martes, 30 de diciembre de 2014

INGENUIDAD


En estos días ha caído en mis pantallas un artículo de un pensador* reivindicando el poder transformador de la ingenuidad. Aunque a la conferencia le pongo graves objecciones de fondo y metodológicas (en cuanto propuesta, porque el artículo está impecáblemente estructurado y redactado) ha tenido el efecto de llevarme a contemplar ese misterio-fenómeno que cada año renovamos por estas fechas desde la perspectiva de la ingenuidad.
Y me ha resultado francamente esclarecedor contemplar a Dios en esa faceta de ingenuidad, sobre todo haciendo una relectura de la carta a los Filipenses. 
Una de las conclusiones evidentes es que Dios cree en el hombre mucho más de lo que el hombre cree en sí mismo y, por supuesto, de lo que el hombre cree en Dios.
En el escrito citado habla de un nuevo eón, de un nuevo comienzo y, ¿no es precisamente éso lo que celebramos los cristianos?
Pero si nos detenemos en otra figura, Francisco de Asís, él sí que comprendió y practicó sin medida la ingenuidad:

Con preferencia a las demás solemnidades, celebraba con inefable alegría la del nacimiento del niño Jesús; la llamaba fiesta de las fiestas, en la que Dios, hecho niño pequeñuelo, se crió a los pechos de madre humana. Representaba en su mente imágenes del niño, que besaba con avidez; y la compasión hacia el niño, que había penetrado en su corazón, le hacía incluso balbucir palabras de ternura al modo de los niños. Y era este nombre para él como miel y panal en la boca.
Una vez que se hablaba en colación de la prohibición de comer carne en navidad, por caer esta fiesta en viernes, le rebatió al hermano Morico: "Hermano, pecas al llamar día de Venus al día en que nos ha nacido el Niño. Quiero - añadió - que en ese día hasta las paredes coman carne; y ya que no pueden, que a lo menos sean untadas por fuera".
Quería que en ese día los ricos den de comer en abundancia a los pobres y hambrientos y que los bueyes y los asnos tengan mas pienso y hierba de lo acostumbrado (2Cel 199-200)

Podemos encender mil nuevos eones, que se fustraran, porque ya está iniciado el definitivo. Sólo esperan -la Creación entera- que  nos incorporemos a él, con humildad, honestidad e... Ingenuidad (la que Dios tiene con nosotros)

 
* La Ingenuidad Aprendida, Javier Gomá. versión digital.

martes, 23 de diciembre de 2014

REPETICIÓN


La etimología de repetición, en las lenguas latinas, lleva implícita un deseo de conseguir algo. Hoy en día tiene más bien un marcado matiz de fracaso, de aburrimiento... de desidia.
Al final siempre esta la actitud que nos salva (ó no). No en vano el éxito del programa terapéutico de V. Frankl, estriba en la actitud de considerar cada nuevo hecho o situación como una nueva oportunidad de lograr las cosas fallidas. Es lo opuesto de una actitud derrotista.
Mirar la Navidad como algo que se repite cada año lleva a mucha gente a apartarse y a buscar sustitutos más inmediatos, más tangibles (cuando no alienantes).
Ya las primeras comunidades cristianas fueron conscientes de este problema y les ayudo a reubicar su mirada y sus espectativas. Esperar “sine die” lleva a mucha gente a “no esperar”.
La esperanza, como diría J. Moltmann, estriba en descubrir señales de cumplimiento, no solo potencial, sino real.
En la Carta a los Romanos, Pablo de Tarso habla de que “nuestra salvación esta más cerca”(Rm 13,11). En esta percepción se basa nuestra esperanza cristiana.
Que vivamos agradecidos esta Navidad como oportunidad, con apertura, con ilusión renovada, con fe, con amor... y que nos sintamos obligados, en nobleza, a ser los “testigos” (dar testimonio) de los bienes futuros (Regla OFS, 6 y 12). Y ofrecernos como “instrumentos” para la implantación y construcción del Reinado de Dios. 

¡¡¡PAZ Y BIEN EN LA TIERRA A LOS HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD Y GLORIA EN EL CIELO A DIOS CON TODOS SUS SANTOS!!!

martes, 16 de diciembre de 2014

EL LUGAR DE DIOS



Los hombres y mujeres de ciencia autenticos hoy en día estan marginados o tan encorsetados que, apenas son reconocibles como científicos. Lo que abundan son los cienticistas, gentes de visión miope y présbica, acuciados por las prisas y rentabilidades. La sabiduría es un arte, no al alcance de todo el mundo y es necesario que, el que aspire a ella, tenga la mirada limpia y ejercitada en el zoom pero también en la apertura de diafragma. El detalle pierde su sentido cuando se desvincula del conjunto.
Hay incluso gente que, considerándose ilustrada, tiene a orgullo mantenerse en la ignorancia. “Ni lo sé ni me importa”, repiten como discos rayados. Pero en realidad desconociendo las consecuencias, de su elección conviertiendo su decisión en culpable por complicidad con la ignorancia.
Que yo ocupe el lugar de Dios con mi ego o con sucedáneos, no desplaza a Dios, solo me corrompe. Me convierte en renegado. Y me paso la vida en cubrir la pestilencia y el hedor que exhalo con perfumes incapaces de lograrlo.
Ignorar a Dios, cerrar los ojos o, simplemente, darse la vuelta no eliminan su presencia. Pensar que el interés que Dios tiene por nosotros se parece al mejor de nuestros intereses es, sencillamente, infantil.
Estos días de adviento son momentos de acercar nuestra mirada al lugar que Dios aspira, el que El mismo escoge, para que lo preparemos. 

