisco, y sobre todo con la gracia del Espíritu, los hermanos vivan día a día con fe el gran don que nos ha otorgado Cristo: la revelación del Padre. Den testimonio de esta fe delante de los hombres. CC.GG 12,1

  1. ¿En qué lugares pide la Regla que tenemos que ser testigos= dar testimonio?
-- en la vida de familia;
-- en el trabajo;
-- en la alegría y en el sufrimiento;
-- en el encuentro con los hombres, hermanos todos en el mismo Padre;
-- en la presencia y en la participación en la vida social;
-- en la relación fraterna con todas las criaturas  (CC.GG 12)


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LECCIÓN 11A:                                                                                                                     (REGLA 11)

CC.GG 15,20 y 21

 

LA JUSTA RELACIÓN CON LOS BIENES


  1. ¿Qué entendemos por trabajo?

El trabajo es una actividad (productiva, servicios, creativa…) que modifica las condiciones en las que vivimos y las transforma. Una conclusión es que podemos cambiar las condiciones, las circunstancias en las que vivimos, con nuestra actividad y nuestro esfuerzo y nuestra oración. Pero otra no menos importante es que no podemos trabajar y pretender que no pasa nada. Si yo, porque lo necesitan los campos, cambio el curso del río, no puedo cerrar los ojos a lo que pasa río abajo. O el caso de la cementera de los Haitises…

  1. ¿Podemos seguir pensando que el trabajo es un castigo de Dios?

Llevados de una mala interpretación de la Biblia (Gn 3) hay mucha gente que todavía sigue pensando eso. Y con eso prenden justificar su haraganería.
Si alguien ha descubierto que ha recibido de Dios un don –aunque solo sea uno- tiene que ponerlo a trabajar. Porque estamos llamados a hacer fructificar los dones que Dios nos da. No ver las cosas desde este modo significa que no vemos o no creemos en los dones que Dios nos ha dado..

Para San Francisco, el trabajo es un don y el trabajar es una gracia. El trabajo de cada día es no sólo medio de sustento, sino también una ocasión de servicio a Dios y al prójimo, y un camino para desarrollar la propia personalidad. CC.GG.21

  1.  ¿Qué nos enseña la Regla y los documentos de la Iglesia sobre el trabajo?

Primero que es una posibilidad de unirnos a la labor creadora de Dios. La Creación, puesta en las manos del ser humano, tiene la posibilidad de seguir desarrollándose y multiplicándose. Pero también puede ser una ocasión de lo contrario: Desbaratar todo lo bueno, con un mal uso y aprovechamiento: contaminación, cambio climático, desertización, desaparición de especies animales…

Segundo que es la manera de unirnos a la labor liberadora de Dios:

Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios.
La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Rm 8, 19-23

En tercer lugar nos recuerda la labor servicial del creyente. Estamos llamados a servir al resto de los seres humanos con nuestro trabajo. Esto tiene una doble dirección. Una, que con nuestro trabajo hacemos un servicio y otra, que servir nos cuesta trabajo.
Hoy estamos olvidando esta dimensión de la gratuidad, de la autodonación, del servicio como desgaste de amor. Una sociedad tan materialista nos lleva a no valorar estos esfuerzos gratuitos. Incluso hace que haya gente –cada día más- que se siente mal si no consigue lo suyo.
Piensen que es lo que pasa con nuestros pensamientos e ideas de los dirigentes que no se enriquecen con su puesto (Vean si no lo que le ocurrió a uno de los padres de la Patria: Juan Bosch, que ha necesitado muchos  años para que le reconozcan y le hagan homenajes).

  1. ¿Qué nos enseña la Doctrina Social de la Iglesia sobre las relaciones de trabajo?

·        Primero nos llama la atención sobre la justicia que tiene que haber en la repartición de los beneficios de todas las fuerzas productivas.
·        Que tanto el trabajador/ra como el empleador/ra (directo o indirecto) esta obligada a velar por la justicia con las necesidades de la persona. (en uno y en otro sentido)
·        Que en el trabajo se juntan el deber con el derecho. Es intentando hacer posible esta unión donde se puede hacer realidad el canto de los profetas sobre la doble unión de misericordia y fidelidad y de la justicia y la paz.
·        Que tenemos que velar por que el destino de los bienes sea para todos los hombres y mujeres de la Tierra. Y no solo de unos pocos, o los de mi religión, cultura, raza o País.
·        Que debemos afrontar y luchar contra toda forma de actividad que lleve a la esclavitud de las personas. O que dañe y disminuya su dignidad.



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LECCIÓN 12:                                                                                                                     (REGLA 13)

CC.GG 18 

SER HERMANOS Y HERMANAS


  1. ¿Dónde vemos que tenemos que ser hermanos y hermanas?

Somos hermanos porque Dios ve en cada ser humano la imagen de su Hijo. Regla 13

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él  el primogénito entre muchos hermanos. Rm 8,29

Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre. Mt 12,50

« Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbi=maestro", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos». Mt 23, 8

  1. ¿Es posible creer en Dios y no ser  hermano y hermana?

No. Creer es hacer la Voluntad de Dios y, quien hace la voluntad de Dios es hermano de Jesucristo y hermano y hermana de todos los seres humanos.

 ¿Por qué me llamáis: "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo? Lc 6, 46

  1. Entonces, ¿porqué tenemos tantas dificultades para ser hermanos y hermanas?

·        Porque pensamos que tiene que ser una cosa natural. LA FRATERNIDAD TIENE QUE SER CONSTRUIDA, con amor, con empeño, con dedicación…  perdonando y, a veces, con sufrimiento.
·        La dificultad mas importante es nuestro egoísmo y nuestro pecado. Por eso LA FRATERNIDAD PUEDE LIBERARNOS de nuestro egoísmo, por ser SACRAMENTO DEL AMOR DE DIOS.
·        Por nuestra propia psicología que nos hacer ver los defectos de los otros antes que sus virtudes y porque usamos a los demás echándoles la culpa de nuestros fallos.

  1. ¿En qué nos apoyaremos para vencer nuestras dificultades?
    • En la escucha de la Palabra, que nos revela que Dios es Padre y que todos nosotros somos hermanos y  hermanas. (El hombre es un lobo para el hombre, dicen los que no creen)
    • En la presencia de Cristo entre nosotros (“donde dos o más estáis reunidos en mi nombre, allí estoy yo”) Y Cristo se consideraba hermano de nosotros y de nosotras.
    • En la acción del Espíritu Santo. Solos no lo podremos conseguir.
    • Buscando ser humildes en nuestro trato, considerando a los demás como superiores.
    • Con el perdón y la RECONCILIACIÓN con uno mismo, con Dios y con las demás criaturas.

Así puede conocerse si el siervo de Dios tiene el espíritu del Señor: si, cuando el Señor obra por medio de el algo bueno, no por ello se enaltece su carne, pues siempre es opuesta a todo lo bueno,  sino, más bien, se considera a sus ojos más vil y se estima menor que todos los otros hombres. Adm 12. 

  1. ¿Cómo nos dice la Regla que debemos construir la fraternidad?

·        Acogiendo a los demás seres humanos, con humildad y con total respeto (a sus personas, sus pensamientos, su condición social, su raza, su sexo, sus aspiraciones y sus bienes).
·        Identificándonos con los más humildes. (siempre nos gusta juntarnos con los que son más –grandes ricos, poderosos, elegantes…- y nos cuesta vernos y juntarnos con los más pequeños y necesitados)
·        Creando condiciones de vida dignas para todos los hombres y mujeres.
·        Profundizando en el conocimiento propio y de los demás. (No se ama lo que no se conoce).
·        Con iniciativas para salvaguardar la Creación (La Naturaleza junto con los que la habitan: criaturas, plantas, ríos, montañas, lagos y los bienes que encierra).




  1. ¿Qué significa “crear condiciones de vida dignas”?

·        Que exista la Justicia y la Libertad. Y exigir a las autoridades que se cumplan las leyes que las prescriben (Derechos Humanos, Constitución, Leyes…). La Igualdad de oportunidades y derechos.
·        Que a nadie le falte lo necesario para vivir.
·        Que no exista la discriminación, la explotación, el abuso y la marginación.
·        Que no seamos indiferentes ante ningún ser humano y sus situaciones.
·        La contaminación (del aire, del ruido, de las aguas, las basuras), la degradación y destrucción de la Naturaleza destruyen las condiciones de vida dignas, por destruir el lugar en el que vivimos.
·        Ayudar a descubrir a los demás (empezando por uno mismo y por su familia) las razones para vivir, para amar y para sufrir (CC.GG 10)
·        Sabiendo y luchando por el DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES (lo que hay en la Tierra tiene que usarse pensando en el bien de todos los seres humanos), solo somos administradores. Todo lo hemos recibido, todo lo tendremos que dejar y los que vengan atrás de nosotros no pueden encontrar todo destrozado y escaso por nuestro mal uso y abuso.


1. Los franciscanos seglares "estén presentes... en el campo de la vida pública"; colaboren, según sus posibilidades, en la promulgación de leyes y normas justas.

 2. En el campo de la promoción humana y de la justicia, las Fraternidades comprométanse con "iniciativas valientes", en sintonía con la vocación franciscana y con las directrices de la Iglesia. Asuman posiciones claras cuando el hombre es agredido en su dignidad por causa de cualquier forma de opresión o indiferencia. Ofrezcan su servicio fraterno a las víctimas de la injusticia.

3. La renuncia al uso de la violencia, característica de los discípulos de Francisco, no significa renuncia a la acción; los hermanos procuren que sus intervenciones estén siempre inspiradas por el amor cristiano.  CC.GG Art. 22



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LECCIÓN 13:                                                                                                                     (REGLA 14)

CC.GG 19 y 20

EL REINO DE DIOS


  1. ¿Qué significa Reino de Dios (RdD)?

Entendemos por Reino de Dios como EL REINADO DE DIOS. Es decir todos aquellos corazones en los cuales Dios reina. Todos aquellos que de verdad, con su espíritu y sus obras hacen realidad la Voluntad de Dios. Dios reina cuando su voluntad se cumple.

….venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Mt 6,10

  1. ¿Es el Reino de Dios algo solamente espiritual?

No. El Reino de Dios tiene que ser vivido en nuestra realidad, en nuestro ambiente, en nuestras circunstancias y con toda nuestra  persona.
 ¿Por qué me llamáis: "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo? Lc 6, 46

  1.  ¿Porqué dice la Regla que tenemos que construir el RdD?

Porque tenemos que ponernos a ello. No podemos inscribirnos con un Acta de Bautismo, ni de nacimiento. Son nuestros actos, -lo que hacemos-, lo que nos dice si somos de Dios o no.

  1. ¿Cuál será nuestra motivación para buscar el RdD?

Son tres las motivaciones mas importantes:
·        Nuestra vocación: ser llamados por Dios al seguimiento de Cristo, su Hijo.
·        Llegar a ser hombres y mujeres llenos(que han llegado a completar -desarrollar, madurar…- lo que faltaba a su humanidad), viviendo una vida plena. Cristo el hombre perfecto…(Regla 14)
·        Haber experimentado el amor de Dios. Dios “se merece” que vivamos para él.
Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio! 1Cor 9,16

Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Mt 6,33

  1. ¿Cuáles serán nuestras herramientas para edificar el RdD?

·        Siendo levadura y sal. (humildad, sencillez, servicio, disponibilidad…)
·        Con el ejemplo, siendo testimonio de amor fraterno. (Amando a Cristo en los hermanos y hermanas)
·        Dando razones de nuestra esperanza cristiana.
·        Preparación profesional y espíritu de servicio (CC.GG. 20)

Den culto al Señor, Cristo, en sus corazones, estén siempre dispuestos a dar respuesta a todo  el que les pida razón de su esperanza. Pero háganlo con dulzura y respeto. Mantengan una buena conciencia, para que aquello mismo que les echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen su buena conducta en Cristo. Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal. 1Pe 3, 15-17



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LECCIÓN 13A:                                                                                                                 (REGLA 13)

CC.GG 10,18 y 22 

LA DIGNIDAD DE LOS HIJOS E HIJAS DE DIOS


  1. ¿Qué entendemos por dignidad?

Dignidad es el valor de una persona. NO es el PRECIO, como una mercancía, sino su VALÍA, algo que lo hace precioso. Esto no depende de lo que los demás nos digan o  nos den. Depende de que lo hayamos descubierto o no. Todos llevamos un tesoro. Unos lo descubren y otros no. Los que lo descubren nunca dejaran que nadie les quiten su dignidad, aunque les metan en la cárcel y les crucifiquen, como a Jesucristo.

  1. ¿Dónde se da cuenta un cristiano que lo que lleva es un VERDADERO tesoro?

La prueba definitiva de nuestra dignidad esta en que Cristo aceptó morir por cada uno de nosotros. Y no porque seamos buenos, sino porque nuestro pecado nos impide llegar a Dios.

  1. Entonces, ¿porqué tenemos tantas dificultades para que descubramos ese tesoro que llevamos?
·        Porque no nos valoramos adecuadamente. Hay personas que se valoran mucho más de lo que valen y hay muchas personas que se valoran mucho menos de lo que valen. Muy pocos se valoran en su justa medida.
·        Por nuestra falta de fe, al no creer en el amor que Dios nos tiene.
·        Por nuestra psicología que esta llena de mensajes negativos.
·        Por los intereses que tienen los poderosos (los dueños) que necesitan que estemos tranquilitos y digamos siempre lo que ellos quieren.
·        Por nuestro Pecado –envidia, orgullo, egoísmo, ambición, deseo de los bienes del prójimo…- que lucha contra el BIEN COMÚN.
·        Porque no nos RESPETAMOS a nosotros mismos, ni respetamos a los demás (personas y bienes).

  1. ¿Qué podemos hacer para conseguir nuestra dignidad?
·        Atrevernos a experimentar el amor que Dios nos tiene. Creer en El, esperar en El y amar como EL. Para llegar a conocernos como solo El nos conoce. Ése será nuestro tesoro.
·        Conocer las leyes (Constitución, Leyes Fundamentales, Derechos Humanos…etc.)
·        Participar en la elaboración de las leyes y exigir a los Diputados y Senadores cuando no sigan el Bien Común y defiendan PRIVILEGIOS (leyes para proteger a pocos).
·        No callarnos ante la injusticia (CC.GG. Art. 22)
·        Ayudar y acompañar a las víctimas (CC.GG. Art. 22.2)

  1. ¿Cómo nos dice la Iglesia que tenemos que buscar el Bien Común?
·        Con diálogo, respeto con toda persona humana, corresponsabilidad y amor CC.GG. art. 18
·        Luchando por la Verdad, la Justicia, el Amor y la Libertad.
·        Creando condiciones de vida dignas para todos los hombres y mujeres.
·        Profundizando en el conocimiento propio y de los demás. (No se ama lo que no se conoce).
·        Con iniciativas para salvaguardar la Creación (La Naturaleza junto con los que la habitan: criaturas, plantas, ríos, montañas, lagos y los bienes que encierra).


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LECCIÓN 14:                                                                                                                     (REGLA 15)

CC.GG  22  

LA FE Y LA JUSTICIA


  1. ¿Qué significa ser coherente?

Significa, ante todo, asumir las consecuencias de creer. Coherencia es responsabilidad y coherencia es valorar (darle valor, precio..) las creencias propias. Es tomar en serio a Dios y la fe en él.

… Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo,Fil 1, 27

  1. ¿Puedo vivir mi fe sin acordarme de la Justicia?

No. No sería una fe verdadera.

 Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. Mt5,20
Buscad primero su Reino y su justicia... Mt6,33

  1.  ¿Qué podemos hacer si los que tienen que velar  por la Justicia no lo hacen?

La primera cosa es que no podemos hacer como ellos. La segunda es que podemos  hacer mucho mas de lo que pensamos, si estamos convencidos. Si valoramos la Justicia en su medida verdadera y si hacemos de la Justicia el centro de nuestra oración.
Podemos hacernos conscientes, reflexionar juntos y proponer soluciones. Aunque sean sordos y no hagan caso. Algo siempre queda.
Conocer las leyes y utilizar todos los recursos que la ley  nos brinda. Agotar los caminos legales.

  1. ¿Qué podemos hacer ante la injusticia?

Primero: no volver la cabeza, ni cerrar los ojos, ni los oídos. Ser sensibles ante todo signo de injusticia y reaccionar en la medida de nuestras posibilidades.
Hacer en nuestras reuniones  de fraternidad (Consejo, Secciones…) un espacio para comentar los  sucesos y buscar juntos formas de actuar.
Lo que da fuerza a la injusticia es el silencio. Y nos convertimos en culpables por ser cómplices.
Ser solidarios con los seres que padecen las injusticias. (el buen samaritano. Lc10,30-37)

  1. ¿Cómo podemos promover la Justicia?

    • Estando presentes en la vida pública y colaborando en la  promulgación de leyes justas (también en la derogación de las leyes injustas)
    • Participando en las iniciativas de promoción humana. Sin un mínimo de  condiciones de vida y de desarrollo no hay Justicia. No es justo que un tercio de la Humanidad este pasando hambre.
    • Denunciando públicamente las injusticias. Callarnos nos convierte en cómplices.
    • Desde una opción de no-violencia. Renunciar a toda violencia física y verbal y a la discriminación.


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LECCIÓN 15:                                                                                                                     (REGLA 16)

CC.GG 15,20 y 21
      MATERIALES                                                                                                                         

TRABAJO: COLABORANDO CON DIOS EN LA CREACIÓN


  1. ¿Qué entendemos por trabajo?

El trabajo es una actividad (productiva, servicios, creativa…) que modifica las condiciones en las que vivimos y las transforma. Una conclusión es que podemos cambiar las condiciones, las circunstancias en las que vivimos, con nuestra actividad y nuestro esfuerzo y nuestra oración. Pero otra no menos importante es que no podemos trabajar y pretender que no pasa nada. Si yo, porque lo necesitan los campos, cambio el curso del río, no puedo cerrar los ojos a lo que pasa río abajo. O el caso de la cementera de los Haitises…

  1. ¿Podemos seguir pensando que el trabajo es un castigo de Dios?

Llevados de una mala interpretación de la Biblia (Gn 3) hay mucha gente que todavía sigue pensando eso. Y con eso prenden justificar su haraganería.
Si alguien ha descubierto que ha recibido de Dios un don –aunque solo sea uno- tiene que ponerlo a trabajar. Porque estamos llamados a hacer fructificar los dones que Dios nos da. No ver las cosas desde este modo significa que no vemos o no creemos en los dones que Dios nos ha dado..

Para San Francisco, el trabajo es un don y el trabajar es una gracia. El trabajo de cada día es no sólo medio de sustento, sino también una ocasión de servicio a Dios y al prójimo, y un camino para desarrollar la propia personalidad. CC.GG.21

  1.  ¿Qué nos enseña la Regla y los documentos de la Iglesia sobre el trabajo?

Primero que es una posibilidad de unirnos a la labor creadora de Dios. La Creación, puesta en las manos del ser humano, tiene la posibilidad de seguir desarrollándose y multiplicándose. Pero también puede ser una ocasión de lo contrario: Desbaratar todo lo bueno, con un mal uso y aprovechamiento: contaminación, cambio climático, desertización, desaparición de especies animales…

Segundo que es la manera de unirnos a la labor liberadora de Dios:

Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios.
La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Rm 8, 19-23

En tercer lugar nos recuerda la labor servicial del creyente. Estamos llamados a servir al resto de los seres humanos con nuestro trabajo. Esto tiene una doble dirección. Una, que con nuestro trabajo hacemos un servicio y otra, que servir nos cuesta trabajo.
Hoy estamos olvidando esta dimensión de la gratuidad, de la autodonación, del servicio como desgaste de amor. Una sociedad tan materialista nos lleva a no valorar estos esfuerzos gratuitos. Incluso hace que haya gente –cada día más- que se siente mal si no consigue lo suyo.
Piensen que es lo que pasa con nuestros pensamientos e ideas de los dirigentes que no se enriquecen con su puesto (Vean si no lo que le ocurrió a uno de los padres de la Patria: Juan Bosch, que ha necesitado muchos  años para que le reconozcan y le hagan homenajes).

  1. ¿Qué nos enseña la Doctrina Social de la Iglesia sobre las relaciones de trabajo?

·        Primero nos llama la atención sobre la justicia que tiene que haber en la repartición de los beneficios de todas las fuerzas productivas.
·        Que tanto el trabajador/ra como el empleador/ra (directo o indirecto) esta obligada a velar por la justicia con las necesidades de la persona. (en uno y en otro sentido)
·        Que en el trabajo se juntan el deber con el derecho. Es intentando hacer posible esta unión donde se puede hacer realidad el canto de los profetas sobre la doble unión de misericordia y fidelidad y de la justicia y la paz.
·        Que tenemos que velar por que el destino de los bienes sea para todos los hombres y mujeres de la Tierra. Y no solo de unos pocos, o los de mi religión, cultura, raza o País.
·        Que debemos afrontar y luchar contra toda forma de actividad que lleve a la esclavitud de las personas. O que dañe y disminuya su dignidad.



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LECCIÓN 16:                                                                                                                     (REGLA 17)

CC.GG 24, 15, 17, 23.

LA VIDA EN FAMILIA


  1. ¿Por qué la Regla insiste en la vida en la familia?

Porque tenemos que ser coherentes y responsables. Lo que no vivamos en la familia no vamos a vivirlo lejos. Si lo separamos, es una forma de ser falsos. “Quien no es fiel en lo poco no lo será en lo mucho”Mt 25,21

  1. ¿Qué nos dice san Francisco de Asís que tiene que ser nuestra vida? R 17: 3C 58

n      Que, al ver nuestro comportamiento den gloria y alaben al Padre que está en los Cielos.
n      Que la paz que anunciamos la tengamos –en mayor medida- en nuestro corazón.
n      Que nadie sea provocado por nosotros a la ira o al escándalo.
n      Que por nuestra humildad y bondad hagamos que se devuelvan los corazones en violencia.
n      Hemos sido llamados para curar a los heridos, vendar a los quebrados y corregir a los equivocados.
n      Porque los que parecen ser miembros del diablo, puedan ser también discípulos de Cristo.

  1. ¿Qué tiene que ver la familia con la Orden? ¿No son dos cosas diferentes?

La Regla es el “Libro de la vida”, decía san Francisco. Y nuestra vida comienza con nosotros mismos, sigue con la familia, los vecinos, la gente de la iglesia, el pueblo, la nación…  La Orden es una FORMA DE VIVIR el EVANGELIO, por eso también tenemos que aprender a vivirlo en familia.

  1.  ¿Cómo tenemos que ver la familia desde la OFS?

Es el primer lugar donde tenemos que vivir el espíritu franciscano (paz, fidelidad, humildad, respeto a la vida…), donde lo tenemos que practicar –la práctica nos exige un esfuerzo y un conocimiento- con todo lo que significa. Es una oportunidad de hacer un ejemplo viviente de lo que creemos. Cuando le preguntan a Cristo por su vida, responde:
« Venid y lo veréis. » Jn 1, 39
Lo mismo le responde a Juan el Bautista cuando le manda a preguntar si es el que habría de venir: vean lo que hago, vean mis obras

  1. ¿Qué debemos hacer desde la Fraternidad?

Las Constituciones nos dan los puntos siguientes:
n      sea tema de diálogo (la familia) y de comunicación de experiencias la espiritualidad familiar y conyugal y el planteamiento cristiano de los problemas familiares;
n      compártanse los momentos importantes de la vida familiar de los hermanos y téngase una atención fraterna hacia los que -célibes o solteros, viudos, padres solos, separados, divorciados- viven en situaciones y condiciones difíciles;
n      créense condiciones para el diálogo intergeneracional;
n      favorézcase la formación de grupos de matrimonios y de grupos de familias.



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LECCIÓN 17:                                                                                                                     (REGLA 18)

CC.GG 18

LA FRATERNIDAD UNIVERSAL


  1. ¿Qué entendemos por respeto a las criaturas?

Solo hay una manera de respetar verdaderamente: mirando y considerando a la criatura –toda criatura- como se mira y se considera uno mismo.

« ¿Cuál  es el primero de todos los mandamientos? »
Jesús le contestó: « El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor,
y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos. » Mc 12, 28-31.

  1. ¿Qué nos dice la Regla de la razón para respetar a todas las criaturas?

Porque todas las criaturas son “portadoras de la significación del Altísimo ”. Como decia Francisco nos hablan de El,

Loado seas, mi Señor, con todas tus creaturas, especialmente por el señor hermano sol
el cual nos trae el  día y   por el  cual nos iluminas, y es bello y radiante con grande esplendor:
de ti, Altísimo, lleva significación:

Francisco cuando ve a Dios lo ve “con todas sus criaturas” y cuando ve a la criatura ve a Dios mismo.

  1.  ¿Qué nos quiere decir la Regla con la “tentación de la explotación”?

Que en nuestra condición humana estamos inclinados a aprovecharnos del prójimo y explotarlo si tenemos ocasión. ¿Cuándo? Cuando esta necesitado y nosotros podemos resolverle y le ponemos precio y condiciones. Cuando somos más poderosos que él y le obligamos a hacer lo que nosotros queramos…
Pon tú misma otros ejemplos


  1. ¿Cómo podemos luchar contra esta tentación?

·        Trabajando por la Fraternidad Universal. No podemos cerrarnos en cosas como: pueblo, nación, raza…
·        Luchando por la dignidad humana. Por crear las condiciones dignas de una persona redimida por Cristo
El sentido de la fraternidad los hará felices y dispuestos a identificarse con todos los hombres, especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear condiciones de vida dignas de criaturas redimidas por Cristo (1Reg., 9,3; Mt 25,40). Regla 13
·        Con la corresponsabilidad y el amor vividos y sentidos (no solamente con la boca).
·        Con espíritu de acogida y atmósfera de hermandad. Acogiendo a todos como hermanos propios.
·        Colaborando con los movimientos que promueven la hermandad de los pueblos.


  1. ¿Qué quiere decir la Regla con que tenemos que “identificarnos con todos los seres humanos”?

Que no podemos quedarnos en la simpatía. Ser simpáticos y que sean simpáticos con nosotras, sino que tenemos que vivir la empatía: ser capaces de ponernos en sus zapatos y sentir como ellos sienten, comprender a cada  persona y en su situación


  1. ¿Cuál es el camino que nos recomienda Francisco?

El de la humildad. Ponernos, por amor, al servicio de toda criatura.
 El que haciéndolo se siente pendejo es que todavía esta lejos de comprender y de vivir el amor y la humildad.

  No debemos ser sabios y prudentes según la carne, sino, más bien, sencillos, humildes y puros. Y hagamos de nuestros cuerpos objeto de oprobio y desprecio, porque todos por nuestra culpa somos miserables y podridos, hediondos y gusanos, como dice el Señor por el profeta: Soy gusano y no hombre, oprobio de los hombres y abyección de la plebe (Sal 21,7). Nunca debemos desear estar sobre otros, sino, más bien, debemos ser siervos y estar sujetos a toda humana criatura por Dios (1Pe 2,13). 2CtaF 2


  1. ¿Qué es lo que nos dice la Iglesia de cómo podemos mejorar en nuestra responsabilidad?

“mejorando nuestra cultura espiritual”: haciendo que el corazón se vuelva generoso, respondiendo a la vocación a la que cada una esta llamada y entregándose a Dios y a los demás.

  1. ¿Porqué nos recuerda la Iglesia las enfermedades de la libertad?

Porque nada de todo esto, ninguna fraternidad se puede construir si no es con la libertad de todos y cada uno.
Y la libertad se enferma cuando se tiene demasiado poco y se envilece (se hace despreciable) cuando se tiene demasiadas cosas

  1. ¿Cómo se sana una libertad enferma?

Aceptando las obligaciones de la vida social y entregándose al servicio de la comunidad en la que vive.

  1. ¿Cuáles son las razones para la solidaridad?

 Porque Dios creó al hombre no para vivir aisladamente, sino para formar sociedad. De la misma manera, Dios "ha querido santificar y salvar a los hombres no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo que le confesara en verdad y le sirviera santamente"(ver la cita de los materiales).

  1. ¿Qué es lo que conseguimos trabajando en justicia y santidad = solidaridad?

Primeramente transformar la sociedad (mi familia, mi barrio, mi pueblo…) pero también transformarnos nosotros mismos, creciendo y madurando como hombres y mujeres, a ejemplo de Cristo, llegando a ser lo que Dios quiere de cada uno y cada una.
Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.Lc 2,52







LECCIÓN 18:                                                                                                                     (REGLA 19)

CC.GG 19 y 23

PORTADORES DE PAZ


  1. ¿Qué significa portadores de paz?

Que no podemos hablar de paz, ni desearla a nadie, si no la llevamos dentro y, a la vez, que la llevamos a los demás.

  1. ¿Porqué la Regla nos dice que además tenemos que ser conscientes? ¿Qué es ser consciente?

Es consciente el que siente, piensa, quiere y obra con conocimiento de lo que hace. || Con pleno uso de los sentidos y facultades. No es consciente un niño, ni alguien necio (necio=el que pudiendo y debiendo saber, no sabe.) ¿Cómo podemos ser plenamente conscientes?

  1. “conscientes de que ha de construirse”

Es decir que la paz no llega con buenos deseos, ni alejándonos del problema, cerrando los ojos, ni siquiera con solo la oración, sino que nos pide nuestro esfuerzo, entrega y dedicación. Construirse como una casa: block a block, chin a chin…Como la levadura… (CC.GG 19)

  1. ¿Cuáles son los materiales para construir la paz? ¿Qué nos dice la Regla?

·        Con unidad y entendimiento (con el resto de los hombres y mujeres que desean y buscan la paz)
·        Con diálogo (empezando por la propia familia y por la Fraternidad)
·        Con fe, es decir que creemos en la Presencia de Dios en cada ser humano y en el poder de su Amor.
·        Con amor. Sobre todo el amor a los enemigos.
·        Con perdón y reconciliación. Perdonándonos mutuamente y reconciliándonos.
·        pero…¡no haciendo coro con los culpables! (Aborrezcan el mal y amen el bien. Am 5,15)

  1. ¿Qué nos dice la Biblia y los documentos de la Iglesia sobre la ausencia de la paz? Razones
En la Encíclica Gaudium et Spes (=alegria y esperanza) nos recuerda que es el PECADO (personal (egoísmos) y estructural (injusticias, abusos…)) el que rompe la paz y la impide.

  1. ¿Qué nos dice la Biblia y los documentos de la Iglesia sobre la paz?
·        Que no se puede construir la paz sin la Justicia. Y que no hay justicia cuando hay abuso, dominación, engaño, corrupción... Is 32,17 hasta 33, 24
·        Asegurando el bien de las personas, y con la comunicación de bienes materiales e intelectuales.
·        Con el ejemplo, siendo testimonio de amor fraterno. (Amando a Cristo en los hermanos y hermanas)
·        Dando razones de nuestra esperanza cristiana.
·        Preparación profesional y espíritu de servicio (CC.GG. 20)

La Misericordia y la Fidelidad se han encontrado, la Justicia y la Paz se han abrazado; de la tierra está brotando la verdad, y del cielo se asoma la justicia. Salmo 85


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LECCIÓN 18a:                                                                                                                 (REGLA 19)

CC.GG 26 y 27

PREPARANDO EL ENCUENTRO CON EL PADRE


  1. ¿Además de portadores de paz, qué otras cosas tiene que llevar a los demás el/la franciscan@ seglar?

La Regla nos indica que junto con la paz, tenemos que llevar el gozo y la esperanza.  Y eso en medio del dolor, de las dificultades y hasta de la muerte. Además nos dice que tenemos que esforzarnos en conseguirlo.

  1. ¿Y qué pasa si estamos tristes, preocupados, con pique o  nos sentimos impotentes?

Decía Francisco que cuando eso ocurriera lo que debemos hacer es ponernos en oración “hasta que Dios nos devuelva la alegría de nuestra salvación”, A veces esto dura un tiempecito, ¿qué hacer entonces? Primero, ser conscientes de lo que nos pasa y si vemos a alguien que esta peor que nosotros, confesar nuestro dolor y unirnos en oración a la otra persona, con humildad, con confianza y con verdad, sabiendo que no  podemos dar lo que no tenemos, aunque lo deseamos. No sirve engañar ni relajar.

  1. ¿Cómo era la oración de san Francisco en esos momentos de dolor?
Lo que a nosotros nos sale primero es quejarnos; y pedirle a Dios que nos lo quite. Francisco buscaba alabar a Dios y se apoyaba mirando a las criaturas que Dios había creado (ver los materiales)

  1. ¿En qué otra cosa tenemos que apoyarnos para encontrar esa paz, con el gozo y la esperanza?
En confiar en la Presencia de Dios (tal vez en forma de pequeña semilla) en cada persona y en la fuerza transformadora del amor y del perdón. CONFIAR, AMAR y PERDONAR. Ver, incluso en los que nos odian y maldicen, una criatura de Dios. Y aunque sean malos de verdad, confiar que Dios puede transformarlos.
porque Yo os digo que Dios puede sacar de estas piedras hijos de Abraham. Mt 3,9

  1. ¿Cuál nos dice la Regla que debe ser nuestra preocupación ante la muerte?
Lo primero que nos viene a la cabeza es la salvación (desgraciadamente la mayoría de las veces, cuando oramos, solo pensamos en pedir que nos de lo que necesitamos, o nosotros creemos que necesitamos). Salvarnos nosotros y, a veces tambien pensamos en la salvación de nuestros seres queridos.
Pero antes que eso la Regla nos recuerda que “tenemos que preparar el encuentro con el Padre

  1. ¿Cómo podemos  preparar ese encuentro?
Esta es la finalidad de nuestra fe: llegar a conseguir la vida en Dios: vivir la fe, en esperanza y amando a todos los seres humanos, como Dios nos ama. VIVIR ES: VIVIR PREPARANDO ESE ENCUENTRO. CONFIANDO, ESPERANDO, DESEANDO…

  1. ¿Qué significa encuentro definitivo?
La Regla nos dice que ese será el encuentro definitivo, es decir que debemos tener –mientras vivimos- otros encuentros con Dios. Y si no lo hemos hecho en vida, luego no pasará nada y lo volveremos a perder.



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LECCIÓN 19:                                                                                                                     (REGLA 20)

CC.GG 28 y 29

ORGANIZACIÓN Y LEYES DE LA FRATERNIDAD

Comienza el Capítulo III de la Regla

  1. Posicionamiento de la Fraternidad dentro de la Organización de la OFS
La Fraternidad Local es la célula primera -y más importante- dentro de la Orden y de la Iglesia. Por eso tiene que estar perfectamente organizada: para que cada hermano y hermana tenga su lugar dentro de toda la Orden.

  1. ¿Qué sentido y significado debemos dar a las leyes y normas?
Nuestro Señor Jesucristo ya indicó muy claramente que no había venido a abolir la ley, sino a completarla. Las leyes las ponemos por necesidades humanas y sobre todo por las muchas diferencias que nos acompañan a los humanos: POR LA NECESIDAD DE CONVIVIR EN LA DIVERSIDAD y como ayuda para darnos cuenta de nuestro pecado (Rm 7,7;Rm 2,18  ;Gal 3,17).

  1. ¿Solamente por eso? ¿Qué debemos pedir de unas leyes y una organización?
No solamente tenemos que convivir –aprender a tolerarnos, como primer paso para respetarnos y luego después, amarnos- sino que tenemos que ser eficientes. Es decir que tenemos que velar, preocuparnos por conseguir nuestros fines y propósitos. Y eso, de la mejor manera en cada fraternidad y circunstancia (en cada momento histórico).