¿Qué templo podréis construirme, qué lugar para mi descanso? Is 66,1

Preparar los caminos del Señor pasa por dejarle ocupar el lugar que El escoja, en mí, en nosotros, en el mundo. Porque El estaba ahí antes que ninguno de nosotros y ya tenía su lugar. Que tenga que buscar un lugar solo habla de su magnanimidad y no de nuestros derechos.
Pero sobre todo porque solamente El ES y nosotros solamente somos por El. Y sólo EN El nuestra vida SERÁ.

¡Ven Señor Jesús y no tardes en llegar!

martes, 9 de diciembre de 2014

PASTOR


Se reptie con mucha frecuencia entre los intelectuales del mundo religioso la procedencia agraria de las metáforas y parabolas de Jesús de Nazaret. Pero lamentablemente la teología (los teólogos) hoy en día carece de “rodillas empáticas”. Por eso la figura del pastor ha sido sublimada –en el peor de los sentidos- y espiritualizada. En el mundo agrario que hemos conocido los que peinamos canas –ayer, no más- el pastor era un marginado y con mala fama en muchos de los casos, dejando rastro en canciones populares y no tanto, como la de J.L.Perales. Pero en el mundo antiguo, anterior a la venida de Cristo, también era una fuente de inspiración para autores inmortales como Virgilio en sus Bucólicas. Fuente que tiene su correspondencia en la literatura espiritual como aquel poema excelso: “pastor que con tus silbos amorosos...” de Lope de Vega. Por no llenar de citas de la Biblia o de san Juan de la Cruz.
Eso sin entrar en los efectos perniciosos que genera una soledad no asumida, ni deseada, ni escogida… que da paso a otras leyendas mucho más oscuras.
Sin embargo esta es la figura con la que Jesús se identificó, la que escogería en su estandarte si tuviera batallas que librar. Pero no, solamente hay una batalla que es digna de El, la del amor. Y un amor interesado a los pobres, los débiles y enfermos, los marginados, los despreciados… los derrotados y vencidos.
Estos días nos recuerdan y nos ponen en contacto con esta dimensión, relegada la mayor parte del año, si queremos preparar esos caminos que el Dios-con-nosotros recorre  y con quien nos encontraremos si permanecemos a la  vera de su senda.

sábado, 29 de noviembre de 2014

TODOS LOS SANTOS Y SANTAS FRANCISCANAS


La santidad es uno de esos valores a recuperar y una palabra, o mejor, un uso de la palabra, a restaurar, deformada por el abuso del lenguaje. Olvidamos con mucha frecuencia que el lenguaje tiene como fin primordial, que  nos podamos comunicar con el deseo de entendernos. Y lo estamos convirtiendo simplemente en arma dialéctica. Abusar del lenguaje es pervertirlo. Y eso lo hacemos por ignorancia, descuido, indeseo de precisión... no simplemente por maldad o capricho.
Una de las deformaciones de la palabra ha tenido su origen en las “gentes de bien” y la ha cargado de moralismo, deformándola hasta modificar su olor. Para la gente afiliada al pragmatismo conviene recordar que el “olor de santidad” no es algo abstracto, ideal o figurado, sino algo verificable y al alcance de nuestros sentidos.
Lamentablemente los sentidos, como el lenguaje, la conciencia... estan sujetos a la malformación, al deterioro y a la desaparición.
Uno de los retos que tenemos como franciscanos y como cristianos es recuperar y rehabilitar este valor hasta volver a lo que expresa el salmo 93: “la santidad es el adorno de tu casa”.
En un mundo que ha llevado la estética a los máximos lugares, la santidad debería ser un vehículo de transmisión para nuestra espiritualidad, entendida como vida de fe. Hacia nuestro interior y hacia los demás.

¡TODOS LOS SANTOS Y SANTAS FRANCISCANAS INTERCEDAN POR TODOS NOSOTROS!

jueves, 20 de noviembre de 2014

LUJURIA


Aunque no es políticamente correcto mentar los pecados “capitales” (cabeza, origen, fuente...) en parte por la degradación de la comunicación verbal, no significa que estén menos presentes, ni que disminuya su poder.
Es cierto, también, que no hemos superado el abuso que se hizo de ellos en épocas no muy lejanas y estamos en la fase reaccionaria o reactiva que señalan los psicólogos.
Pero releyendo un librito entrañable, “diario de un cura rural” de G. Bernanos, me quedé subyugado y detenido ante las reflexiones que hace sobre la lujuria, en unos párrafos magistrales de los que extraigo una pequeña muestra:

...nos obsesiona la imagen de esa llaga, siempre abierta, por donde supura la sustancia de nuestra mísera especie. ¡De cuántos esfuerzos hubiera sido capaz el cerebro humano si la mosca envenenada no hubiera puesto su larva!
… es, probablemente, desde su origen, el principio de todas las taras de nuestra raza y cuando en el recodo de la gran selva virgen, cuyos senderos desconocemos, se la sorprende frente a frente, tal como es, tal como salió de las manos del Creador de los prodigios, el grito que surge de nuestras entrañas, no es sólo de espanto, sino de imprecación: ¡Tú, tú sola has desencadenado la muerte del mundo!