  1. ¿Qué otras cosas nos da la organización?
Cuando la organización es eficaz nos ayuda a encontrar la unidad, la identidad y nos fortalece en nuestra vocación. Y como nos recuerdan los Estatutos (EE.NN 6,2) sirven para hacer presente nuestro carisma en la Iglesia y en el mundo (y no solamente que nos puedan distinguir).

  1. ¿Para qué sirven las Regionales, la Nacional, el CIOFS? ¿Qué nos dice la Regla?
En el artículo 2 de la Regla veíamos que la OFS es una “unión orgánica” de todas las Fraternidades que existen en el mundo y que, por lo tanto, necesitan estar sometidas a una organización para lograr su funcionamiento. De aquí sale la obligación de cada  hermano y hermana al sostenimiento de toda esa organización.

  1. ¿Qué es que buscamos en la organización? Objetivos
Como nos dice el Art. 29 de las CC.GG.:“Ésta es una exigencia de la comunión entre las Fraternidades, la ordenada colaboración entre ellas y la unidad de la OFS”. Serían dos por lo tanto:
§         Una ordenada y eficaz colaboración entre todas las fraternidades
§         La unidad, no solo espiritual, sino de comunión de vida.

  1. ¿Qué condiciones son imprescindibles para la formación de una Fraternidad?
Se llama erigir a establecer una nueva Fraternidad y son necesarios DOS DOCUMENTOS:
§         Carta de consentimiento del Sr. Obispo
§         Documento de erección firmado por el Superior competente de la Primera Orden, que será el que se responsabilice de la Asistencia Espiritual.
CC.GG 46; EE.GG. art. 6; CIC c.518;


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LECCIÓN 20:                                                                                                                     (REGLA 21)

CC.GG 31,32,33 y 34

EL CONSEJO Y EL MINISTRO/A


  1. ¿Qué dice la Regla del sentido del Consejo y su ministro/a?
El sentido del Consejo y su ministro/a es –según la Reglaanimar y guiar. Lo que significa que tienen que darse cuenta (conocer) de cómo estan todos y cada uno de los hermanos y hermanas y tienen que saber hacia dónde deben caminar. Dar ánimos y señalar el camino. Dice el diccionario que guiar es: ir delante señalando el camino

  1. ¿Qué significa la expresión “el Consejo y un ministro/a”?
Es para señalarnos quien tiene la importancia dentro de la Fraternidad. No es una persona, sino todo el grupo de elegidos para servir a la fraternidad. El ministro/a solo es más importante, si cumple su servicio. Es decir si sirve más y mejor y si se pone al frente dando con su ejemplo de vida, la dirección y el modo de caminar a todos los hermanos y hermanas de la Fraternidad.

  1. ¿Cuáles son los requisitos para cumplir (y ser elegido/a) el oficio de Ministro/a?
Nos dice la Regla que los requisitos son “disponibilidad y responsabilidad para con cada uno de los hermanos y hermanas y con la Fraternidad”. Y deben continuar durante todo el tiempo de servicio del cargo. Ademas tiene que estar convencido/a de su vocación. Las Constituciones añaden que deben mostrar su amor a la Fraternidad (y  a cada uno de los hermanos y hermanas)(=estar enamorado/a).

  1. ¿Porqué es importante el cumplir los requisitos para las elecciones?
Estamos demasiado acostumbrados, con las elecciones politicas, a desentendernos después de las votaciones, que conviene recordar que tenemos una responsabilidad con lo que hemos votado. De la misma manera que estamos obligados a cambiar nuestro voto si no se cumple lo que la Regla dice–que es la que da validez– y volver a escoger alguien que la cumpla y la haga cumplir.

  1. ¿Cuáles deben ser las preocupaciones principales del Consejo y un ministro/a?
La primera es hacer que se cumpla la Regla, que nos sirva para nuestra principal tarea: vivir el Evangelio. Después, “ha de promover la personalidad y capacidad de cada hermano y de cada Fraternidad, y respetar también la pluralidad de expresiones del ideal franciscano”
CC.GG 33;

  1. ¿Cuáles son las  otras tareas importantes del Consejo y un ministro/a?
Son varias. Tienen que hacer cumplir las decisiones que se tomen en el Consejo, estando atentos –para cumplir– las disposiciones de los Consejos de los niveles superiores (Regional, Nacional, CIOFS). Preocupación por conocer  a todos los hermanos y hermanas para amarlos, animarlos, fortalecerlos y acompañarlos en sus vidas y afanes.
Para lo cual es necesario un trabajo coordinado de todos los hermanos y hermanas (y especialmente los del Consejo), una formación para poder ser competentes (Muchas veces bastaría con una preocupación que le llevara a pedir ayuda), sentido de la Responsabilidad con Dios y los hermanos/as y un diálogo fraterno, apoyado en la Regla y la reconciliación de todos/as y cada uno/a .


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LECCIÓN 21                                                                                                                    (REGLA 22)

CC.GG 46,47 y 48

LA ERECCIÓN DE LA FRATERNIDAD


  1. ¿Qué significa erección?
Las palabras que significan erección son: fundar, establecer, constituir… para desarrollar una función. En el caso de  nosotros, es poner la zapata (la base, el fundamento) para construir una fraternidad, que nos permita vivir en la Iglesia y en la sociedad el carisma franciscano.

  1. ¿Cuáles son los pasos para poder erigir una fraternidad?
Son varios:
§         Número de hermanos y hermanas  profesas suficientes (cinco o más)
§         Que el Consejo Regional lo apruebe porque lo vea oportuno y conveniente.
§         Carta de autorizacion del Sr. Obispo (c.312)
§         Carta de autorización del Superior Mayor que se vaya a hacer cargo de la Asistencia Espiritual. (EE.GG. Art. 6)

  1. ¿Por qué es importante el cumplir los requisitos para la erección canónica?

Cumplir las leyes no nos va a hacer mejores, pero tenemos que cumplirlas para, primero, dar ejemplo; segundo mostrar nuestra comunión con la Familia Franciscana y con la Iglesia, en la persona del Sr. Obispo; tercero ser conscientes de nuestra responsabilidad en la Orden y en la Iglesia.
En un mundo en el que solo se miran los derechos, tenemos que dar ejemplo de que no existen derechos sin obligaciones.
Ser serios y responsables desde el inicio es una garantía de responsabilidad y cumplimiento de nuestros objetivos: VIVIR EL EVANGELIO AL ESTILO DE SAN FRANCISCO DE ASÍS, DENTRO DE LA IGLESIA EN NUESTRO ESTADO SEGLAR (nuestra familia, barrio, pueblo…)

  1. ¿Cuáles deben ser las referencias principales de una fraternidad?
El sentido primero de la fraternidad es el poder hacer presente en la Iglesia y en la sociedad el carisma franciscano. Segundo, por la unión orgánica de todos sus miembros, estan llamados a revivir la vocación de Francisco de “reparar la Iglesia”, con los medios que él mismo utilizó: pobreza, humildad, sencillez y obediencia. Tercero, por esta unión estan llamados los hermanos y hermanas a hacer visible la Fraternidad (escuela para aprender a ser hermano/a) dentro de la Iglesia y de la Sociedad. (CC.GG. art. 100)

  1. ¿Cuáles son las otras tareas importantes de la  Fraternidad?
Hacer posible que cada hermano y hermana puedan vivir su vocación. La preocupación por servir al Reino en medio de la sociedad (su estado seglar) y procurar que pueda extenderse a otros hermanos y hermanas. (Venga tu Reino y hágase tu Voluntad). Que los pobres y necesitados reciban de ustedes la Buena Noticia, su cercanía, (prójimo=próximo) la mano que los ayuda y sostiene. Que todos los perseguidos y oprimidos reciban su apoyo y su mensaje de Paz y Bien. Y que la paz que predican la lleven, primeramente en sus corazones y en sus vidas, siendo instrumentos de reconciliación. Vivan alegres y contentos porque han recibido su alegría del mismo Cristo (la alegría de su propia salvación).


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LECCIÓN 22:                                                                                                                     (REGLA 23)

CC.GG 37,38,40,41 y 42
EE.NN.3, 15 y16

LA PERTENENCIA A LA OFS


  1. ¿Cómo se llega a pertenecer a la OFS?
Es un camino diferente para cada persona, pero que tiene unos pasos comunes y el primero es la petición, a  través de un/a miembro/a, al Consejo de una fraternidad.

  1. ¿Por qué la Regla habla de un proceso?
Hay muchos caminos por los que una persona llega a buscar en la Orden su relación con la Iglesia y con Dios. Esos caminos tienen que pasar: 1º por un discernimiento, 2º por una formación y 3º por una experiencia de vida (también apostólica) en una Fraternidad. Al final de ese proceso está la propia vocación, que una vez discernida por la Maestra y el Consejo, admiten a la Profesión.
 La vocación a la OFS es una vocación específica, que informa (=formar por dentro, interiormente) la vida y la acción apostólica de sus miembros. Por consiguiente, no pueden formar parte de la OFS-quienes ya están vinculados, mediante compromiso perpetuo, a otra familia religiosa o Instituto de vida consagrada.CC.GG 2,1
El proceso continua después de la profesión –como nos recuerdan los art. 37 y 44- porque estamos llamados a acrecentar (hacer crecer) nuestra vocación hasta la propia muerte.

  1. ¿Cómo intervienen las hermanas/os en este proceso?
Como nos recuerdan las Constituciones en el art. 37: los hermanos intervienen con la acogida, con su oración y con su ejemplo. La Fraternidad entera esta llamada a ser una escuela de ser hermanos y hermanas. Debemos ser en la Iglesia y en el mundo un ejemplo de cómo ser hermanos y de trabajar por la construcción de un mundo más fraterno.
Amen y vivan la pureza de corazón, fuente de la verdadera fraternidad, CC.GG. 15,4

  1. ¿Cuáles son las etapas del proceso incial?
Son tres: iniciación, formación y profesión. Según el artículo 37 la iniciación sirve para revisar su fe (la Biblia, el catecismo, los mandamientos de la Iglesia…), comenzar su iniciación al conocimiento de san Francisco de Asís (vida y escritos), para hacer experiencia de vida franciscana (participando de la vida y apostolado de la fraternidad) y para hacer un discernimiento conjunto de su vocación a la OFS. La etapa de formación correspondería al noviciado que sería donde la aspirante conoce la Regla, las Constituciones y los Estatutos de la OFS, madura en su vocación y conoce a fondo la OFS (art.40). Finalmente tras el informe de la Maestra, del Asistente (art. 41) y la aprobación del Consejo, se llega a la Profesión, como verdadero comienzo de la vida franciscana seglar.

  1. ¿Qué aspectos se tendrán en cuenta durante este proceso inicial?
Como nos recuerdan las Constituciones el Agente principal de este proceso es el Espíritu Santo  (art.37) por ello será fundamental como el o la aspirante hacen su oración y su meditación.
Es importante reflejar lo que supone este paso en la vida de su familia y el grado de acuerdo o desacuerdo que exista. Y la relación y el cumplimiento con los hermanos y hermanas. RESPONSABILIDAD, FIDELIDAD, LIBERTAD Y AUTENTICIDAD serán los valores a discernir.
Cuando el grado de madurez de la vocación y personal del aspirante, no son los adecuados, o determinados aspectos de su vida exigen mejora, se valorará la PROFESIÓN TEMPORAL.


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LECCIÓN 23:                                                                                                                     (REGLA 24)

CC.GG 53, 96 y 97

REUNIONES Y COMUNIÓN FRATERNA


  1. ¿Por qué tenemos que reunirnos?
Ya veíamos en la Regla 21 que el camino franciscano es un camino de Fraternidad, de hermanos y hermanas. Ahora la Regla nos vuelve a recordar que no podemos ser hermanos y hermanas solo de nombre sino para vivir en comunión y alcanzar la vida.

  1. ¿De qué vida nos esta hablando?
Primeramente –como nos recuerda la 1Jn,- para estar en comunión con la Iglesiacon los que son testigos en la Iglesia (la Iglesia es santa y pecadora a la vez, no tenemos que olvidarlo)- y con ello buscar la comunión con Dios. Es la comunión con Dios la que nos dará la vida (no solo la eterna).

  1. ¿Cuál es el modelo de comunión que nos dice la Biblia?
No solo tenemos que estar en comunión, sino que nuestra comunión se tiene que parecer a la que las tres divinas personas tienen entre sí: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Y en contra de los gnósticos o de los demasiado espirituales nos recuerda la 1Jn que la comunión nos tiene que llevar a ver, contemplar (es decir, ver lo que hay detrás de un rostro: sus necesidades, sentimientos, dignidad…) y tocar (es decir: poner a trabajar nuestras manos)

            “…ocasiones de encuentro y de colaboración CC.GG. Art. 53

  1. ¿Por qué nos dice la Regla que tenemos que estimular la comunión?
Porque la comunión no es algo que sale lo primero, espontáneamente. Por eso la gente que solo busca el placer, cuando éste desaparece no quiere saber nada de comunión y huye. Tenemos que estimular porque es una manera de avivar, de impulsar la vida, de incitar-animar a la vida de comunión.
Muchas veces cuando hablamos de “avivamiento” solo pensamos en el “caliente”, en el sentimiento y nos olvidamos de la vida, de la vida en comunión. Y una vida que, a veces, nos cuesta porque es como subir lomas.

  1. ¿Qué aspectos se tendrán en cuenta al programar las reuniones?
Primero nos dice la Regla que tenemos que hacerlo con toda la FAMILIA FRANCISCANA, que tienen que ser frecuentes (lo más que permitan las condiciones ambientales) y que, sobretodo, se buscarán las reuniones con los jóvenes (JUFRA).
Que tenemos que buscar el crecimiento de la Familia Franciscana: todos y todas que siguen la espiritualidad franciscana o camino franciscano para vivir el Evangelio.

  1. ¿Qué aspectos se tendrán en cuenta al programar las reuniones con la JUFRA?
Como nos recuerdan las CC.GG, la preocupación primera debe de ser la de compartir experiencias de vida. Es decir, que ofrecemos a los jóvenes la posibilidad de que tengan experiencias de vida franciscana. No solamente reuniones de charlas…
El art. 96 nos recuerda que tenemos que buscar los medios para presentarlas adecuadamente.
El art. 97 nos dice que tenemos que acompañar los procesos que vivan los y las jóvenes. Y no solamente mandando un representante sino estando atentos a sus necesidades e intuiciones.



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LECCIÓN 24:                                                                                                                     (REGLA 25)

CC.GG 30 y 95

CORRESPONSABILIDAD Y PERTENENCIA FRATERNA


  1. ¿Por qué tenemos que que pagar la cuota?
Muchos hermanos y hermanas se preguntan y ¿por qué si soy pobre tengo que pagar? En la fraternidad  pasa lo mismo que en la familia. Hay hijos de sangre, que no quieren saber nada de sus padres ni de lo que pasa en su casa. Si se ponen a pensar lo que se les pide no pasa de 12 pesos al mes. De verdad, digan de corazón: ¿Quién no puede pagar  12 pesos al mes? Pues sí, hay alguno y alguna. Pero ninguno de los que se quejan está  entre ellos. El pago debe ser “según las posibilidades”. El que más tiene, más paga.

  1. ¿Qué tiene que ver con la pertenencia el pago de la cuota?
El verdadero signo de pertenencia esta en que nos preocupemos  de lo nuestro(que lo amemos). De nuestras actividades y de la vida de la Fraternidad. Es el amor que tenemos a la Orden lo que hace que podamos sacrificarnos para buscar el bien de todos. No podemos tener una organización sin un gasto.

  1. ¿Qué pasa, que solo tenemos deberes?
No solo tenemos deberes sino también derechos dentro de la Orden. El primero es que el Consejo de cuentas claras de los cuartos que recibe de los hermanos, para evitar chismes y malas palabras. Pero también para ser ejemplo en la sociedad corrupta en la que vivimos. Como cristianos y cristianas estamos llamados a ser levadura, fermento de la sociedad y lo tenemos que mostrar con nuestras buenas obras. Tambien tendremos que velar y estar atentos a que la Orden –en todos sus estamentos: -local, regional, nacional, internacional- haga un uso adecuado de sus bienes.

  1. ¿Por qué las Constituciones hablan de actividades?
Porque hay situaciones de hermanos y necesidades (por ejemplo la formación) que no pueden organizarse solamente con el pago de la cuota. Si una fraternidad tiene –por ejemplo- dos hermanos que no pueden pagar, los demas, que si pueden, tienen que cubrir a esos hermanos y hermanas. También en otras necesidades muy humanas.
El sentido de la fraternidad los hará felices y dispuestos a identificarse con todos los hombres, especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear condiciones de vida dignas de criaturas redimidas por Cristo. ( Regla13)
  1. ¿Y qué pasa con los enfermos e imposibilitados?
Un franciscano, una franciscana sigue siendo hasta su muerte y sigue perteneciendo a la fraternidad, aun cuando no pueda moverse por enfermedad. Que aporte solo el dinero, cuando no puede aportar su presencia y actividad, es algo importante para mantener la pertenencia. Sería muy triste que solo fuera eso y ahí esta la OBLIGACIÓN (corresponsabilidad) por parte de la Fraternidad de visitar y acompañar a todas las hermanas en su enfermedad y en su postración. Con su oración, pero sobre todo con su presencia y colaboración en sus necesidades.
CC.GG.Art. 30
1. Los hermanos son corresponsables de la vida de la Fraternidad a la que pertenecen y de la OFS como unión orgánica de todas las Fraternidades extendidas por el mundo.

2. El sentido de corresponsabilidad de los miembros exige la presencia personal, el testimonio, la oración, la colaboración activa, según las posibilidades de cada uno y los eventuales compromisos para la animación de la Fraternidad.


INDICE

 

LECCIÓN 25:                                                                                                                     (REGLA 26)

CC.GG 85 y ss.,92 y 95

LA ASISTENCIA ESPIRITUAL


  1. ¿Cuál es el fin de la asistencia espiritual?
Nos dicen las Constituciones: “La finalidad de la visita, fraterna o pastoral, es reavivar el espíritu evangélico franciscano, asegurar la fidelidad al carisma y a la Regla, ofrecer ayuda a la vida de fraternidad, consolidar el vínculo de unidad de la Orden y promover su más eficaz inserción en la Familia Franciscana y en la Iglesia”.( CC.GG. Art. 92)

  1. ¿Cuáles son los puntos más importantes, resumidos?
§         El espíritu evangélico franciscano
§         La fidelidad al carisma y a la Regla
§         La vida de la fraternidad
§         La unidad de la Orden
§         La inserción en la Familia Franciscana y en la Orden
  1. ¿Qué es el espíritu evangélico?
San Francisco lo único que buscó, se esforzó, oró, suplicó a Dios  y se entregó totalmente fue a conseguir el Espíritu del Señor y su Santa Operación.
Aplíquense, en cambio, a lo que por encima de todo deben anhelar: tener el espíritu del Señor y su santa operación, orar continuamente al Señor con un corazón puro, y tener humildad y paciencia en la persecución y en la enfermedad, y amar a los que nos persiguen y reprenden y acusan,  porque dice el Señor: Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen y calumnian. Dichosos los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Y quien persevere hasta el fin, éste se salvará.2R 10

  1. ¿Qué es la fidelidad al carisma y a la Regla?
Una persona definía que fidelidad es el cumplimiento de una promesa en el tiempo. Cuando una persona hace una promesa sabe que las circunstancias van a cambiar, que hasta él mismo va a cambiar, pero decide cumplir esa claridad que un día percibió y llegó a lo mas profundo de su ser. Y eso mientras viva. Fidelidad también es permanecer seguro de que lo que percibió, no va a cambiar a pesar de que todo cambie. Es la roca en la que nos agarramos en medio de la tempestad. ¿Cómo decía san Francisco que nos podemos dar cuenta?: LA ALEGRÍA. LA VERDADERA ALEGRÍA.

  1. ¿Qué es la vida de la Fraternidad?
Aquí tendríamos que decir algo sobre lo que es la vida. Porque, vida y de fraternidad, es mucho mas complicado. Francisco, que no era un filósofo preguntaba por “los frutos de la penitencia”. Es decir hay signos de vida (espiritual, teologal=de Dios) si: (2R21)
§         Los hermanos y hermanas temen y honran, alaban y bendicen, dan gracias y adoran al Señor Dios omnipotente en Trinidad y Unidad, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo, creador de todas las cosas. 
§         Los hermanos y hermanas hacen penitencia y hacen frutos dignos de penitencia
§         Los hermanos y hermanas restituyen a Dios –a través de los hermanos y hermanas- todos los bienes que de Él reciben
§         Los hermanos y hermanas perdonan y se re-concilian
§         Los hermanos y hermanas se guardan y abstienen de todo mal                                           sigue
§         Los hermanos y hermanas perseveran hasta su muerte en la penitencia                            ═══►


O, como nos recuerda la Regla:

CÓMO SON LOS VERDADEROS FRANCISCANOS OFS
QUE VIVEN EL EVANGELIO CON LA REGLA

§        Son misericordiosas,  perdonan y piden perdón, porque se saben perdonadas por Dios.
§    Son humildes, sencillas,  dan gracias al Padre y buscan su Gloria, como Jesús que dejó de lado su categoría de Dios, obedeciendo hasta su muerte en la cruz. Flp 2
§        Son maduras, responsables y auténticas, como Cristo nos enseñó a ser personas.R14
§        Se sienten llamadas personalmente por Dios a seguir a Cristo, R1
§        Viven el Evangelio según la forma que Dios inspiró a san Francisco de Asís, y la Iglesia lo confirmó. ( Honorio III, Nicolás IV, León XIII, Pablo VI). R4; CC.GG nº1
§         Leen y estudian el Evangelio-y la Regla- para hacer su Proyecto de vida, R5; CC.GG.9
§        Son testigos e instrumentos de la Misión de Cristo(El Reinado de Dios) y de la Iglesia, R6
§        Se compromenten en un camino de conversión que transforma toda su persona, para  asemejar su forma de pensar y obrar a la de Cristo(Bienaventuranzas) R7
§        Se unen a todos los demás creyentes en la oración al Padre, R8
§        Hacen oración de forma confiada y consciente . Re-viven los misterios de Cristo en la Eucaristía, haciendo de ellos la fuente de vida. R 8 CC.GG 14
§        Están disponibles incondicionalmente -como María de Nazareth- (a Dios, a la Iglesia, a los ministros y a los hermanos) SON OBEDIENTES. R10
§        Aceptan la voluntad de Dios aunque las cosas vayan mal. Han aprendido a vivir, a  amar y a sufrir según el Evangelio. CC.GG.10
§        Tienen el corazón purificado de todo deseo de posesión de riquezas y dominio, R 11
§        Por la esperanza,  se hacen testigos del Reino futuro y, amando a todos los seres humanos, lo hacen presente en el dia de hoy, R12
§        Son fraternas, acogiendo a todos los hombres y mujeres  de forma humilde y cortés, R 13
§        Viven construyendo un mundo más fraterno y humano, la fraternidad universal. R 14
§        Promueven la justicia, con iniciativas valientes y arriesgadas, contra toda forma de explotación, discriminación, marginación o indiferencia  R 13 y 15; CC.GG 22
§        Consideran el trabajo como don de Dios y como participación activa  en su Creación, R16
§        Viven en familia el espíritu franciscano en paz, fidelidad y respeto a la vida, R 17
§        Respetan a todas las criaturas y el medio en el que viven: la Naturaleza global. R18
§        Construyen la paz con diálogo, amor y perdón. R 19

Es de esta manera que podemos ver la espiritualidad franciscana y LA VIDA, o la no-vida de la fraternidad.







SECCIÓN DE MATERIALES

MATERIALES 1


R 1
Entre las familias espirituales, suscitadas por el Espíritu Santo en la Iglesia (LG,43, la familia Franciscana comprende a todos aquellos miembros del Pueblo de Dios, seglares, religiosos y sacerdotes, que se sienten llamados al seguimiento de Cristo, tras las huellas de San Francisco de Asís.  

En maneras y formas diversas, pero en recíproca comunión vital, todos ellos se proponen hacer presente el carisma del común Seráfico Padre, en la vida y en la misión de la Iglesia (AA 4,m). 


CC.GG. Art. 1
1. Todos los fieles están llamados a la santidad y tienen derecho a seguir, en comunión con la Iglesia, un camino espiritual propio (Cfr. c. 210; Lumen Gentium, 40. )

2. En la Iglesia existen muchas familias espirituales, con diversidad de carismas. Entre éstas se encuentra la Familia Franciscana que, en sus diversas ramas, reconoce como padre, inspirador y modelo a San Francisco de Asís.

3. Dentro de la Familia Franciscana, desde sus inicios, ocupa un lugar peculiar la Orden Franciscana Seglar  [1]. Esta está integrada por la unión orgánica de todas las Fraternidades católicas, cuyos miembros, movidos por el Espíritu Santo, se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco, en su estado seglar, observando la Regla aprobada por la Iglesia (Después de las Reglas aprobadas por el Papa Nicolás IV, en el año 1289, y por el Papa León Xlll, en el 1883, la Regla actual ha sido aprobada por el Papa Pablo VI el 24 de junio de 1978.). 

La autoridad de la Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo, se preocupó de interpretar esos consejos, de regular su práctica y de determinar también las formas estables de vivirlos. De ahí ha resultado que han ido creciendo, a la manera de un árbol que se ramifica espléndido y pujante en el campo del Señor a partir de una semilla puesta por Dios, formas diversísimas de vida monacal y cenobítica (vida solitaria y vida en común) en gran variedad de familias que se desarrollan, ya para ventaja de sus propios miembros, ya para el bien de todo el Cuerpo de Cristo.
            Y es que esas familias ofrecen a sus miembros todas las condiciones para una mayor estabilidad en su modo de vida, una doctrina experimentada para conseguir la perfección, una comunidad fraterna en la milicia de Cristo y una libertad mejorada por la obediencia, en modo de poder guardar fielmente y cumplir con seguridad su profesión religiosa, avanzando en la vida de la caridad con espíritu gozoso.
            Un estado, así, en la divina y jerárquica constitución de la Iglesia, no es un estado intermedio entre la condición del clero y la condición seglar, sino que de ésta y de aquélla se sienten llamados por Dios algunos fieles al goce de un don particular en la vida de la Iglesia para contribuir, cada uno a su modo, en la misión salvífica de ésta. LUMEN GENTIUM, 43

APOSTOLICAM ACTUOSITATEM, 4. Siendo Cristo, enviado por el Padre, fuente y origen de todo el apostolado de la Iglesia, es evidente que la fecundidad del apostolado seglar depende de su unión vital con Cristo, porque dice el Señor: "El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer" (Jn. 15,4-5). Esta vida de unión íntima con Cristo en la Iglesia se nutre de auxilios espirituales, que son comunes a todos los fieles, sobre todo por la participación activa en la Sagrada Liturgia, de tal forma los han de utilizar los fieles que, mientras cumplen debidamente las obligaciones del mundo en las circunstancias ordinarias de la vida, no separen la unión con Cristo de las actividades de su vida, sino que han de crecer en ella cumpliendo su deber según la voluntad de Dios.
            Es preciso que los seglares avancen en la santidad decididos y animosos por este camino, esforzándose en superar las dificultades con prudencia y paciencia. Nada en su vida debe ser ajeno a la orientación espiritual, ni las preocupaciones familiares, ni otros negocios temporales, según las palabras del Apóstol: "Todo cuanto hacéis de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por El" (Col., 3,17).
            Pero una vida así exige un ejercicio continuo de fe, esperanza y caridad.
            Solamente con la luz de la fe y la meditación de su palabra divina puede uno conocer siempre y en todo lugar a Dios, "en quien vivimos, nos movemos y existimos" (Act., 17,28), buscar su voluntad en todos los acontecimientos, contemplar a Cristo en todos los hombres, sean deudos o extraños, y juzgar rectamente sobre el sentido y el valor de las cosas materiales en sí mismas y en consideración al fin del hombre.
            Los que poseen esta fe viven en la esperanza de la revelación de los hijos de Dios, acordándose de la cruz y de la resurrección del Señor.
            Escondidos con Cristo en Dios, durante la peregrinación de esta vida, y libres de la servidumbre de las riquezas, mientras se dirigen a los bienes imperecederos, se entregan gustosamente y por entero a la expansión del reino de Dios y a informar y perfeccionar el orden de las cosas temporales con el espíritu cristiano. En medio de las adversidades de este vida hallan la fortaleza de la esperanza, pensando que "los padecimientos del tiempo presente no son nada en comparación con la gloria que ha de manifestarse en nosotros" (Rom., 8,18).
            Impulsados por la caridad que procede de Dios hacen el bien a todos, pero especialmente a los hermanos en la fe (Cf. Gál., 6,10), despojándose "de toda maldad y de todo engaño, de hipocresías, envidias y maledicencias" (1 Pe., 2,1), atrayendo de esta forma los hombres a Cristo. Mas la caridad de Dios que "se ha derramado en nuestros corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado" (Rom., 5,5) hace a los seglares capaces de expresar realmente en su vida el espíritu de las Bienaventuranzas. Siguiendo a Cristo pobre, ni se abaten por la escasez ni se ensoberbece por la abundancia de los bienes temporales; imitando a Cristo humilde, no ambicionan la gloria vana (Cf. Gál., 5,26) sino que procuran agradar a Dios antes que a los hombres, preparados siempre a dejarlo todo por cristo (Cf. Lc., 14,26), a padecer persecución por la justicia (Cf. M., 5,10), recordando las palabras del Señor: "Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame" (Mt., 16,24). Cultivando entre sí la amistad cristiana, se ayudan mutuamente en cualquier necesidad.
            La espiritualidad de los laicos debe tomar su nota característica del estado de matrimonio y de familia, de soltería o de viudez, de la condición de enfermedad, de la actividad profesional y social. No descuiden, pues, el cultivo asiduo de las cualidades y dotes convenientes para ello que se les ha dado y el uso de los propios dones recibidos del Espíritu Santo.
            Además, los laicos que, siguiendo su vocación, se han inscrito en alguna de las asociaciones o institutos aprobados por la Iglesia, han de esforzarse al mismo tiempo en asimilar fielmente la característica peculiar de la vida espiritual que les es propia. Aprecien también como es debido la pericia profesional, el sentimiento familiar y cívico y esas virtudes que exigen las costumbres sociales, como la honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, la delicadeza, la fortaleza de alma, sin las que no puede darse verdadera vida cristiana.
            El modelo perfecto de esa vida espiritual y apostólica es la Santísima Virgen María, Reina de los Apóstoles, la cual, mientras llevaba en este mundo una vida igual que la de los demás, llena de preocupaciones familiares y de trabajos, estaba constantemente unida con su Hijo, cooperó de un modo singularísimo a la obra del Salvador; más ahora, asunta el cielo, "cuida con amor maternal de los hermanos de su Hijo, que peregrinan todavía y se debaten entre peligros y angustias, hasta que sean conducidos a la patria feliz". Hónrenla todos devotísimamente y encomienden su vida y apostolado a su solicitud de Madre.



LUMEN GENTIUM
40. Nuestro Señor Jesucristo predicó la santidad de vida, de la que El es Maestro y Modelo, a todos y cada uno de sus discípulos, de cualquier condición que fuesen. "Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto" (Mt., 5, 48).
            Envió a todos el Espíritu Santo, que los moviera interiormente, para que amen a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas (cf. Mc., 12,30), y para que se amen unos a otros como Cristo nos amó (cf. Jn., 13,34; 15,12).
            Los seguidores de Cristo, llamados por Dios, no en virtud de sus propios méritos, sino por designio y gracia de El, y justificados en Cristo Nuestro Señor, en la fe del bautismo han sido hechos hijos de Dios y partícipes de la divina naturaleza, y por lo mismo santos; conviene, por consiguiente, que esa santidad que recibieron sepan conservarla y perfeccionarla en su vida, con la ayuda de Dios.
            Les amonesta el Apóstol a que vivan "como conviene a los santos" (Ef., 5,3, y que "como elegidos de Dios, santos y amados, se revistan de entrañas de misericordia, benignidad, humildad, modestia, paciencia" (Col., 3,12) y produzcan los frutos del Espíritu para santificación (cf. Gal., 5,22; Rom., 6,22).
            Pero como todos tropezamos en muchas cosas (cf. Sant., 3,2), tenemos continua necesidad de la misericordia de Dios y hemos de orar todos los días: "Perdónanos nuestras deudas" (Mt., 6, 12).
            Fluye de ahí la clara consecuencia que todos los fieles, de cualquier estado o condición, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, que es una forma de santidad que promueve, aun en la sociedad terrena, un nivel de vida más humano.
            Para alcanzar esa perfección, los fieles, según la diversas medida de los dones recibidos de Cristo, siguiendo sus huellas y amoldándose a su imagen, obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, deberán esforzarse para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Así la santidad del Pueblo de Dios producirá frutos abundantes, como brillantemente lo demuestra en la historia de la Iglesia la vida de tantos santos.

[1] (Denominada también "Fraternidad Franciscana Seglar" o "Tercera Orden Franciscana" (TOF). Cfr. Regla, 2, nota 5: El canon 303 del CIC (Codicem Iuris Canonici)define a las Terceras Ordenes: Consociationes, quarum sodales, in saeculo spiritum alicuius instituti religiosi participantes, sub altiore eiusdem instituti moderamine, vitam apostolicam ducunt et ad perfectionem christianam contendunt, tertii ordines dicuntur aliove congruenti nomine vocantur. "Se llaman órdenes terceras o con otro nombre parecido, aquellas asociaciones cuyos miembros, viviendo en el mundo y participando del espíritu de un instituto religioso, se dedican al apostolado y buscan la perfección cristiana bajo la alta dirección de ese instituto". ). Nota de las CC.GG

C. 210 Todos los fieles deben esforzarse según su propia condición, por llevar una vida  santa, así como por incrementar la Iglesia y promover su continua  santificación.
C. 211 Todos los fieles tienen el deber y el derecho de trabajar para que el mensaje  divino de salvación alcance más y más a los hombres de todo tiempo y del  orbe entero.






MATERIALES 2

R 2.En el seno de dicha familia, tiene un puesto peculiar la Orden Franciscana Seglar, la cual se configura como una unión orgánica de todas las fraternidades católicas, esparcidas por el mundo entero y abiertas a todo grupo de fieles, en las cuales los hermanos y las hermanas, impulsados por el Espíritu, a alcanzar la perfección de la caridad en su estado seglar, se comprometen con la profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco, con la ayuda de la presente Regla, confirmada por la Iglesia (Can. 207, 2). 

CC.GG.1,3. Dentro de la Familia Franciscana, desde sus inicios, ocupa un lugar peculiar la Orden Franciscana Seglar  [1]. Esta está integrada por la unión orgánica de todas las Fraternidades católicas, cuyos miembros, movidos por el Espíritu Santo, se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco, en su estado seglar, observando la Regla aprobada por la Iglesia (Después de las Reglas aprobadas por el Papa Nicolás IV, en el año 1289, y por el Papa León XIII, en el 1883, la Regla actual ha sido aprobada por el Papa Pablo VI el 24 de junio de 1978.). 

CC.GG. 39,2 Las condiciones para la admisión son: profesar la fe católica, vivir en comunión con la Iglesia, tener una buena conducta moral, mostrar signos claros de vocación (Cfr. c. 316) .