Muerte y vida, pecado y virtud, humano y...  ¡Humano!

Y siguen sus palabras como sones de trompetas:

Dejamos de creer porque ya no tenemos necesidad de ello, porque no deseamos conocernos a nosotros mismos. Esa verdad profunda, la nuestra, ya no nos interesa.
… No poseemos en realidad más que lo que deseamos, pues no existe para el hombre la posesión total, absoluta. NO NOS DESEAMOS A NOSOTROS MISMOS.
… Como no podíamos querernos más que en Dios, ahora ya no nos queremos. Y no nos amaremos ya más en este mundo, ni en el otro, eternamente.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA IMPRESIÓN DE LAS LLAGAS


Seguimos celebrando la Impresión de las Llagas en el cuerpo de san Francisco de Asis. ¿Tiene sentido? Pero, no! la pregunta esta mal formulada: ¿Tiene sentido para nosotros, para mí, para tí? Formulada así ya no importa el sentido general, sólo el que yo-tú-nosotros, le demos.
El número de llagados en el mundo esta aumentando, con llagas cada vez más profundas. Y de muchas personas heridas solo se percibe resentimiento y marginación. Ya apenas quedan ni perros que se compadezcan y se las laman como al pobre Lázaro.
En Francisco la identificación con el Cristo Sufriente le hizo desear compartir ese mismo sacrificio salvador. Las llagas para él no solo fueron signos de salvación sino oportunidad de compartir con el Sufriente y no precisamente su dolor -que no es posible- sino su deseo amoroso y su destino.

Vosotros, todos los que pasáis por el camino, / mirad y ved si hay dolor como mi dolor 
(Lam 1,12).
-Porque muchos perros me acorralaron; / me cercó la reunión de los malhechores 
(Sal 21,17).
-Y ellos me miraron y contemplaron, / se dividieron mis vestidos y echaron a suerte mi túnica (Sal 21,18 - 19).
-Taladraron mis manos y mis pies / y contaron todos mis huesos 
(Sal 21,17 - 18).
-Abrieron su boca contra mí / como león que atrapa y ruge
(Sal 21,14).
-derramado estoy como el agua, / y mis huesos todos están dislocados
 (Sal 21,15).
-Y mi corazón se parece a cera derretida / en medio de mis entrañas
 (Sal 21,15).
-Como una teja se secó mi fuerza, / y mi lengua se me pegó al paladar
 (Sal 21,16).
-Y para comer me dieron hiel, / y en mi sed me dieron vinagre 
(Sal 68,22).
-Y me llevaron al polvo de la muerte (cf. Sal 21,16) / y aumentaron el dolor de mis llagas 
(Sal 68,27).
-Me dormí y desperté (Sal 3,6), / y mi Padre santísimo me acogió con gloria
 (cf. Sal 72,24).
OFICIO DE LA PASIÓN SALMO 6

POLITIQUERÍAS y sigue...

Lamentablemente no hay ninguna voluntad para prevenir la codicia humana y, cada día vemos más y más los subterfugios que se utilizan para protegerla.
Como dice el salmo 35 "el malvado se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta y aborrecida" y no dudan en añadir nocturnidad y alevosía a sus manejos.
Hemos venido a saber en estos días que los jueces del Tribunal Superior Administrativo que fallaron en favor de los intereses del pueblo y en contra de los intereses de las empresas mineras, han sido destituídos y degradados. La sentencia fue fulminante, pero es ahora que lo hemos sabido por la denuncia del colectivo Fundación Justicia y Transparencia FJT, en palabras de su vocero Lic. Trajano Potentini.
Lo del Sr. Presidente a la hora de observar  la Ley de Loma Miranda, a parte del giño que supone a los inversores extranjeros, no tiene palabras con las que comentar su actuación contra las dos cámaras y sin fundada explicación, ni solución. Quizás esperando que el tiempo borre de la memoria colectiva insolencias y traiciones.

lunes, 30 de junio de 2014

POLITIQUERÍAS


Como la Ecología vende votos, los señores Diputados aprobaron una ley sobre la LOMA MIRANDA que pasó a los señores Senadores que apreciaron que los que pagan no son los que votan y, corrigen la ley (los cambios no afectarían al espíritu con el que se aprobó) de forma que, cuando vuelve al Congreso, no se aprueba. ¿Salida teórica? Ponerse de acuerdo las dos cámaras. ¿Salida real? Eliminación de la ley.
Y es que desde que la Política fue desposeída del Poder, solo caben las politiquerías y la corrupción… ¿qué otra cosa cabe?

Frecuentemente se atribuye a los políticos la estupidez, la miopía o la corrupción, pero no es aplicable al 100% de ellos (aunque sí un porcentaje muy alto). Sin embargo dice Z. Bauman que lo que hace incompetentes a la totalidad de los políticos es que tienen que servir a DOS SEÑORES.