R20.    La Orden Franciscana Seglar se divide en Fraternidades, de diversos niveles o grados: local, regional, nacional e internacional. Cada una de estas Fraternidades tiene su propia personalidad moral en la Iglesia (Can. 309). Las Fraternidades se coordinan y unen entre sí, de acuerdo con lo que se establece en esta Regla y en las Constituciones. 

C207 Hay fieles que, por la profesión de los consejos evangélicos mediante votos u otros vínculos sagrados, reconocidos y sancionados por la Iglesia, se consagran a Dios según la manera peculiar que les es propia y contribuyen a la misión salvífica de la Iglesia; su estado, aunque no afecta a la estructura jerárquica de la Iglesia, pertenece, sin embargo, a la vida y santidad de la misma. (CODIGO DEL DERECHO CANÓNICO)

C309 Las asociaciones legítimamente establecidas tienen potestad conforme a la  norma del derecho y de los estatutos, de dar normas peculiares que se  refieran a la asociación, de celebrar reuniones y de designar a los  presidentes, oficiales, dependientes, y a los administradores de los bienes

C314 Los estatutos de toda asociación pública, así como su revisión o cambio,  necesitan la aprobación de la autoridad eclesiástica a quien compete su  erección, conforme a la norma del c. 312 § 1.

C316 P1  Quien públicamente rechazara la fe católica o se apartara de la comunión eclesiástica, o se encuentre incurso en una excomunión impuesta o declarada, no puede ser válidamente admitido en las asociaciones públicas.
P2  Quienes, estando legítimamente adscrito, cayeran en el caso del P1, deben ser expulsados de la asociación, después de haber sido previamente amonestados, de acuerdo con los propios estatutos y quedando a salvo el derecho a recurrir a la autoridad eclesiástica de la que se trata en el can. 312, P1.

C312  § 1. Es autoridad competente para erigir asociaciones públicas: 1) la Santa Sede, para las asociaciones universales e internacionales; 2) la Conferencia Episcopal dentro de su territorio, para las asociaciones  nacionales es decir, que por la misma erección miran a ejercer su actividad en  toda la nación; 3) el Obispo diocesano, dentro de su propio territorio, pero no el Administrador  diocesano, para las asociaciones diocesanas; se exceptúan, sin embargo,  aquellas asociaciones cuyo derecho de erección está reservado a otras  personas. § 2.      Para la elección válida de una asociación o de una sección de la misma en  una diócesis, se requiere el consentimiento del Obispo diocesano, dado por  escrito aun en el caso de que esa erección se haga por privilegio apostólico;  sin embargo, el consentimiento escrito del Obispo diocesano para erigir una  casa de un instituto religioso vale también para erigir, en la misma casa o en  la iglesia aneja, una asociación que sea propia de ese instituto.





MATERIALES 3




R. 3. Esta Regla, después del "Memoriale propositi" (1221) y de las Reglas aprobadas por los Sumos Pontífices Nicolás IV y León XII, adapta la Orden Franciscana Seglar a las exigencias y a las esperanzas de la santa Iglesia, en las nuevas condiciones de los tiempos. Su interpretación corresponde a la Santa Sede, más la aplicación será hecha por las Constituciones Generales y por los Estatutos particulares. 

CC.GG.1.3. Dentro de la Familia Franciscana, desde sus inicios, ocupa un lugar peculiar la Orden Franciscana Seglar  [1]. Esta está integrada por la unión orgánica de todas las Fraternidades católicas, cuyos miembros, movidos por el Espíritu Santo, se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco, en su estado seglar, observando la Regla aprobada por la Iglesia (Después de las Reglas aprobadas por el Papa Nicolás IV, en el año 1289, y por el Papa León Xlll, en el 1883, la Regla actual ha sido aprobada por el Papa Pablo VI el 24 de junio de 1978.). 

LP 102.  Por eso, el bienaventurado Francisco, advertido por el Espíritu Santo, se expresó así delante de algunos hermanos: "Los ministros, ¿piensan burlarse de Dios y de mí? Pues bien, a fin de que todos los hermanos sepan y queden advertidos de que están obligados a observar la perfección del santo Evangelio, quiero que se escriba al principio y al fin de la Regla: Los hermanos están obligados a observar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
            Y para que los hermanos nunca tengan excusa ante Dios, quiero mostrarles con las obras y observar siempre, con la ayuda del Señor, las prescripciones que El ha puesto en mi boca, como ya les dije y ahora les anuncio, para salud y bien de mi alma y de mis hermanos". Efectivamente, él observó a la letra el santo Evangelio desde el día en que empezó a tener hermanos hasta la hora de su muerte.

EP. 76.  El bienaventurado Francisco, perfecto celador de la observancia del santo Evangelio, vigilaba ardentísimamente por la común profesión de nuestra Regla, que no es sino la observancia perfecta del Evangelio. A los que son y serán verdaderos celantes de la misma, los bendijo con bendición especial. Decía que esta profesión nuestra es para sus imitadores libro de la vida, esperanza de salvación, arra de la gloria, medula del Evangelio, camino de la cruz, estado de perfección, llave del paraíso y pacto de eterna alianza. Quería que todos los hermanos la tuvieran y que todos la supieran; quería también que los hermanos en los coloquios, para quitar el tedio, hablasen de ella con frecuencia y que, para recordar el juramento emitido, reflexionaran acerca de ella muchas veces. en su interior.
            Enseñó también que debían llevarla siempre ante los ojos, como aviso y despertador de la vida que tenían que llevar y de la observancia regular a que estaban obligados; y lo que es más todavía, quiso y enseñó que los hermanos debían morir con ella.

EP. 81.  Y al momento escuchó que el Señor le decía: "Dime, simple e ignorante hombrecillo, ¿por qué te afliges tanto cuando algún hermano sale de la Religión o cuando sabes que los hermanos no andan por el camino que yo te mostré? Dime también: ¿quién ha plantado esta Religión de hermanos? ¿Quién hace que el hombre se convierta a penitencia? ¿Quién da la fortaleza de perseverar en ella? ¿No soy yo? No te elegí por ser hombre dotado de ciencia y de elocuencia para que estés al frente de esta mi familia, pues quiero que ni tú ni los que han de ser verdaderos hermanos y sinceros observantes de la Regla que yo te di vayáis por el camino de la ciencia y de la elocuencia. Te elegí a ti, simple e ignorante, para que sepáis tú y tus hermanos que velaré por mi grey; te he puesto a ti como enseña de ellos para que las obras que yo obro en ti, ellos las imiten de ti.

(Regla 10) "Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir. En El descubren el valor de las contradicciones por causa de la justicia y el sentido de las dificultades y de las cruces de la vida de cada día. Con El pueden aceptar la voluntad del Padre en las circunstancias más difíciles y vivir el espíritu franciscano de paz, rechazando toda doctrina contraria a la dignidad del hombre. 






MATERIALES 4


LECCIÓN 4ª

REGLA 4
La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres (1Cel. 18,115).  

Cristo don del amor del Padre, es el Camino hacia El, es la Verdad en la cual nos introduce el Espíritu Santo, es la Vida que El ha venido a traer abundantemente (Jn 3,16; 14,6)  

Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio (AA 30,h). 

CC.GG. Art. 8
1. Los franciscan@s seglares se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio según la espiritualidad franciscana, en su condición seglar.

2. Intentan profundizar, a la luz de la fe, los valores y las opciones de la vida evangélica según la Regla de la OFS: (Regla 7)
- en un camino continuamente renovado de conversión y de formación; (Regla 4)
- atentos a las interpelaciones que llegan de la sociedad y de la realidad eclesial, "pasando del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio";
- en la dimensión personal y comunitaria de este itinerario. 

CC.GG. Art. 44
1. Iniciada en las etapas precedentes, la formación de los hermanos se realiza de modo permanente y continuo. Es una ayuda para la conversión de todos y cada un@ (Cfr. Constituciones, 8; I Celano, 103) y para el cumplimiento de la propia misión en la Iglesia y en la sociedad.

2. La Fraternidad tiene el deber de dedicar especial atención a la formación de los neoprofesos y de los profesos temporales, para ayudarles a madurar su vocación y arraigar el sentido de pertenencia.

3. La formación permanente, mediante cursos, encuentros, intercambio de experiencias, tiene como finalidad ayudar a todos los hermanos:
-- (Regla 4) a escuchar y meditar la Palabra de Dios, "pasando del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio";
-- a reflexionar, iluminados por la fe y ayudados por los documentos del magisterio, sobre los acontecimientos de la Iglesia y de la sociedad, tomando consiguientemente posiciones coherentes;
-- a actualizar y profundizar la vocación franciscana estudiando los escritos de San Francisco, Santa Clara y otros autores franciscanos. 

1Cel. 115.  Bien lo saben cuantos hermanos convivieron con él: qué a diario, qué de continuo traía en sus labios la conversación sobre Jesús; qué dulce y suave era su diálogo; qué coloquio más tierno y amoroso mantenía. De la abundancia del corazón hablaba su boca, y la fuente de amor iluminado que llenaba todas sus entrañas, bullendo saltaba fuera.



A.A. 30 (APOSTOLICAN ACTUOSITATEM Sobre el apostolado de los laicos)

Los equipos y asociaciones seglares, ya busquen el apostolado, ya otros fines sobrenaturales, deben fomentar cuidadosa y asiduamente, según su fin y carácter, la formación para el apostolado. Ellas constituyen muchas veces el camino ordinario de la formación conveniente para el apostolado, pues en ellas se da una formación doctrinal espiritual y práctica. Sus miembros revisan, en pequeños equipos con los socios y amigos, los métodos y los frutos de su esfuerzo apostólico y examinan a la luz del Evangelio su método de vida diaria.
            Esta formación hay que ordenarla de manera que se tenga en cuenta todo el apostolado seglar, que ha de desarrollarse no sólo dentro de los mismos grupos de las asociaciones, sino en todas las circunstancias y por toda la vida, sobre todo profesional y social. Más aún, cada uno debe prepararse diligentemente para el apostolado, obligación que es más urgente en la vida adulta, porque avanzando la edad, el alma se abre mejor y cada uno puede descubrir con más exactitud los talentos con que Dios enriqueció su alma y aplicar con más eficacia los carismas que en el Espíritu Santo le dio para el bien de sus hermanos.







MATERIALES 5


R 5
            Por tanto, los Franciscanos y franciscanas seglares, BUSQUEN la persona de Cristo viviente y operante en los hermanos, en la Sagrada Escritura, en la Iglesia y en las acciones litúrgicas. La fe de San Francisco al dictar estas palabras: "Nada veo corporalmente en este mundo respecto del Altísimo Hijo de Dios, sino su santísimo cuerpo y sangre", sea para ellos la inspiración y camino de su vida eucarística.

CC.GG. Art. 9
1. La espiritualidad del franciscano seglar es un PROYECTO DE VIDA centrado en la persona de Cristo y en su seguimiento (Regla 5) (Cfr. RNB, 22,41), (Carta a todos los Fieles, 51, 2), más que un programa pormenorizado para llevarlo a la práctica.

2. (Regla 2). El franciscano seglar, comprometido a seguir el ejemplo y las enseñanzas de Cristo, dedíquese a un estudio personal y frecuente del Evangelio y de las Sagradas Escrituras. La Fraternidad y sus responsables promuevan el amor a la Palabra evangélica y ayuden a los hermanos a conocerla y a comprenderla, tal como la proclama la Iglesia, con la ayuda del Espíritu Santo (Cfr. Dei Verbum, 10) . 


Atengámonos, pues, a las palabras, vida y doctrina y al santo Evangelio de quien se dignó rogar por nosotros a su Padre y manifestarnos su nombre, diciendo: Padre, esclarece tu nombre (Jn 12,28) y esclarece a tu Hijo, para que tu Hijo te esclarezca. Padre, he manifestado tu nombre a los hombres que me diste; porque les he dado las palabras que tú me diste, y ellos las han aceptado y han conocido que salí de ti y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no por el mundo,  sino por los que me diste, porque son tuyos y todas mis cosa son tuyas. Padre santo, guarda en tu nombre a los que me diste, para que ellos sean uno, como también lo somos nosotros. 1R 22.

Y sobre todos aquellos y aquellas que cumplan estas cosas y perseveren hasta el fin, se posará el Espíritu del Señor (Is 11,2) y hará en ellos habitación y morada (cf. Jn 14,23). Y serán hijos del Padre celestial (Cf. Mt 5,45), cuyas obras realizan. Y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor Jesucristo(Mt 12,50). Somos esposos cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a Jesucristo. Y hermanos somos cuando cumplimos la voluntad del Padre, que está en el cielo (cf. Mt 12,50); madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo (cf. ICor 6,20) por el amor y por una conciencia pura y sincera; lo damos a luz por las obras santas, que deben ser luz para ejemplo de otros (cf. Mt 5,16). 2CtaF 2. 

 La Sagrada Tradición, pues, y la Sagrada Escritura constituyen un solo depósito sagrado de la palabra de Dios, confiado a la Iglesia; fiel a este depósito todo el pueblo santo, unido con sus pastores en la doctrina de los Apóstoles y en la comunión, persevera constantemente en la fracción del pan y en la oración (cf. Act., 8,42), de suerte que prelados y fieles colaboran estrechamente en la conservación, en el ejercicio y en la profesión de la fe recibida.
            Pero el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo. Este Magisterio, evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo la oye con piedad, la guarda con exactitud y la expone con fidelidad, y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios que se ha de creer.
            Es evidente, por tanto, que la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, según el designio sapientísimo de Dios, están entrelazados y unidos de tal forma que no tiene consistencia el uno sin el otro, y que, juntos, cada uno a su modo, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de las almas. (Dei Verbum 10)
¿Quién me diría que yo no me gozo de tan grandes alegrías y tan admirables? 10Pues alégrate también tú siempre en el Señor  (Flp 4,4), carísima, 11y no te dejes envolver por ninguna tiniebla ni amargura, oh señora amadísima en Cristo, alegría de los  ángeles y corona  (Flp 4,1) de las hermanas.12 Fija tu mente en el espejo de la eternidad, fija tu alma en el esplendor de la gloria (Heb 1,3), 13 fija tu corazón en la figura de la divina sustancia (Heb 1,3), y transfórmate toda entera, por la contemplación, en imagen de su divinidad (2Cor 3,18). 14 Así experimentarás también tú lo que experimentan los amigos al saborear la dulzura escondida (Sal 30,20) que el mismo Dios ha reservado desde el principio para sus amadores. (1Cor 2,9) IIICarta Inés 9.

Tú, oh reina, esposa de Jesucristo, mira diariamente este espejo, y observa constantemente en él tu rostro: así podrás vestirte hermosamente y del todo, interior y exteriormente, y ceñirte de preciosidades (Sal 44,10), y adornarte juntamente con las flores y las prendas de todas las virtudes como corresponde a quien es hija y esposa castísima del Rey supremo. IV Carta Inés15-17.

Y en lo más alto del mismo espejo contempla la inefable caridad: con ella escogió padecer en el leño de la cruz y morir en él con la muerte más infamante. Por eso el mismo espejo, colocado en el  árbol de la cruz, se dirigía a los transeúntes para que se pararan a meditar: íOh vosotros todos, que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante a mi dolor!" (Lam 1,12).  . IV Carta Inés23-25







MATERIALES 6


R 6
            Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, y a ella más estrechamente vinculados por la Profesión, háganse testigos e instrumentos de su misión entre los hombres, anunciando a Cristo con la vida y con la palabra.  
Inspirados en San Francisco y con él llamados a reconstruir la Iglesia, empéñense en vivir en plena comunión con el Papa, los obispos y los sacerdotes, en abierto y confiado diálogo de creatividad apostólica (Pablo VI: Discurso a los Terciarios, III, 19.5.1971). 
                                                                                                    

CC.GG. Art. 17
1. Llamados a colaborar en la construcción de la Iglesia como sacramento de salvación para todos los hombres y constituidos por el bautismo y la profesión "testigos e instrumentos de su misión", los franciscanos seglares anuncian a Cristo con la vida y la palabra. Su apostolado preferente es el testimonio personal (Cfr. RNB, 17,3; Tres Compañeros, 36; 2 Carta a todos los Fieles, 53) en el ambiente en que viven y el servicio para la edificación del Reino de Dios en las realidades terrenas
2. En las Fraternidades promuévase la preparación de los hermanos para la difusión del mensaje evangélico "en las condiciones comunes del mundo" (Lumen Gentium, 35) y para que colaboren en las catequesis de las comunidades eclesiales.
 3. Los que son llamados a ejercer la misión de catequistas, de presidentes de comunidades eclesiales o de otros ministerios, así como los ministros sagrados, vivan el amor de San Francisco a la Palabra de Dios, su fe en los que la anuncian y el gran fervor con que recibió del Papa la misión de predicar la penitencia. 
4. La participación en la función de santificar, que la Iglesia ejerce mediante la liturgia, la oración y las obras de penitencia y de caridad, llévenla los hermanos a la práctica primero en la propia familia, después en la  Fraternidad y, finalmente, con su presencia activa en la Iglesia local y en la sociedad.

Art. 19
1. (Regla 14) Los franciscanos seglares actúen como levadura en el ambiente en el que viven, mediante el testimonio del amor fraterno y de bien definidas motivaciones cristianas.
 2. Con espíritu de minoridad, elijan en primer lugar el trato con los pobres y los marginados, ya sean individuos, grupos de personas o todo un pueblo; colaboren en la erradicación de la marginación y de toda forma de pobreza, que son consecuencia de la ineficacia y de la injusticia. 

Art. 99
1. Como parte viva del Pueblo de Dios e inspirándose en el Seráfico Padre, los franciscanos seglares, "unidos en plena comunión con el Papa y con los Obispos", traten de conocer y profundizar la doctrina propuesta por el Magisterio de la Iglesia, a través de sus documentos más significativos, y estén atentos a la presencia del Espíritu Santo que vivifica la fe y la caridad del Pueblo de Dios (Lumen Gentium, 12) . Colaboren en las iniciativas promovidas por la Santa Sede, de manera particular en aquellos campos en los que son llamados a trabajar en virtud de su vocación franciscana seglar.
2. La OFS, como asociación pública internacional, está unida con un vínculo particular al Romano Pontífice, del que ha obtenido la aprobación de la Regla y la confirmación de su misión en la Iglesia y en el mundo. 

Sentido de la fe y de los carismas en el Pueblo de Dios

12.       El pueblo santo de Dios participa también del don profético de Cristo, difundiendo su vivo testimonio, sobre todo por la vida de fe (esperanza) y de caridad, ofreciendo a Dios el sacrificio de la alabanza, el fruto de los labios que bendicen su nombre (cf. Hebr., 13,15).
                        Con ese sentido de la fe que el Espíritu Santo mueve y sostiene, el Pueblo de Dios, bajo la dirección del magisterio, al que sigue fidelísimamente, recibe no ya la palabra de los hombres, sino la verdadera palabra de Dios (cf. 1 Tes., 2,13), se adhiere indefectiblemente a la fe dada de una vez para siempre a los santos (cf. Jds., 3), penetra profundamente con rectitud de juicio y la aplica más íntegramente en la vida.
            Además, el mismo Espíritu Santo no solamente santifica y dirige al Pueblo de Dios por los Sacramentos y los ministerios y lo enriquece con las virtudes, sino que "distribuye sus dones a cada uno según quiere" (1 Cor., 12,11), reparte entre los fieles de cualquier condición incluso gracias especiales, con que los dispone y prepara para realizar variedad de obras y de oficios provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia según aquellas palabras: "A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad" (1 Cor., 12,7).         Estos carismas, tanto los extraordinarios como los más sencillos y comunes, por el hecho de que son muy conformes y útiles a las necesidades de la Iglesia, hay que recibirlos con agradecimiento y consuelo.
            Los dones extraordinarios no hay que pedirlos temerariamente, ni hay que esperar de ellos con presunción los frutos de los trabajos apostólicos, sino que el juicio sobre su autenticidad y sobre su aplicación pertenece a los que presiden la Iglesia, a quienes compete sobre todo no apagar el Espíritu, sino probarlo todo y quedarse con lo bueno (cf. 1 Tes., 5,19-21). LUMEN GENTIUM 12.

“madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo (cf. 1Cor 6,20) por el amor y por una conciencia pura y sincera; lo damos a luz por las obras santas, que deben ser luz para ejemplo de otros (cf. Mt 5,16).” 2CtaF53

RESUMEN DEL DISCURSO DEL PAPA PABLO VI A LA PEREGRINACIÓN INTERNACIONAL DE LOS TERCIARIOS FRANCISCANOS
Miércoles, 19 de mayo 1971
Estamos felices de saludar a la gran peregrinación de terciarios franciscanos. Se extiende nuestro saludo, con no menos simpatía y afecto a los terciarios de otras naciones, donde muchos fieles católicos, deseosos de autenticidad evangélica, que encuentran en la espiritualidad franciscana, alimento y guía para la imitación de Cristo.
LA PRIMERA CONVICCIÓN
La primera es la confianza de que ustedes sepan ser un ejemplo de la pobreza, predicada por Cristo, profesada por San Francisco, elegida por ustedes, como una virtud especial de su pertenencia a la Orden Tercera.
Por lo tanto: ¿la pobreza es buena o mala?¿Dónde colocar la pobreza, nuestra pobreza evangélica? La pobreza es la filosofía del Evangelio: "Buscad primeramente el reino de Dios" (Mt. 6, 33)
"El espíritu de la pobreza y del amor, por lo tanto, como dice el Concilio, es la gloria y el signo de la Iglesia de Cristo" ( Gaudium et Spes , 88).
AMAR LA CRUZ
Tenemos en ustedes, queridos hijos, otra convicción.Saber que les  gusta, como a San Francisco: la Cruz.
Su espiritualidad no puede ignorar la "pasión" que San Francisco tenía por la pasión de Cristo.  Sus estigmas son un sermón constante. El cristianismo no puede apartarse de la cruz de Cristo?. Es querer un cristianismo fácil, un cristianismo sin sacrificio.
Queridos Hijos, en seguimiento del Poverello ustedes quieren dar un testimonio de pobreza evangélica, mostrando a nuestro mundo moderno, sediento del bienestar material y de disfrutar, que la verdadera riqueza esta en la búsqueda y posesión de Dios, y en el amor desinteresado por nuestros hermanos los humanos. Si el grano arrojado en tierra no muere, se queda estéril. Un cristianismo sin sacrificio no es un cristianismo auténtico.
¡Cuánta necesidad tenemos, los hombres modernos, amantes celosos de nuestra personalidad, nuestro consuelo, nuestra seguridad, a repensar estas palabras magistrales de Cristo, que predican la ley del morir para vivir, la ley del amor que se da y se inmola, la ley de sacrificio!
SERVICIO GENEROSO
Y, finalmente, nuestra tercera convicción: ¡la fidelidad a la Iglesia!
Ustedes quieren ser fieles servidores de la Iglesia. Y repensamos aquí el célebre fresco que representa a san Francisco sosteniendo en sus espaldas el edificio de la Iglesia amenazando derrumbe.
Bueno, esperamos que ustedes, hijos de San Francisco, asumirán este hombro poderoso sustentador, y que en su servicio tranquilo y generoso del que estaremos cercanos y pacientes; estamos seguros de que no hay pronóstico adverso que prevalezca sobre la perenne estabilidad del edificio de Cristo, la Iglesia una, santa, católica y apostólica.
Queridos Terciarios Franciscanos de todo corazón os animamos en vuestras buenas determinaciones y Os bendecimos queridos Terciarios Franciscanos.





MATERIALES 7

REGLA 7
Como "hermanos y hermanas de penitencia" (1Reg. TOF ), en fuerza de su vocación, impulsados por la dinámica del Evangelio, conformen su modo de pensar y de obrar al de Cristo, mediante un radical cambio interior, que el mismo Evangelio denomina con el nombre de "conversión"; la cual debido a la fragilidad humana, debe actualizarse cada día  

En este camino de renovación, el Sacramento de la Reconciliación es signo privilegiado de la misericordia del Padre, y fuente de gracia (Presb. Ord., 18,b). 

CC.GG. Art. 8
1. Los franciscanos seglares se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio según la espiritualidad franciscana, en su condición seglar.
2. Intentan profundizar, a la luz de la fe, los valores y las opciones de la vida evangélica según la Regla de la OFS: (Regla 7)
- en un camino continuamente renovado de conversión y de formación; (Regla 4)
- atentos a las interpelaciones que llegan de la sociedad y de la realidad eclesial, "pasando del Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio";
- en la dimensión personal y comunitaria de este itinerario. 

CC.GG. Art. 13
1.(Regla 7) Los franciscanos seglares, antiguamente llamados "hermanos y hermanas de penitencia", se proponen vivir en espíritu de conversión permanente. Los medios para cultivar esta característica de la vocación franciscana, individualmente y en Fraternidad, son: la escucha y las celebraciones de la Palabra de Dios, la revisión de vida, los retiros espirituales, la ayuda de un consejero espiritual y las celebraciones penitenciales. Frecuenten el sacramento de la Reconciliación y cuiden su celebración comunitaria, tanto en la Fraternidad como con todo el Pueblo de Dios (Ordo Paenitentiae. Praenotanda 22 y ss.) . 

2. En este espíritu de conversión se debe vivir el amor para la renovación de la Iglesia, acompañado de la renovación personal y comunitaria. Fruto de la conversión, que es respuesta al amor de Dios, son las obras de caridad en favor de los hermanos (Cfr. 2 Carta a todos los Fieles, 25 y ss.) .

3. Los hermanos deben tratar de conocer, valorar y vivir las prácticas penitenciales tradicionales entre los penitentes franciscanos, como el ayuno y la abstinencia, ateniéndose a las normas generales de la Iglesia. 

SC 52.  Entonces me habló el Señor, diciendo: Vuélvete, vuélvete, Sunamitis; vuélvete, vuélvete para que te veamos. Tus propios hijos son rebeldes y no quieren hacerte caso, porque no quieren hacerme caso a mi. Tienen un corazón traidor y rebelde y se han marcado lejos; no es que te hayan rechazado a ti, sino a mi. En efecto, tú los amaestraste contra ti y los instruiste para su perdición,  porque, si no te hubieran escogido a ti, jamás se habrían enriquecido de semejante manera. Fingían amarte con intención de escaparse después de verse así colmados de tus beneficios. Por eso se han apartado con una actitud hostil y traidora, y, aferrándose a la mentira, rehusar convertirse. No vayas a creerles otra vez, aunque te vengan con buenas palabras, porque te han rechazado y buscarán tu muerte.

1Cel. 103.  Alejaba de sí con la mayor decisión los estorbos de todos los afanes y ahogaba totalmente el estrépito de todas las preocupaciones. Y cuando por la enfermedad se veía precisado a mitigar el primitivo rigor, solía decir: "Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hemos adelantado". No pensaba haber llegado aún a la meta, y, permaneciendo firme en el propósito de santa renovación, estaba siempre dispuesto a comenzar nuevamente. Le hubiera gustado volver a servir a los leprosos y padecer desprecios, como en tiempos pasados. Le apetecía apartarse de las relaciones con los hombres y marchar a lugares muy retirados, para que, libre de todo cuidado y abandonada toda preocupación por los demás, no hubiera otro muro que le separara de Dios sino el de su propia carne.

CtaO  Además, yo confieso todos los pecados al Señor Dios, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo; a la bienaventurada María, perpetua virgen, y a todos los santos del cielo y de la tierra; al hermano H., ministro de nuestra Religión, como a mi venerable señor, y a los sacerdotes de nuestra Orden y a todos los otros mis hermanos benditos. En muchas cosas he caído por mi grave culpa, especialmente porque no guardé la Regla que prometí al Señor, ni dije el oficio según manda la Regla o por negligencia, o por mi enfermedad, o porque soy ignorante e indocto.

1Cel. 46.  Confesaban con frecuencia sus pecados a un sacerdote secular de muy mala fama, y bien ganada, y digno del desprecio de todos por la enormidad de sus culpas; habiendo llegado a conocer su maldad por el testimonio de muchos, no quisieron dar crédito a lo que oían, ni dejar por ello de confesarle sus pecados como solían, ni de prestarle la debida reverencia.

Los ministros de la gracia sacramental se unen íntimamente a Cristo Salvador y Pastor por la fructuosa recepción de los sacramentos, sobre todo con la frecuente acción sacramental de la Penitencia, puesto que, preparado con el examen diario de conciencia, favorece sobremanera la necesaria conversión del corazón al amor del Padre de las misericordias. A la luz de la fe, nutrida con la Sagrada Escritura, pueden buscar cuidadosamente las señales de la voluntad divina y los impulsos de la gracia en los varios acontecimientos de la vida, y hacerse, con ello, más dóciles cada día para su misión recibida del Espíritu Santo. En la Santísima Virgen María encuentran siempre un ejemplo admirable de esta docilidad; ella, guiada por el Espíritu Santo, se entregó totalmente al misterio de la redención de los hombres; veneren y amen los presbíteros con filial devoción y veneración a esta Madre del Sumo y Eterno Sacerdote, Reina de los Apóstoles y auxilio de su ministerio. Presb. Ord. 18,b






MATERIALES 8


REGLA 8
Como Jesucristo fue el verdadero adorador del Padre, del mismo modo los Franciscanos seglares hagan de la oración y de la contemplación el alma del propio ser y del propio obrar (AA, 4, a b c.)  

CC.GG. Art. 12         
1. Inspirándose en el ejemplo y en los escritos de San Francisco, y sobre todo con la gracia del Espíritu, los hermanos vivan día a día con fe el gran don que nos ha otorgado Cristo: la revelación del Padre. Den testimonio de esta fe delante de los hombres:
·        en la vida de familia;
·        en el trabajo;
·        en la alegría y en el sufrimiento;
·        en el encuentro con los hombres, hermanos todos en el mismo Padre;
·        en la presencia y en la participación en la vida social;
·        en la relación fraterna con todas las criaturas. 

2. (Regla 10) Con Jesús, obediente hasta la muerte, procuren conocer y cumplir la voluntad del Padre. Den gracias a Dios por el don de la libertad y la revelación de la ley del amor. Acepten la ayuda que, en la Iglesia, se les ofrece para cumplir la voluntad del Padre por quienes están constituidos en autoridad y también por los hermanos. Asuman, con serena firmeza, el riesgo de opciones valientes en la vida social. 

3. (Regla 8) Los hermanos cultiven el trato filial con Dios y "hagan de la oración y de la contemplación el alma de su vida y de su obrar". Traten de descubrir la presencia del Padre
·        en su corazón,
·        en la naturaleza y
·        en la historia de los hombres, en la que se cumple su plan salvífico.
La contemplación de tal misterio les moverá a colaborar en este designio de amor

CC.GG. Art. 14
1. Conscientes de que Dios ha hecho de todos nosotros un pueblo y ha constituido a su Iglesia sacramento universal de salvación, los hermanos comprométanse en una reflexión de fe sobre la Iglesia, sobre su misión en el mundo de hoy y sobre el rol de los franciscanos seglares en la Iglesia, afrontando los desafíos y asumiendo las responsabilidades que esta reflexión les ayudará a descubrir. 

2. (Regla 8)La Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia. En ella Cristo nos une a El y entre nosotros como un único cuerpo. Por lo tanto, la Eucaristía sea el centro de la vida de la Fraternidad; los hermanos participen en la Eucaristía con la mayor frecuencia posible, a imitación del respeto y amor de San Francisco, que en la Eucaristía vivió todos los misterios de la vida de Cristo

3. Participen en los sacramentos de la Iglesia, con el deseo de alcanzar no sólo la perfección personal sino, al mismo tiempo, de contribuir al crecimiento de la Iglesia y a la expansión del Reino. Colaboren en la celebración viva y consciente de los sacramentos en las parroquias propias, particularmente en la celebración del bautismo, de la confirmación, del matrimonio y de la unción de enfermos. 

5. En todos los lugares y tiempos es posible a los verdaderos adoradores dar culto y orar al Padre; sin embargo, los hermanos busquen tiempos de silencio y de recogimiento para dedicarlos exclusivamente a la oración. 






MATERIALES 9

REGLA 9
La Virgen María, humilde sierva del Señor, siempre atenta a su palabra y a todas sus mociones, fue para San Francisco centro de indecible amor, y por él declarada Protectora y Abogada de su familia (2Cel. 198).  

Los Franciscanos seglares den testimonio de su ardiente amor hacia Ella, por la imitación de su disponibilidad incondicional, y en la efusión de una confiada y consciente oración (LG., 67; AA., 4.) 

CC.GG. Art. 16
1. Regla 9 María, Madre de Jesús, es el modelo para escuchar la Palabra y ser fieles a la vocación: en ella, como Francisco, vemos realizadas todas las virtudes evangélicas (Saludo a la Virgen María) . Los hermanos cultiven el amor intenso a la Santísima Virgen, mediante la imitación, la oración y la entrega filial. Manifiesten su devoción personal con expresiones de una auténtica fe, en las formas aceptadas por la Iglesia.
2. María es modelo de amor fecundo y fiel para toda la comunidad eclesial. Los franciscanos seglares y las Fraternidades busquen vivir la experiencia de Francisco, que hizo de la Virgen la guía de su vida y de su obra; con ella, como los discípulos en Pentecostés, acojan el Espíritu para realizarse en comunidad de amor (Cfr. 2 Celano, 198) . 


      El Sacrosanto Sínodo enseña en particular y exhorta al mismo tiempo a todos los hijos de la Iglesia a que cultiven generosamente el culto, sobre todo litúrgico, hacia la Bienaventurada Virgen, como también estimen mucho las prácticas y ejercicios de piedad hacia ella, recomendados en el curso de los siglos por el Magisterio, y que observen religiosamente aquellas cosas que en los tiempos pasados fueron decretadas acerca del culto de las imágenes de Cristo, de la Bienaventurada Virgen y de los Santos.
      Asimismo exhorta encarecidamente a los teólogos y a los predicadores de la divina palabra que se abstengan con cuidado tanto de toda falsa exageración, como también de una excesiva estrechez de espíritu, al considerar la singular dignidad de la Madre de Dios. Cultivando el estudio de la Sagrada Escritura, de los Santos Padres y doctores y de las Litúrgicas de la Iglesia bajo la dirección de Magisterio, ilustren rectamente los dones y privilegios de la Bienaventurada Virgen, que siempre están referidos a Cristo, origen de toda verdad, santidad y piedad, y, con diligencia, aparten todo aquello que sea de palabra, sea de obra, pueda inducir a error a los hermanos separados o a cualesquiera otros acerca de la verdadera doctrina de la Iglesia.
      Recuerden, pues, los fieles que la verdadera devoción no consiste ni en un afecto estéril y transitorio, ni en vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera, por la que somos conducidos a conocer la excelencia de la Madre de Dios y somos excitados a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes.
(Lumen.Gentium. 67)

El modelo perfecto de esa vida espiritual y apostólica es la Santísima Virgen María, Reina de los Apóstoles, la cual, mientras llevaba en este mundo una vida igual que la de los demás, llena de preocupaciones familiares y de trabajos, estaba constantemente unida con su Hijo, cooperó de un modo singularísimo a la obra del Salvador; más ahora, asunta el cielo, "cuida con amor maternal de los hermanos de su Hijo, que peregrinan todavía y se debaten entre peligros y angustias, hasta que sean conducidos a la patria feliz". Hónrenla todos devotísimamente y encomienden su vida y apostolado a su solicitud de Madre. (Apostolicam .Actuositatem 4)




2Cel 198.  Rodeaba de amor indecible a la Madre de Jesús, por haber hecho hermano nuestro al Señor de la majestad. Le tributaba peculiares alabanzas, le multiplicaba oraciones, le ofrecía afectos, tantos y tales como no puede expresar lengua humana. Pero lo que más alegra es que la constituyó abogada de la Orden y puso bajo sus alas, para que los nutriese y protegiese hasta el fin, los hijos que estaba a punto de abandonar. ¡Ea, Abogada de los pobres!, cumple con nosotros tu misión de tutora hasta el día señalado por el Padre.