Es reconfortante comprobar que pensadores no cristianos transitando por otros vericuetos llegan a conclusiones tan manifiestas como ésta, en un momento en el que "los políticos" intentan socavar los vínculos con la civilización cristiana. Lagarto, lagarto...

Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. Mt 6,24

martes, 24 de junio de 2014

LOS FALLIDOS


Ojeando alguna página de internet me encontré un artículo con unas reflexiones sobre una obra de Z. Bauman,(Vida de consumo, 2007) donde recogía la frase de “consumidores fallidos” la nueva infraclase de esta sociedad en la que vivimos. Por alguna razón vino a mi mente con mucha fuerza el nombre de LOS MENORES, que san Francisco escoge para él y sus hermanos.
Dos adjetivos que, al ser nominalizados, se revisten de una fuerza nueva.
Algo que simplemente es un fracaso del mercader, en un puro mecanismo perverso de proyección, lo convierten en fracaso del oponente, el pobre consumidor. Y es que el renovado MAMMON aspira como nunca, a vendernos la Felicidad que no posee.
La autora del artículo en cuestión, A. Bidiña, señala que el mecanismo que utiliza simplemente es focalizar la adulterada felicidad en un incremento de la gratificación del deseo, bien en volumen o bien en intensidad... (y los deseo que sean “políticamente correctos” en esta sociedad líquida).
La sofisticación proporciona también nuevos límites al introducir la “obsolescencia programada” con lo que se aspira también a controlar el tiempo de “satisfacción” (casi han conseguido que no se hable de que la satisfacción es parcial)
Los consumidores fallidos son “símbolos del desastre que acecha a los consumidores fracasados. ” Es el nuevo “coco” de las nuevas deidades (o, más bien, pretendientes).

Un día, el obispo de Ostia, protector y promotor principal de la Orden de los Hermanos Menores, que más tarde, según le había predicho el Santo, fue elevado a la categoría de sumo pontífice bajo el nombre de Gregorio IX, preguntó a Francisco si le agradaba que fueran promovidos sus hermanos a las dignidades eclesiásticas. Este le respondió: Señor, mis hermanos se llaman menores precisamente para que no presuman hacerse mayores. Si queréis que den fruto en la Iglesia de Dios, mantenedlos en el estado de su vocación... (LM 06.5)

jueves, 29 de mayo de 2014

SI ME AMÁSEIS...


El Evangelio de Juan (Jn.14, 28) utiliza el condicional impregnado de una delicadeza y una sugestión amorosas. Nada parecido con esa misiva que, supuestamente “26 mujeres” han escrito al papa Francisco.
En esta sociedad líquida donde el “amor” se reduce a la “relación” y la mayor parte de las veces al “contacto”, no se puede entender a Ulises en su lucha con las sirenas, pero mucho menos a Penélope o a la diosa Circe a las que motejarían hasta volverlas de mil colores. (hasta el mismo Homero se removería en su tumba) Y es que, además, vivimos en medio de una galerna de sexismo aventada y sostenida, dicen los expertos, por los mismos “lobbys”, que, coordinados o no, empujan el carro del sexismo con una militancia pertinaz.

El sentido más fuerte y el único que puede tener legitimidad en estos predios de sospecha sostenida, es para los consagrados al Reino de Dios (clérigos, religios@s o laic@s) ser TESTIGOS DEL ABSOLUTO, testigos de su AMOR INCONDICIONAL , y eso sí: reconociendo que estamos revestidos con el barro de nuestra fragilidad. “Pútridos y hediondos” que diría san Francisco de Asís, como limo de lóbrego pantano sin luz y sin agua viva.


Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.

lunes, 19 de mayo de 2014

SER CONOCIDO


Conocer y ser conocido son experiencias que han caído en deshuso en esta sociedad líquida en la que viviimos. Hoy la gente aspira a los contactos. Sobre todo tener contactos y que le tengan a uno como contacto. Tener accesible la posiblidad de contactar. 
Profundizar y permanecer se han vuelto aspiraciones impertinentes y hasta un poco -bastante- sospechosas. Y por eso las relaciones se mantienen en el mismo nivel periférico y epidérmico.
El evangelio de Juan, con la figura del Buen Pastor nos introduce en una dinámica espiritual novedosa: conocer y ser conocido. Jesús nos conoce y por eso podemos conocerle y reconocerle entre tantos sucedáneos que nos invaden por doquier. Su voz resuena nítida entre tanto rumor y canto de sirena.
Sólo con intentar buscar una similitud entre lo que supone ser conocido de alguien importante y ser conocido por el mismo Dios, nace un vértigo.profundo en nuestro interior que nos descoloca y nos interpela. Nos coloca ante ámbitos sin cotas ni trabas, horizontes sin límite y sin tiempo. Antípodas de las imágenes de adolescentes desmayándose ante sus ídolos, que tanto impactan en las retinas de los curiosos.
Y es que el sentido bíblico de “conocer” pasa por la experiencia de todos los sentidos vivos empleados en esa relación.llevada a su punto máximo. Esto es encontrarse con alguien y propiciar una relación personal. Es puerta y camino, como Jesús que nos invita a algo inaudito e insuperable: ser habitados por Dios..
Conocer tal y como nos conoce Dios supone adquirir el verdadero conocimiento de nosotros mismos y de nuestra auténica potencialidad.


Llamados, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un mundo más fraterno y evangélico para edificar el Reino de Dios, conscientes de que "quien sigue a Cristo, Hombre perfecto, se hace a sí mismo más hombre", cumplan de modo competente sus propios deberes con espíritu cristiano de servicio (Regla OFS, 14) (LG. 31; GS., 93).
 

lunes, 12 de mayo de 2014

EL BUEN PASTOR


Una figura, la del Buen Pastor, que ya en tiempos de Jesús tuvo dificultades de comprensión y que sigue generando incomprensión y rechazo en muchas gentes. Y ocurre también que, entre los que la aceptan, no pocos manejan símbolos e idealizaciones poco convergentes con el verdadero significado.
Y es curioso que se produzca en una época en la que la alienación y el gregarismo, tan frecuentes, no tienen nada que ver con el pensamiento religioso.
El rechazo es, además bidireccional: tanto a la figura del pastor, como a la de la oveja. Ya en tiempos de Jesús la figura del pastor era controversial, debido a las malas prácticas. Pero no creo que fuera la causa más probable del rechazo. Causas más probables son la autoridad y la autorealización, detestada la primera y sacralizada la segunda.
Incluso hay filósofos de nueva hornada, como el premiado Mario Bunge (Buenos Aires, 1919), que se atreve a afirmar, amparado en datos estadísticos, que “la subordinación enferma”. Tal vez la afirmación la haga desde lo que él mismo denomina realismo ingenuo...
Lo que sí es claro es que esta dificultad con una figura intermedia como es la del Buen Pastor, se hace insalvable ante el título adquirido por Jesús de Nazaret, al ser resucitado, de SEÑOR (Kirios). Y esta condición es central y esencial al Kerigma desarrollado y transmitido por los primeros testigos.


 « Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado. » Hch. 2,36
« Sí, vengo pronto. » ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! Ap. 22,20

 

lunes, 5 de mayo de 2014

¿QUÉ SALVACIÓN?


En este período pascual, con la resurrección de Cristo nos viene asociada la imagen de la salvación. Resugir, renacer representan significados vacíos que llevamos colgados como vulgares fetiches.
Para alguien que ha creado su imaginario de salvación en su niñez con la imagen del puente de diez ojos derrumbándose, resulta difícil recrear otro imaginario más acorde con la que propone el Cristo resucitado, sin un esfuerzo adiccional por eliminar las formaciones reactivas.
Es muy curioso comprobar que gentes no creyentes tienen imaginarios de salvación mucho más sociales -englobantes- que gentes que se identifican como católicas, que tiene sus imaginarios mucho más individuales y sectarios... y eso para los que han conseguido liberarse del pensamiento mágico, ¡que va ganando por goleada!
Sin entrar en otras profundidades escatológicas podemos afirmar, con el evangelio en la mano, que la Resurrección de Jesús le devolvió a la Vida del Padre. Por eso el apóstol Pablo insiste tanto en ser injertados, insertados, adheridos a esa Vida. Esa Vida que no pasa, sin límite, de plenitud, de gozo...
Y, parece, que ese injerto tiene que buscarse, prepararse y ejecutarse en medio de toda esta vorágine de preocupaciones, afanes, ilusiones, dolores y estigmas que nos envuelven y mediatizan en el hoy vital en el que somos y existimos.
Hay muchas salvaciones y modelos de salvación. La cristiana es única y verdadera.


Injertados en la resurrección de Jesucristo, que da su verdadero sentido a la Hermana Muerte, tiendan con serenidad al encuentro definitivo con el Padre. (Regla OFS, 19c)


martes, 15 de abril de 2014

PERO YO OS DIGO...


Cuando me dieron el examen final de Cristología, el profesor me planteó la cuestión sobre la conciencia de su divinidad, en Jesús. Él había explicado que, en las Escrituras no constaba que Jesús hubiera dicho que él era el Hijo de Dios. Consciente de lo que me “jugaba” como alumno, le respondí que los cuatro evangelios incluyen como causa de su condena el ser/decir “Hijo de Dios/ Cristo”. Sonrió, me pasó la mano por los hombros y continuamos... y no sólo por el criterio de concordancia.
Esta semana santa podemos pararnos a contemplar la divinidad y la autoridad de ese “nazareno”, tocado por el dedo de Dios, que disponiendo sus oídos a la escucha reverente y obediente de la Palabra de Dios aprendió su oficio de Dios, graduándose al ser colgado de un leño. 

“Maldición para los judíos y escándalo para los griegos, mas para los llamados, tanto judíos como griegos es fuerza de Dios y sabiduría de Dios” (1Cor, 1,23-24)

Pidamos al Señor oídos de discípulo para seguir escuchando en medio de esta sociedad “pero yo os digo...”, (nos lo sigue dicendo ahora), para poder escuchar: “dichoso el que no se escandalice de mí”.
Que aprendamos un poco mejor en la carne de nuestro corazón, que la cruz no es sino consecuencia de nuestro seguimiento. 