Antífona: Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo entre las mujeres ninguna semejante a ti, / hija y esclava del altísimo Rey sumo y Padre celestial, madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo: ruega por nosotros, junto con el arcángel San Miguel y todas las virtudes del cielo y con todos los santos, ante tu santísimo Hijo amado, Señor y maestro. -Gloria al Padre. Como era…

  Este Verbo del Padre, tan digno, tan santo y glorioso, anunciándolo el santo ángel Gabriel, fue enviado por el mismo altísimo Padre desde el cielo al seno de la santa y gloriosa Virgen María, y en él recibió la carne verdadera de nuestra humanidad y fragilidad. 2CtaF 1.

Y con toda razón. Porque, según atestiguan antiguos moradores, el lugar se llamaba también Santa María de los Ángeles. El dichoso Padre solía decir que por revelación de Dios sabía que la Virgen Santísima amaba con especial ardor aquella iglesia entre todas las construidas en su honor a lo ancho del mundo, y por eso el Santo la amaba más que a todas. 2Cel 19. 

Flor.    42.  El hermano Conrado fue un día al bosque para contemplar a Dios y el hermano Pedro le fue siguiendo a escondidas para ver qué le sucedía. El hermano Conrado se puso en oración y comenzó a suplicar a la Virgen María con gran devoción y muchas lágrimas que le obtuviera de su Hijo bendito la gracia de experimentar un poco de aquella dulzura que sintió San Simeón el día de la Purificación, cuanto tuvo en sus brazos a Jesús, el Salvador bendito. Hecha esta oración, fue escuchado por la misericordiosa Virgen María. En aquel momento apareció la Reina del cielo con su Hijo bendito en los brazos en medio de una luz esplendorosa; se acercó al hermano Conrado y le puso en los brazos a su bendito Hijo; él lo recibió Con gran devoción, lo abrazó y lo besó apretándolo contra el pecho, consumiéndose y derritiéndose en amor divino y en un consuelo inexplicable. Y también el hermano Pedro, que estaba viendo todo desde su escondrijo, sintió en su alma una grandísima dulcedumbre y consolación.







MATERIALES 10



R10.  Asociándose a la obediencia redentora de Jesús, que sometió su voluntad a la del Padre, cumplan fielmente las obligaciones propias de la condición de cada uno, en las diversas circunstancias de la vida (LG 41), y sigan a Cristo, pobre y crucificado, confesándolo aun en las dificultades y persecuciones.  

R 11.Cristo, confiado en el Padre, aún apreciando atenta y amorosamente las realidades creadas, eligió para Sí y para su Madre una vida pobre y humilde (2Carta San Francisco, 5.); del mismo modo, los Franciscanos seglares han de buscar en el desapego y en el uso, una justa relación con los bienes terrenos, simplificando las propias exigencias materiales; sean consientes, en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes recibidos, en favor de los hijos de Dios.  

CC.GG. Art. 10
(Regla 10) "Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir. En El descubren el valor de las contradicciones por causa de la justicia y el sentido de las dificultades y de las cruces de la vida de cada día. Con El pueden aceptar la voluntad del Padre en las circunstancias más difíciles y vivir el espíritu franciscano de paz, rechazando toda doctrina contraria a la dignidad del hombre. 
            Art. 11
Conscientes de que el Espíritu Santo es la fuente de su vocación, el animador de la vida fraterna y de la misión, los franciscanos seglares intenten imitar la fidelidad de Francisco a sus inspiraciones y escuchen la exhortación del Santo a desear sobre todas las cosas "el Espíritu del Señor y su santa operación" (RB, 10, 9) .  Así, en el espíritu de las "Bienaventuranzas", esfuércense en purificar el corazón de toda tendencia y deseo de posesión y de dominio, como "peregrinos y forasteros" en el camino hacia la casa del Padre (Rom 8, 17; LG., 7,4). 

L.G. 41.           Una misma es la santidad que cultivan en cualquier clase de vida y de profesión los que son guiados por el espíritu de Dios y, obedeciendo a la voz del Padre, adorando a Dios y al Padre en espíritu y verdad, siguen a Cristo pobre, humilde y cargado con la cruz, para merecer la participación de su gloria.
            Según eso, cada uno según los propios dones y las gracias recibidas, debe caminar sin vacilación por el camino de la fe viva, que excita la esperanza y obra por la caridad. Es menester, en primer lugar, que los pastores del rebaño de Cristo cumplan con su deber ministerial, santamente y con entusiasmo, con humildad y fortaleza, según la imagen del Sumo y Eterno sacerdote, pastor y obispo de nuestras almas; cumplido así su ministerio, será para ellos un magnífico medio de santificación.

2CtaF, 5. Y, siendo El sobremanera rico (2Cor 8,9), quiso, junto con la bienaventurada Virgen, su Madre, escoger en el mundo la pobreza. Y poco antes de la pasión celebró la Pascua con sus discípulos, y, tomando el pan, dio las gracias, pronunció la bendición y lo partió, diciendo: Tomad y comed, esto es mi Cuerpo (Mt 26,26). Y, tomando el cáliz, dijo: Esta es mi sangre del Nuevo Testamento, que será derramada por vosotros y por todos para el perdón de los pecados (Mt 26,27).

L.G. 7, 4. Peregrinos todavía sobre la tierra siguiendo sus huellas en el sufrimiento y en la persecución, nos unimos a sus dolores como el cuerpo a la Cabeza, padeciendo con El, para ser con el glorificados (cf. Rom., 8,17).     Por El "el cuerpo entero, alimentado y trabado por las coyunturas y ligamentos, crece con crecimiento divino" (Col., 2,19). El dispone constantemente en su cuerpo, es decir, en la Iglesia, los dones de los servicios por los que en su virtud nos ayudamos mutuamente en orden a la salvación, para que siguiendo la verdad en la caridad, crezcamos por todos los medios en El, que es nuestra Cabeza (cf. Ef., 4,11-16).








MATERIALES 10



R10.  Asociándose a la obediencia redentora de Jesús, que sometió su voluntad a la del Padre, cumplan fielmente las obligaciones propias de la condición de cada uno, en las diversas circunstancias de la vida (LG 41), y sigan a Cristo, pobre y crucificado, confesándolo aun en las dificultades y persecuciones.  

R 11.Cristo, confiado en el Padre, aún apreciando atenta y amorosamente las realidades creadas, eligió para Sí y para su Madre una vida pobre y humilde (2Carta San Francisco, 5.); del mismo modo, los Franciscanos seglares han de buscar en el desapego y en el uso, una justa relación con los bienes terrenos, simplificando las propias exigencias materiales; sean consientes, en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes recibidos, en favor de los hijos de Dios.  

CC.GG. Art. 10
(Regla 10) "Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir. En El descubren el valor de las contradicciones por causa de la justicia y el sentido de las dificultades y de las cruces de la vida de cada día. Con El pueden aceptar la voluntad del Padre en las circunstancias más difíciles y vivir el espíritu franciscano de paz, rechazando toda doctrina contraria a la dignidad del hombre. 
            Art. 11
Conscientes de que el Espíritu Santo es la fuente de su vocación, el animador de la vida fraterna y de la misión, los franciscanos seglares intenten imitar la fidelidad de Francisco a sus inspiraciones y escuchen la exhortación del Santo a desear sobre todas las cosas "el Espíritu del Señor y su santa operación" (RB, 10, 9) .  Así, en el espíritu de las "Bienaventuranzas", esfuércense en purificar el corazón de toda tendencia y deseo de posesión y de dominio, como "peregrinos y forasteros" en el camino hacia la casa del Padre (Rom 8, 17; LG., 7,4). 

L.G. 41.           Una misma es la santidad que cultivan en cualquier clase de vida y de profesión los que son guiados por el espíritu de Dios y, obedeciendo a la voz del Padre, adorando a Dios y al Padre en espíritu y verdad, siguen a Cristo pobre, humilde y cargado con la cruz, para merecer la participación de su gloria.
            Según eso, cada uno según los propios dones y las gracias recibidas, debe caminar sin vacilación por el camino de la fe viva, que excita la esperanza y obra por la caridad. Es menester, en primer lugar, que los pastores del rebaño de Cristo cumplan con su deber ministerial, santamente y con entusiasmo, con humildad y fortaleza, según la imagen del Sumo y Eterno sacerdote, pastor y obispo de nuestras almas; cumplido así su ministerio, será para ellos un magnífico medio de santificación.

2CtaF, 5. Y, siendo El sobremanera rico (2Cor 8,9), quiso, junto con la bienaventurada Virgen, su Madre, escoger en el mundo la pobreza. Y poco antes de la pasión celebró la Pascua con sus discípulos, y, tomando el pan, dio las gracias, pronunció la bendición y lo partió, diciendo: Tomad y comed, esto es mi Cuerpo (Mt 26,26). Y, tomando el cáliz, dijo: Esta es mi sangre del Nuevo Testamento, que será derramada por vosotros y por todos para el perdón de los pecados (Mt 26,27).

L.G. 7, 4. Peregrinos todavía sobre la tierra siguiendo sus huellas en el sufrimiento y en la persecución, nos unimos a sus dolores como el cuerpo a la Cabeza, padeciendo con El, para ser con el glorificados (cf. Rom., 8,17).     Por El "el cuerpo entero, alimentado y trabado por las coyunturas y ligamentos, crece con crecimiento divino" (Col., 2,19). El dispone constantemente en su cuerpo, es decir, en la Iglesia, los dones de los servicios por los que en su virtud nos ayudamos mutuamente en orden a la salvación, para que siguiendo la verdad en la caridad, crezcamos por todos los medios en El, que es nuestra Cabeza (cf. Ef., 4,11-16).






MATERIALES 10A



R10.  ASOCIÁNDOSE a la obediencia redentora de Jesús, que SOMETIÓ su voluntad a la del Padre, CUMPLAN fielmente las obligaciones propias de la condición de cada uno, en las diversas circunstancias de la vida (LG 41), y SIGAN a Cristo, pobre y crucificado, CONFESÁNDOLO aun en las dificultades y persecuciones.  

CC.GG. Art. 10
(Regla 10) "Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir. En El descubren el valor de las contradicciones por causa de la justicia y el sentido de las dificultades y de las cruces de la vida de cada día. Con El pueden aceptar la voluntad del Padre en las circunstancias más difíciles y vivir el espíritu franciscano de paz, rechazando toda doctrina contraria a la dignidad del hombre

Art. 12
2. (Regla 10) Con Jesús, obediente hasta la muerte, procuren conocer y cumplir la voluntad del Padre. Den gracias a Dios por el don de la libertad y la revelación de la ley del amor. Acepten la ayuda que, en la Iglesia, se les ofrece para cumplir la voluntad del Padre por quienes están constituidos en autoridad y también por los hermanos. Asuman, con serena firmeza, el riesgo de opciones valientes en la vida social. 

L.G. 41.           Una misma es la santidad que cultivan en cualquier clase de vida y de profesión los que son guiados por el espíritu de Dios y, OBEDECIENDO a la voz del Padre, ADORANDO a Dios y al Padre en espíritu y verdad, SIGUEN a Cristo pobre, humilde y cargado con la cruz, para merecer la participación de su gloria.
Según eso, cada uno según los propios dones y las gracias recibidas, debe caminar sin vacilación por el camino de la fe viva, que excita la esperanza y obra por la caridad. Es menester, en primer lugar, que los pastores del rebaño de Cristo cumplan con su deber ministerial, santamente y con entusiasmo, con humildad y fortaleza, según la imagen del Sumo y Eterno sacerdote, pastor y obispo de nuestras almas; cumplido así su ministerio, será para ellos un magnífico medio de santificación.

2CtaF, 5. Y, siendo El sobremanera rico (2Cor 8,9), quiso, junto con la bienaventurada Virgen, su Madre, escoger en el mundo la pobreza. Y poco antes de la pasión celebró la Pascua con sus discípulos, y, tomando el pan, dio las gracias, pronunció la bendición y lo partió, diciendo: Tomad y comed, esto es mi Cuerpo (Mt 26,26). Y, tomando el cáliz, dijo: Esta es mi sangre del Nuevo Testamento, que será derramada por vosotros y por todos para el perdón de los pecados (Mt 26,27).

L.G. 7, 4. Peregrinos todavía sobre la tierra siguiendo sus huellas en el sufrimiento y en la persecución, nos unimos a sus dolores como el cuerpo a la Cabeza, padeciendo con El, para ser con el glorificados (cf. Rom., 8,17).     Por El "el cuerpo entero, alimentado y trabado por las coyunturas y ligamentos, crece con crecimiento divino" (Col., 2,19). El dispone constantemente en su cuerpo, es decir, en la Iglesia, los dones de los servicios por los que en su virtud nos ayudamos mutuamente en orden a la salvación, para que siguiendo la verdad en la caridad, CREZCAMOS por todos los medios en El, que es nuestra Cabeza (cf. Ef., 4,11-16).








MATERIALES 11


R 12
Testigos de los bienes futuros y comprometidos a adquirir, según la vocación que han abrazado, la pureza de corazón, se harán libres, de este modo para el amor de Dios y de los hermanos (Adm. XVI; Carta, 70). 


CC.GG 12
1. Inspirándose en el ejemplo y en los escritos de San Francisco, y sobre todo con la gracia del Espíritu, los hermanos vivan día a día con fe el gran don que nos ha otorgado Cristo: la Revelación del Padre. Den testimonio de esta fe delante de los hombres:

-- en la vida de familia;
-- en el trabajo;
-- en la alegría y en el sufrimiento;
-- en el encuentro con los hombres, hermanos todos en el mismo Padre;
-- en la presencia y en la participación en la vida social;
-- en la relación fraterna con todas las criaturas. 

2. (Regla 10) Con Jesús, obediente hasta la muerte, procuren conocer y cumplir la voluntad del Padre. Den gracias a Dios por el don de la libertad y la revelación de la ley del amor. Acepten la ayuda que, en la Iglesia, se les ofrece para cumplir la voluntad del Padre por quienes están constituidos en autoridad y también por los hermanos. Asuman, con serena firmeza, el riesgo de opciones valientes en la vida social. 

3. (Regla 8) Los hermanos cultiven el trato filial con Dios y "hagan de la oración y de la contemplación el alma de su vida y de su obrar". Traten de descubrir la presencia del Padre

o       en su corazón,
o       en la naturaleza y
o        en la historia de los hombres, en la que se cumple su plan salvífico.

La contemplación de tal misterio LES MOVERÁ a colaborar en este designio de amor. 

Adm 16.  LA LIMPIEZA DE CORAZÓN

 Dichosos los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mt 5,8) Son verdaderamente de corazón limpio los que desprecian lo terreno, buscan lo celestial y nunca dejan de adorar y contemplar al Señor Dios vivo y verdadero con corazón y ánimo limpio.

CARTA A LOS FIELES, 70

Mirad, ciegos, engañados por nuestros enemigos, la carne, el mundo, el diablo, que al cuerpo le es dulce cometer pecado y amargo servir a Dios, pues todos los males, vicios y pecados, del corazón del hombre salen y proceden (cf. Mc 7,21.23), Como dice el Señor en el Evangelio. Y nada tenéis en este siglo ni en el futuro. Pensáis poseer por mucho tiempo las vanidades de este siglo, pero estáis engañados, porque VENDRÁN el día y la hora que no recordáis, desconocéis e ignoráis.








MATERIALES 11A



R11.    Cristo, confiado en el Padre, aún apreciando atenta y amorosamente las realidades creadas, eligió para Sí y para su Madre una vida pobre y humilde (1Carta San Francisco, 5.); del mismo modo, los Franciscanos seglares han de buscar en el desapego y en el uso, una justa relación con los bienes terrenos, simplificando las propias exigencias materiales; sean consientes, en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes recibidos, en favor de los hijos de Dios.  

Así, en el espíritu de las "Bienaventuranzas", esfuércense en purificar el corazón de toda tendencia y deseo de posesión y de dominio, como "peregrinos y forasteros" en el camino hacia la casa del Padre (Rom 8, 17; LG., 7,4). 

1CtaF,5
¡oh, cuán dichosos y benditos son los hombres y mujeres que practican estas cosas y perseveran en ellas!

Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados.Rm 8, 17

Concilo Vaticano II. Lumen Gentium, 45. Todo el bien que el Pueblo de Dios puede dar a la familia humana al tiempo de su peregrinación en la tierra, deriva del hecho de que la Iglesia es "sacramento universal de salvación", que manifiesta y al mismo tiempo realiza el misterio del amor de Dios al hombre.
            El Verbo de Dios, por quien todo fue hecho, se encarnó para que, Hombre perfecto, salvara a todos y recapitulara todas las cosas.
            El Señor es el fin de la historia humana, punto de convergencia hacia el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización, centro de la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones.
            El es aquel a quien el Padre resucitó, exaltó y colocó a su derecha, constituyéndolo juez de vivos y de muertos.
            Vivificados y reunidos en su Espíritu, caminamos como peregrinos hacia la consumación de la historia humana, la cual coincide plenamente con su amoroso designio: Restaurar en Cristo todo lo que hay en el cielo y en la tierra (Eph 1,10).
            He aquí que dice el Señor: Vengo presto, y conmigo mi recompensa, para dar a cada uno según sus obras. Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin (Apoc 22,12-13).