Que Dios aumente nuestra fe en estos misterios que contemplamos, celebramos y a los que nos adherimos con nuestro espíritu y con todo nuestro ser.

martes, 1 de abril de 2014

EXCLUSIÓN


Es una imagen que se repite mucho en estos días. Algunos se siguen rompiendo las vestiduras hipócritamente y utilizan los sucesos como armas arrojadizas contra el adversario político, mientras siguen, -y seguimos,- poniendo cercados, límites, barreras… fronteras. ¿Y cómo no hacerlo?
Podía fácilmente decirse, sin alejarse mucho de la verdad, que el ejercicio de nuestra libertad lo dedicamos mayoritariamente a excluir.
Cada vez que ponemos un límite sea personal, social, económico, político o espiritual estamos creando excluidos. ¿Podemos no poner límites?
Los marxistas defendieron –ahora ya no les interesa, si queda alguno- que el verdadero “pecado original” era la propiedad privada…Nadie tiene la verdad absoluta, pero no quiero decir, como algunos, que no exista, solamente que no puede ser aprehendida.
Volvamos a escuchar de los labios de Jesús la parábola de la cizaña y nos seguirán resonando las preguntas eternas: ¿quién la plantó o la sembró? ¿Vayamos a arrancarla? ¿Buscamos y enfrentamos al que la sembró? No faltan iluminados que siguen buscando herbicidas selectivos…
La medicina del Padre, la medicina de Jesús, sigue siendo la misma: ¡¡¡SEAN INCLUSIVOS, ESFUÉRZENSE Y LUCHEN POR INCLUIR!!!


Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis.

Alegraos con los que se alegran; llorad con los que lloran.

Tened un mismo sentir los unos para con los otros; sin complaceros en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no os complazcáis en vuestra propia sabiduría.

Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los hombres:

en lo posible, y en cuanto de vosotros dependa, en paz con todos los hombres;

no tomando la justicia por cuenta vuestra, queridos míos, dejad lugar a la Cólera, pues dice la Escritura: Mía es la venganza: yo daré el pago merecido, dice el Señor.

Antes al contrario: si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; haciéndolo así, amontonarás ascuas sobre su cabeza.

No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien. (Rm 12, 14-21)





martes, 25 de marzo de 2014

PERDÓN


Con las palabras, con el lenguaje hablado, ocurre lo mismo que con las obras literarias, de las que se afirma que la “criatura” el engendro literario tiene vida propia desde su publicación, independizándose de su creador, y por ello también podemos utilizar esta licencia para las líneas que siguen.

Per-don puede tener el significado de un don superlativo (sugerido por el prefijo per, que en latín tiene también esa función) y que se recoge en palabras como perfección, o pervivir.

El concepto de perdón ha tenido una evolución notable. En tiempos de Herodoto o de Platón estaba más ligado a un “hacer la vista gorda”, “dejar pasar” algo así como ponerlo en la categoría de “mal menor”, con aflojar la tensión.
La dimensión máxima en el significado de perdón nos viene de Cristo y de los cristianos, donde el perdón adquiere nuevos perfiles como la incondicionalidad y la ilimitación. De aquí que podamos considerar esta condición de don en su máxima dimensión. Dar con todo el potencial que somos capaces.
Casi incomprensible, pero inaceptable para el que vive para el “quid pro quo” de los que siempre esperan la contrapartida.
“Yo perdono, pero no olvido” es una frase que mucha gente repite con diferentes sentidos, pero con el denominador común de limitación: niegan la incondicionalidad del perdón cristiano.
El perdón cristiano está envuelto en una dinámica particular, que admite puenteos en la forma y en los tiempos, pero no en el sentido: pedir/ofrecer- dar/recibir- reparar/resarcir- acoger/asumir - agradecer-reconciliar (re-establecer las relaciones con nuevos sentimientos).
Es de esas pocas realidades en las que se crea una puerta en lo tangible que da paso a lo intangible, en lo corporal hacia lo espiritual.
Y es que el perdón cristiano no nace de nuestro mérito, ni de nuestra dimensión de humanidad, sino de la justicia debida a la misericordia de Dios con cada uno de nosotros. Y de la certeza de que siempre vamos a necesitar ser perdonados.


 Perdónanos nuestras ofensas, 
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
como Tú nos perdonas.

jueves, 20 de marzo de 2014

MEDIOCRIDAD



Vivimos una época en la que los mediocres campan por sus anchas. Ignoro si es solamente la confirmación de la teoría de de la manipulación de Noam Chomsky , o/y por una dejación en los deberes cívicos de aquellos y aquellas que poseen la capacidad, la formación adecuadas y sinceramente apasionadas/vocacionadas por el bien común o la res publica.
Un estudio serio multidisciplinar en este aspecto sería altamente iluminador para este cambio epocal en el que vivimos, o trasnochamos.

Con ser grave la situación de esta mediocridad del “ánimus” del hombre moderno, me parece más grave y de más urgente remedio la mediocridad del “ánima”. Éso que se conoce como tibieza, en el dominio espiritual.

Decía san Francisco: "Cuando el espíritu se entibia y llega poco a poco a enfriarse en la gracia, por fuerza la carne y la sangre buscan sus intereses. Porque - observaba también-, si el alma no encuentra gusto, ¿qué queda sino que la carne vuelva a lo suyo. Y entonces el instinto animal inventa necesidad, la inteligencia carnal forma conciencia". 2Cel 69

Nuestros esfuerzos cuaresmales pueden resultar baldíos sin no somos capaces de mirar cara a cara a nuestra tibieza, agudizando nuestros sentidos y nuestra conciencia ante la magnitud del mal que esta generando en nosotros y en los que nos rodean.

Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca.
Tú dices: « Soy rico; me he enriquecido; nada me falta ». Y no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.
Te aconsejo que me compres oro acrisolado al fuego para que te enriquezcas, vestidos blancos para que te cubras, y no quede al descubierto la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que te des en los ojos y recobres la vista.
Yo a los que amo, los reprendo y corrijo. Sé, pues, ferviente y arrepiéntete.
Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Ap 3, 15-22




martes, 11 de marzo de 2014

FRAGILIDAD


La fragilidad es uno de los calificativos de la condición humana. Y mirando con ojos de mercado es una oportunidad ante la que abren sus fauces los nuevos demiurgos.
Vivir sin sentido, porque hemos renunciado a él, significa que no podemos distinguir –y que no queremos distinguir- entre los fines y los medios utilizados. Pero también podemos extenderlo al campo de las necesidades, donde se confunde la necesidad con el derecho y donde no hay capacidad –ni deseo- de distinguir entre límites personales propios y ajenos. 

Hay como una decisión de mostrar al sofisma de que el hombre es un lobo para el hombre, como irreversible. Pero eso es tanto como volver a la ley de la selva: la ley del más fuerte y mejor dotado. Ortega decía que la democracia nació cuando los débiles unieron sus esfuerzos contra la ley de los más fuertes (que son menos numerosos).
Hoy parece que son los fuertes los que se han puesto de acuerdo para luchar contra los más débiles y, claro, para ello subvierten los valores, los arrinconan… o, al menos, lo pretenden. Cuando faltan los valores y el sentido: todo vale, si me sirve para conseguir mi propósito.

Aunque mirando a la Historia podemos deducir que no es nueva esta situación,  para los que estamos inmersos en el trajín diario, faltos de esta perspectiva histórica, hacer el paso desde otra situación que nos había ilusionado con los valores de la justicia social, de los derechos universalizados y una paz distinta de la pax romana, nos resulta primeramente dolorosa y extremadamente difícil la reconversión.

Afortunadamente la fragilidad, la conciencia de mi fragilidad, es una oportunidad de entrever y buscar nuevos caminos de conversión. No aferrarnos a nuestra condición, sino que equipados con valores cristianos y con el chaleco protector de la esperanza, afanarnos en desbrozar caminos cerrados por el interés, la mentira, la insolidaridad y la insensibilidad ante el dolor ajeno.

Crear y construir espacios de fraternidad, como dice el papa Francisco con tanto énfasis, como convencimiento. 
Una oportunidad y un reto para esta cuaresma.



jueves, 6 de marzo de 2014

MORIR Y VIVIR


Vivimos para Aquel que, muriendo por nosotros, es la Vida; morimos a nosotros mismos para vivir para Cristo; pues no podemos vivir para él si antes no morimos a nosotros mismos, a nuestra propia voluntad. Somos de Cristo, no de nosotros [...].
Morimos, pero morimos en favor de la vida, porque la Vida muere en favor de los que están muertos. Ninguno puede morir a sí mismo si Cristo no vive el él. Si Cristo vive en él, ninguno puede vivir para sí. ¡Vive en Cristo como Cristo vive en ti! Se ama a sí mismo rectamente quien se odia a sí mismo para su bien; esto es, se mortifica [...].
Debemos dirigir nuestros ataques contra todo vicio, sensualidad, contra la atracción del mal. Al que lucha le basta con vencer a los adversarios: venciéndote a ti mismo, habrás vencido a todos. Si te vences a ti mismo, das muerte a ti mismo, serás juzgado vivo por Dios. Tratemos de no ser soberbios, malvados, sensuales, sino humildes, dóciles, afables, sencillos, para que Cristo reine en nosotros; él que es un rey humilde y, sin embargo, excelso (san Columbano, Instrucciones X, passim).

miércoles, 26 de febrero de 2014

NO MATES, VIVE!


El verdadero pecado, el que el Evangelio recoge como causante de nuestra condenación es el de omisión: Me viste desnudo y no me vestiste, me viste hambriento y no me diste de comer, preso y no me visitaste…
Tenemos dificultad para entender que este mal esté por delante de –por ejemplo- quitar la vida. En realidad cuando niego el pan al hambriento le estoy negando la vida que esa persona desea y necesita.
Renunciar a vivir es tanto como atentar contra la vida y llamar vida sólo a lo que yo quiero o me apetece es necedad.

La vida es una oportunidad, cógela.
La vida es belleza, admírala.
La vida es bienaventuranza, saboréala.
La vida es un sueño, conviértela en una realidad.
La vida es un desafío, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es una riqueza, consérvala
La vida es amor, gózalo.
La vida es un misterio, descúbrelo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es una lucha, combátela.
La vida es una aventura, córrela.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la vida, defiéndela
(Madre Teresa de Calcuta).