CC.GG. Art. 15
1. Los franciscanos seglares intenten vivir el espíritu de las Bienaventuranzas, y especialmente el espíritu de pobreza. La pobreza evangélica manifiesta la confianza en el Padre, activa la libertad interior y dispone para promover una más justa distribución de las riquezas

2. Los franciscanos seglares, que mediante el trabajo y los bienes materiales deben proveer a la propia familia y servir a la sociedad, tienen un modo propio de vivir la pobreza evangélica. Para comprenderlo y vivirlo se requiere un fuerte compromiso personal y el estímulo de la Fraternidad mediante la oración y el diálogo, la revisión comunitaria de vida, la escucha de las normas de la Iglesia y de las interpelaciones de la sociedad. 

3. Los franciscanos seglares comprométanse en reducir las exigencias personales para poder compartir mejor los bienes espirituales y materiales con los hermanos, particularmente con los últimos. Den gracias a Dios por los bienes recibidos, USÁNDOLOS COMO BUENOS ADMINISTRADORES Y NO COMO DUEÑOS. Adopten una posición firme contra el consumismo y contra las ideologías y las pos-turas que anteponen la riqueza a los valores humanos y religiosos y que permiten la explotación del hombre.

 4. Amen y vivan la pureza de corazón, fuente de la verdadera fraternidad. 









MATERIALES 12


R 13
De la misma manera que el Padre ve en cada uno de los hombres los rasgos de su Hijo, Primogénito de muchos hermanos (Rom 8,29), los Franciscanos seglares acojan a todos los hombres con ánimo humilde y cortés, como don del Señor e imagen de Cristo.  

El sentido de la fraternidad los hará felices y dispuestos a identificarse con todos los hombres y mujeres, especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear condiciones de vida dignas de criaturas redimidas por Cristo (1Reg., 9,3; Mt 25,40). 


CC.GG 18
1. Los franciscanos seglares son llamados a ofrecer su contribución personal, inspirada en la persona y en el mensaje de San Francisco de Asís, en vistas a establecer una civilización en la que la dignidad de la persona humana, la corresponsabilidad y el amor sean realidades vivas (Cfr. Gaudium et Spes, 31 ss) . 

2. (Regla 13) Profundicen en los verdaderos fundamentos de la fraternidad universal y creen en todas partes espíritu de acogida y una atmósfera de hermandad. RECHACEN con firmeza toda forma de explotación, de discriminación, de marginación y toda actitud de indiferencia hacia los demás.

3. Colaboren con los movimientos que promueven la hermandad entre los pueblos: comprométanse a "crear condiciones dignas de vida" para todos y a trabajar por la libertad de todos los pueblos.

4. Siguiendo el ejemplo de San Francisco, Patrón de los ecologistas, promuevan activamente iniciativas para la salvaguarda de la creación, esforzándose para evitar la contaminación y la degradación de la naturaleza, y crear condiciones de vida y ambiente, que no sean una amenaza para el hombre. 

Encíclica GAUDIUM ET SPES
31. Para que cada uno pueda cultivar con mayor cuidado el sentido de su responsabilidad tanto respecto a sí mismo como de los varios grupos sociales de los que es miembro, hay que procurar con suma diligencia una más amplia cultura espiritual, valiéndose para ello de los extraordinarios medios de que el género humano dispone hoy día.
            Particularmente la educación de los jóvenes, sea el que sea el origen social de éstos, debe orientarse de tal modo, que forme hombres y mujeres que no sólo sean personas cultas, sino también de generoso corazón, de acuerdo con las exigencias perentorias de nuestra época.
            Pero no puede llegarse a este sentido de la responsabilidad si no se facilitan al hombre condiciones de vida que le permitan tener conciencia de su propia dignidad y respondan a su vocación, entregándose a Dios ya los demás.
            La libertad humana con frecuencia se debilita cuando el hombre cae en extrema necesidad, de la misma manera que se envilece cuando el hombre, satisfecho por una vida demasiado fácil, se encierra como en una dorada soledad.
            Por el contrario, la libertad se vigoriza cuando el hombre acepta las inevitables obligaciones de la vida social, toma sobre sí las multiformes exigencias de la convivencia humana y se obliga al servicio de la comunidad en que vive.
            Es necesario por ello estimular en todos la voluntad de participar en los esfuerzos comunes. Merece alabanza la conducta de aquellas naciones en las que la mayor parte de los ciudadanos participa con verdadera libertad en la vida pública.
            Se puede pensar con toda razón que el porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar.

            32. Dios creó al hombre no para vivir aisladamente, sino para formar sociedad. De la misma manera, Dios "ha querido santificar y salvar a los hombres no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo que le confesara en verdad y le sirviera santamente".
            Desde el comienzo de la historia de la salvación, Dios ha elegido a los hombres no solamente en cuanto individuos, sino también a cuanto miembros de una determinada comunidad. A los que eligió Dios manifestando su propósito, denominó pueblo suyo (Ex 3,7-12), con el que además estableció un pacto en el monte Sinaí.
            Sometiéndose voluntariamente a las leyes de su patria, santificó los vínculos humanos, sobre todo los de la familia, fuente de la vida social. Eligió la vida propia de un trabajador de su tiempo y de su tierra.
            En su predicación mandó claramente a los hijos de Dios que se trataran como hermanos. Pidió en su oración que todos sus discípulos fuesen uno.
            Más todavía, se ofreció hasta la muerte por todos, como Redentor de todos. Nadie tiene mayor amor que este de dar uno la vida por sus amigos (Io 15,13). Y ordenó a los Apóstoles predicar a todas las gentes la nueva angélica, para que la humanidad se hiciera familia de Dios, en la que la plenitud de la ley sea el amor.
            Primogénito entre muchos hermanos, constituye, con el don de su Espíritu, una nueva comunidad fraterna entre todos los que con fe y caridad le reciben después de su muerte y resurrección, esto es, en su Cuerpo, que es la Iglesia, en la que todos, miembros los unos de los otros, deben ayudarse mutuamente según la variedad de dones que se les hayan conferido.
            Esta solidaridad debe aumentarse siempre hasta aquel día en que llegue su consumación y en que los hombres, salvador por la gracia, como familia amada de Dios y de Cristo hermano, darán a Dios gloria perfecta.

Y manifieste confiadamente el uno al otro su propia necesidad, para que le encuentre lo necesario y se lo proporcione.   Y cada uno ame y nutra a su hermano, como la madre ama y nutre a su hijo (cf. 1Tes 2,7), en las cosas para las que Dios le diere gracia.  Y el que no come, no juzgue al que come. Y, en caso de necesidad, séales lícito a todos los hermanos, dondequiera que estén, servirse de todos los manjares que pueden comer los hombres, como dice el Señor de David, el cual comió los panes de la ofrenda, que no estaba permitido comer sino a los sacerdotes (cf. Mt 12,4; Mc 2,26). Y recuerden lo que dice el Señor: Pero estad precavidos, no sea que vuestros corazones se emboten con la crápula y embriaguez y en las preocupaciones de esta vida,   y os sobrevenga aquel repentino día; pues como un lazo caerá encima de todos los que habitan sobre la faz del orbe de la tierra (cf. Lc 21,34-35). 1R 9. 

1. La paz es obra de la justicia y fruto de la reconciliación y del amor fraterno. Los franciscanos y franciscanas seglares están llamados a ser portadores de paz en sus familias y en la sociedad:
·        interesándose por la propuesta y la difusión de ideas y actitudes pacíficas;
·        desarrollando iniciativas propias y colaborando, individualmente y como Fraternidad, en las iniciativas del Papa, de las Iglesias particulares y de la Familia Franciscana;
·        colaborando con los movimientos y con las instituciones que promueven la paz en el respeto de sus auténticos fundamentos. 

2. Aun reconociendo el derecho, tanto de las personas como de las naciones, a la legítima defensa, valoren la opción de quienes, por objeción de conciencia, rechazan "llevar armas".

3. Para salvaguardar la paz en la familia, los hermanos hagan, a su debido tiempo, el testamento de sus bienes.  CC.GG. Art. 23








MATERIALES 13


R 14
      Llamados, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un mundo más fraterno y evangélico para edificar el Reino de Dios, conscientes de que "quien sigue a Cristo, Hombre perfecto, se hace a sí mismo más hombre", cumplan de modo competente sus propios deberes con espíritu cristiano de servicio (LG. 31; GS., 93). 

CC.GG. Art. 19
1. (Regla 14) Los franciscanos seglares actúen como levadura en el ambiente en el que viven, mediante el testimonio del amor fraterno y de bien definidas motivaciones cristianas.

 2. Con espíritu de minoridad, elijan en primer lugar el trato con los pobres y los marginados, ya sean individuos, grupos de personas o todo un pueblo; colaboren en la erradicación de la marginación y de toda forma de pobreza, que son consecuencia de la ineficacia y de la injusticia. 

CC.GG.Art. 20
1. (Regla 14) Empeñados en la construcción del Reino de Dios dentro de las realidades y actividades temporales, los franciscanos seglares, por vocación, deben vivir como una realidad indivisible su pertenencia a la Iglesia y a la sociedad.

2. Como primera y fundamental contribución para la edificación de un mundo más justo y fraterno, comprométanse en el cumplimiento de los deberes propios de su trabajo y en una adecuada preparación profesional. Con el mismo espíritu de servicio asuman sus responsabilidades sociales y civiles

LUMEN GENTIUM (Sobre la Iglesia)
31.       A los laicos pertenece por propia vocación BUSCAR EL REINO DE DIOS tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales. Viven en el siglo, es decir, en todas y a cada una de las actividades y profesiones, así como en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social con las que su existencia está como entretejida.
            Allí están llamados por Dios a cumplir su propio cometido, guiándose por el espíritu evangélico, de modo que, igual que la levadura, contribuyan desde dentro a la santificación del mundo y de este modo descubran a Cristo a los demás, brillando, ante todo, con el testimonio de su vida, fe, esperanza y caridad.
            A ellos, muy en especial, corresponde iluminar y organizar todos los asuntos temporales a los que están estrechamente vinculados, de tal manera que se realicen continuamente según el espíritu de Jesucristo y se desarrollen y sean para la gloria del Creador y del Redentor.

GAUDIUM ET SPES (Sobre la Iglesia en el mundo actual)
91.     Todo lo que, extraído del tesoro doctrinal de la Iglesia, ha propuesto el Concilio, pretende ayudar a todos los hombres de nuestros días, a los que creen en Dios y a los que no creen en El de forma explícita, a fin de que, con la más clara percepción de su entera vocación, ajusten mejor el mundo a la superior dignidad del hombre, tiendan a una fraternidad universal más profundamente arraigada y, bajo el impulso del amor, con esfuerzo generoso y unido, respondan a las urgentes exigencias de nuestra edad.

93. Los cristianos recordando la palabra del Señor: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, en el amor mutuo que os tengáis (Jn 13,35), no pueden tener otro anhelo mayor que el de servir con creciente generosidad y con suma eficacia a los hombres de hoy.
            Por consiguiente, con la fiel adhesión al Evangelio y con el uso de las energías propias de éste, unidos a todos los que aman y practican la justicia, han tomado sobre sí una tarea ingente que han de cumplir en la tierra, y de la cual deberán responder ante Aquel que juzgará a todos en el último día.
            No todos los que dicen: "¡Señor, Señor!", entrarán en el Reino de los cielos, sino aquellos que hacen la voluntad del Padre y ponen manos a la obra.
            Quiere el Padre que reconozcamos y amemos efectivamente a Cristo, nuestro hermano, en todos los hombres, con la palabra y con las obras, dando así testimonio de la Verdad, y que comuniquemos con los demás el misterio del amor del Padre celestial.
            Por esta vía, en todo el mundo los hombres se sentirán despertados a una viva esperanza, que es don del Espíritu Santo, para que, por fin, llegada la hora, sean recibidos en la paz y en la suma bienaventuranza en la patria que brillará con la gloria del Señor.

1Cel. 36.  El muy valeroso caballero de Cristo Francisco recorría ciudades y castillos anunciando el reino de Dios, predicando la Paz y enseñando la salvación y la penitencia para la remisión de los pecados; no con persuasivos discursos de humana sabiduría, sino con la doctrina y poder del espíritu. En todo actuaba con gran seguridad por la autoridad apostólica que había recibido, evitando “adulaciones y vanas lisonjas”(el figureo). No sabía halagar las faltas de algunos y las fustigaba; lejos de alentar la vida de los que vivían en pecado, la castigaba con ásperas reprensiones, ya que antes se había convencido a sí mismo viviendo lo que recomendaba con las palabras; no temiendo que le corrigieran, proclamaba la verdad con tal aplomo que hasta hombres doctísimos, ilustres por su fama y dignidad, quedaban admirados de sus sermones, y en su presencia se sentían sobrecogidos de un saludable temor.








MATERIALES 13A

                                                                                                         

R13.    De la misma manera que el Padre ve en cada uno de los hombres los rasgos de su Hijo, Primogénito de muchos hermanos (Rom 8,29), los Franciscanos seglares acojan a todos los hombres con ánimo humilde y cortés, como don del Señor e imagen de Cristo.  
El sentido de la fraternidad los hará felices y dispuestos a identificarse con todos los hombres, especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear condiciones de vida dignas de criaturas redimidas por Cristo (1Reg., 9,3; Mt 25,40). 

CC.GG. Art. 10
"Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué y el cómo vivir, amar y sufrir. En El descubren el valor de las contradicciones por causa de la justicia y el sentido de las dificultades y de las cruces de la vida de cada día. Con El pueden aceptar la voluntad del Padre en las circunstancias más difíciles y vivir el espíritu franciscano de paz, rechazando toda doctrina contraria a la dignidad del hombre

CC.GG. Art. 18
1. Los franciscanos seglares son llamados a ofrecer su contribución personal, inspirada en la persona y en el mensaje de San Francisco de Asís, en vistas a establecer una civilización en la que la dignidad de la persona humana, la corresponsabilidad y el amor sean realidades vivas (Cfr. Gaudium et Spes, 31 ss) . 


 1. Regla 15 Los franciscanos seglares "ESTÉN PRESENTES... en el campo de la vida pública"; colaboren, según sus posibilidades, en la promulgación de leyes y normas justas.

 2. En el campo de la promoción humana y de la justicia, las Fraternidades comprométanse con "iniciativas valientes", en sintonía con la vocación franciscana y con las directrices de la Iglesia. Asuman posiciones claras cuando el hombre es agredido en su dignidad por causa de cualquier forma de opresión o indiferencia. Ofrezcan su servicio fraterno a las víctimas de la injusticia.

3. La renuncia al uso de la violencia, característica de los discípulos de Francisco, no significa renuncia a la acción; los hermanos procuren que sus intervenciones estén siempre inspiradas por el amor cristiano. 


DOCTRINA DE LA IGLESIA: CONSTITUCIÓN PASTORAL GAUDIUM ET SPES

La promoción del Bien Común
            La globalizacación esta haciendo que tengamos que buscar el BIEN COMÚN (= las condiciones de vida que hacen posible que cada persona se desarrolle totalmente) mirando a todos los hombres y mujeres de nuestro planeta, no solo a los de nuestro país. Las leyes son para servir a la mayoría no a unos pocos.  Como Jesús nos dijo: “el sábado esta puesto para el hombre y no el hombre para el sábado”. Nadie esta obligado moralmente a cumplir una ley injusta (aunque lo lleven a la cárcel. A Jesús lo mataron cumpliendo con ley, pero una ley injusta).
Ese orden social lo buscaremos con la VERDAD, la JUSTICIA, el AMOR y la LIBERTAD.
Es el mismo Espíritu de Dios el que nos exige la DIGNIDAD, que defendamos nuestra dignidad.

El respeto a la persona humana
            Por ello debemos exigir el RESPETO a todo hombre y mujer, mirándolos como si fuera yo mismo y poniendo y buscando los medios para que tengan una vida digna. Tenemos que luchar contra todo lo que ofende a la dignidad humana, como son las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; o las condiciones laborales degradantes, que reducen al operario al rango de mero instrumento de interés, sin respeto a la libertad y a la responsabilidad de la persona humana: todas estas prácticas y otras parecidas son en sí mismas infamantes, degradan la civilización humana, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias a las leyes del Creador.

Respeto y amor a los adversarios
             Debemos tener respeto y amor tambien a los que piensan diferente que nosotros, -incluso los enemigos como nos recuerda Jesús en el evangelio- con el diálogo y la comprensión.
            Esta caridad y esta benignidad NO DEBEN convertirse en indiferencia ante la verdad y el bien. Más aún, la propia caridad exige el anuncio a todos los hombres de la verdad saludable.
            Debemos rechazar los errores pero no a la persona que los comete. No somos jueces.
            Y debemos estar dispuestos a perdonar, si de verdad somos cristianos.

La igualdad esencial entre los hombres y la justicia social
            Aunque somos diferentes por nuestras características, si ante la JUSTICIA no somos iguales, esa justicia NO SIRVE. También tenemos que buscar la igualdad de oportunidades. Pero esto no significa IGUALITARISMO, ni tampoco la preferencia que Dios tiene por los que más sufren y los más necesitados (que debería ser la de todos los cristianos).
           
Hay que superar la ética individualista
            La mejor manera de luchar contra el egoísmo y el individualismo es con la lucha por el BIEN COMÚN.
No sirven los que dicen grandes palabras y luego no hacen nada y toleran leyes injustas. Por ejemplo los que ponen impuestos y luego no los pagan o los defraudan sin más.
            “¿Porqué me decís Señor, Señor y no haceis lo que yo os digo?”
                       
Responsabilidad y participación
            La RESPONSABILIDAD para que sea efectiva tiene que ser cultivada, desde una formación, pero sobre todo desde una vida espiritual (oración, examen de conciencia, revisiones…). Para que la responsabilidad sea permanenente ha de ser con GENEROSIDAD, de corazón.
            Es necesario estimular la voluntad de participar en todos los esfuerzos comunes para conseguir el Bien Común
            Hay que tener en cuenta que la libertad disminuye cuando las condiciones de vida son extremas, por lo que es importante actuar sobre ellas.
            Se puede pensar con toda razón que el porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar.

Declaración Universal de los Derechos Humanos (versión popular de Fray Betto)