Por tanto, el que sabe hacer el bien y no lo
hace comete pecado. Sant. 4, 17

miércoles, 19 de febrero de 2014

DAÑOS COLATERALES



El aparato de propaganda usamericana ha inventado la expresión de “daños colaterales”, para referirse a esas víctimas que no cuentan. No solamente generan víctimas sino que además, se les niega el derecho a ser reconocidas como tales. Es como increpar en la cara de las víctimas: ¿por qué estaban ahí? Las matan dos veces.
El cinismo propio de la gente poderosa que no resiste a abusar de su poder.no es nuevo, pero este “refinamiento” de pretender negar su existencia es un grado. Es tanto como meterse en la mente de un prestidigitador y pretender ocultar lo evidente a la vista de todo el mundo. ´Como si poseyesen –los medios de propaganda- un poder hipnótico desconocido.
Lo terrible es que este concepto se está extendiendo y ya no es exclusivo de sus inventores y mucha gente lo ve como “normal”
Salir de la alienación no resulta fácil, pero ceder en la tentación y cerrar los ojos ante tantas tragedias humanas es retardar la manifestación de nuestra humanidad y mi propia humanidad.
                            A ti levanto mis ojos,
                            a ti que habitas en el cielo.
                            Como están los ojos de los esclavos
                            fijos en las manos de sus señores,
                            como están los ojos de la esclava
                            fijos en las manos de su señora,
                            así están nuestros ojos
                            en el Señor, Dios nuestro,
                            esperando su misericordia.
                            Misericordia, Señor, misericordia,
                            que estamos saciados de desprecios;
                            nuestra alma está saciada
                            del sarcasmo de los satisfechos,
                            del desprecio de los orgullosos. Sl 122

martes, 11 de febrero de 2014

LAS VÍCTIMAS


Los diferentes conflictos de larga duración que existen a lo largo y ancho del mundo, de Guatemala a Colombia del Salvador a la Eta en España, de Somalia a Ruanda... han producido una gran lista de víctimas, gran parte de ellas ajenas a los combatientes directos. En algunos de estos conflictos, al hablar de los diferentes procesos de reconstrucción (a los que también asignan diferentes calificativos) aparecen las víctimas. Y sobre el rol político que “deben” mantener hay difentes opiniones. También de eclesiásticos.



Uno de los textos del Evangelio más auténticamente liigados a la figura de Jesús es -en sus diferentes versiones- el de las Bienaventuranzas. Y sobre la interpretación de estos textos ha habido mucha discusión, porque afectan a los sentimientos más hondos y nadie puede quedarse indiferente.



Sin ninguna pretensión de ahondar, ni discutir posiciones, me parece importante recoger algo que puede parecer vanal y que yo estimo importante: los destinatarios de las bienaventuranzas de Jesús de Nareth son, precísamente, las VÍCTIMAS.



Ha habido intentos de formular éticas cristianas desde las bienaventuranzas que han resultado “u-tópicas” y de difícil reducción a criterios mínimos, pero este ejercicio empático de situarse en el lugar de las víctimas sí es generalizable y, por tanto, puede ser extendible a los diferentes escenarios  tanto con uso de las armas para conseguir objetivos poĺíticos, como los económicos que hoy en día provocan la mayor parte de las víctimas a lo largo del globo.



Pero para los cristianos no solamente es un ejercicio deseable de reconciliación, sino un camino insustituíble hacia el amor cristiano.




Y Jesús, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: 
« Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.

Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados.

Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.

Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y

proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.

Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas.

« Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo.

¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto.

¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus

padres a los falsos profetas. Lc 6, 20-26

martes, 4 de febrero de 2014

REGRESIÓN

El término regresión aplicado al ámbito psicológico tiene una definición bastante uniforme en las diferentes escuelas psicológicas. En general son decisiónes o actitudes (patológicas o no) que provocan una involución en el proceso de crecimiento personal llevando a la persona a estadios anteriores.

También en el dominio espiritual (entendido en el sentido lato: Bien, Verdad, Belleza, Justicia...) se producen estos fenómenos. 
La perícopa de la carta a los Hebreos del post anterior claramente describe uno de estos casos, bastante comunes en el marco religioso, frecuentes para los que no nos ocupamos en una pastoral de boutique o en la pastoral cortesana,(diocesana ó parroquial) de élites de gentes religiosas.

También Jesús en el Evangelio hace -posiblemente- mención a ello en la parábola de la oveja perdida. Hoy, en nuestra mentalidad, pensamos más en “pervertida” que “extraviada” (aunque también a esta palabra le siguen connotaciones moralistas). Simplemente se trata de un animal que ha escogido el instinto de su estómago frente al instinto del rebaño. Quizá la situación señalada por Jesús estaría más cercana al debate gusto/deber que nos atañe a los humanos. Si nos fijamos en la proporción, tampoco saldríamos bien parados con nuestra interpretación (la proporción real casi sería inversa a la del Evangelio...) Sólamente que en la parábola el evangelista solo se ocupa del pastor y de sus actitudes, no cuentan estos otros detalles para él.

Volviendo a la cita de Hebreos: Conocedores de la justicia y con los “sentidos entrenados” en la elección y habituados a escoger el bien (que coincide con la definición clásica de virtud). Disciplina y perseverancia, yunque y martillo en la forja de la personalidad o, simplemente, vericueto de plenitud humana personal.



Que yo comprenda, Señor mío

al que se queja y retrocede,

que el corazón no se me quede,

desentendidamente frío...

(Himno del oficio litúgico de las Horas)